La compresión paralela no es solo una de estas técnicas de compresión que ostentan un nombre raro o pretencioso.
Por el contrario, es una técnica de compresión que puede ayudarnos a resaltar detalles que por otra vía son muy difíciles de resaltar.
A veces buscamos resaltar los detalles interesantes mediante el uso de algunas técnicas de ecualización o del uso de la compresión en si misma y, a pesar de que tanto la ecualización como la compresión son útiles para dar realce a ciertos aspectos de nuestras mezclas, el uso de una técnica avanzada de compresión como la compresión paralela es la fórmula que necesitamos.
Acompáñame en este artículo en el que te voy a mostrar como usar la compresión para resaltar, de manera sutil o exagerada, detalles que pueden hacer o deshacer el sonido de una pista.
Por qué resaltar el sonido de bajo nivel
Si estás leyendo esto, es probable que alguna vez hayas logrado que una pista en solo tenga un sonido espectacular. El tipo de sonidos en el que dices «ya está ¿para qué cambiar esta belleza sónica?»
Lo malo es que es también probable que te hayas estrellado contra un muro de concreto al escuchar esa pista en contexto.
¿ Por qué desaparecen esos detalles? Estoy seguro que los deje en algun lado.
Verás, cuando trabajamos la suma de varios elementos de mezcla, en realidad escuchamos la porción superior, en términos de nivel, de cada uno de estos elementos.
Escuchamos únicamente lo que suena más fuerte: cuando varias cosas suenan al mismo tiempo, tienden a enmascarar lo que suena más despacio.
A esas pobres víctimas enmascaradas, es a las que yo llamo «detalles de bajo nivel».
Pueden manifestarse en una voz: las inflexiones, los sonidos internos de la boca, las respiraciones, etc.
También pueden hacerlo en una batería: el sonido de la sala, la reverberación de la misma, el sonido de la bordona del tambor, etc.
Algún poeta diría: los detalles que componen la verdadera experiencia de escucha.
Entenderás entonces que perdernos de esos detalles por completo es perdernos de gran parte de la experiencia de escucha: es como escuchar un gran partido de fútbol mediante los comentarios de un relator mediocre.
Imagen de la forma de onda de una voz con el detalle de bajo nivel resaltado.
Con el uso de la compresión «estándar» conseguimos que la dinámica se estabilice y que no existan grandes variaciones de nivel que modifiquen los planos sonoros.
Con la ecualización logramos separar los elementos, definirlos, darles un lugar o tamaño especial y, en cierta medida, también conseguimos resaltar algunos detalles.
Estas estrategias son geniales, logramos una separación interesante. Ahora, muchas veces con estas estrategias nos podemos quedar cortos. Nos puede hacer falta un extra para lograr que se escuchen esos detalles que no queremos que se pierdan.
Es ahí donde entra a jugar la compresión paralela.
Vista de un golpe de tambor, resaltando el detalle de bajo nivel.
Comprimir hacia abajo
Si usaste un compresor, sabrás que estos actúan reduciendo el nivel de las señales una vez que rebasan un umbral determinado por el usuario. La señal solo se comprime cuando excede dicho umbral.
Viendo el asunto de otra forma, los compresores actúan «atenuando la señal hacia abajo», permitiendo controlarla en los momentos en los que se escapa de un promedio.
En estos usos, buscamos actuar sobre la porción superior de la señal, ubicando el umbral en donde está la acción.
Esto suyele sudecer entre unos -10 y unos -20 dB, dependiendo del tipo de compresión y del tipo de fuente.
Para destacar los detalles de bajo nivel tenemos tenemos subir las partes que suenan más despacio para que puedan ser escuchadas en la mezcla
Uso de un compresor como inserción en una voz, notar los parámetros de umbral, ataque, release, etc.
Introduciendo la compresión paralela
Cuando hablamos de compresión paralela nos referimos al uso de un compresor sobre una pista duplicada, que está en paralelo con la señal.
La usamos de una manera similar a cuando usamos un efecto de tiempo como una reverb.
La idea es que la pista en paralela se comprima mucho, con un umbral muy bajo. Logrando que se atenúe mucho la parte de arriba de la señal.
Así, atenuando la porción de arriba, nos quedamos con los detalles de la señal.
Lo mejor de todo: hicimos esto sin tocar la señal original. Por lo tanto, vamos a obtener las transientes de la señal original con el detalle de bajo nivel de la señal comprimida en paralelo.
¿Puedes ver que estamos obteniendo lo mejor de ambos mundos?
Esta técnica es una de mis favoritas a la hora de mezclar y a la hora de masterizar: podemos quedarnos con lo que nos conviene sin dejar de ser transparentes con el sonido.
¿Dónde se puede usar la compresión paralela?
Esta técnica puede ser aplicada en inumerables elementos y situaciones de mezcla.
Los casos de uso más comunes son aquellos en los que se precisa dar ese extra dar un detalle extra a las señales: baterias, guitarras, voces, prácticamente cualquier instrumento.
Favorezco mucho esta técnica sobre baterias y voces, yaque son dos de los elementos que requieren de un cuidado adicional para ser representados de la mejor manera en la mezcla.
Veamos algunos de los beneficios que obtenemos al usar esta técnica en:
Baterias: se destaca el sonido de las reflexiones de la sala junto a la reverberación, además del decaimiento de los platos; sonidos que suelen quedar enterrados en la mezcla en especial cuando existen muchos elementos sumandose.
Tambores/cajas: realza el sonido de la bordona, que son los hilos de metal ubicados en la parte inferior y que permiten que el tambor corte en la mezcla.
Voz: aparecen los sonidos de las respiraciones, inflexiones y sonidos varios de la boca, que hacen que la voz suene más realista y cercana.
Guitarras acústicas: resalta los sonidos de la púa o dedos del ejecutante, además de los sonidos de los dedos al moverse por el diapasón.
Instrumentos acústicos: realza los sonidos internos de la interpretación como las cuerdas, sonido de sala o ambiencia.
Una de las ventajas del uso de la compresión en paralelo es el hecho de poder darle más pegada a la mezcla sin recurrir a usar procesos individuales sobre cada instrumento.
Eso si, a pesar de que estas sean las opciones más comunes, es muy recomendable probar la compresión paralela en todos los elementos en los que querramos realzar los detalles de bajo nivel.
Implementando la compresión paralela
Para hacer uso de la compresión en paralelo, vamos a crear una pista auxiliar o canal de efectos, tal como haríamos al usar una reverb, esta pista va a recibir señal mediante envío auxiliar desde la pista a la que queremos agregar la compresión.
En el canal auxiliar vamos a asegurarnos que llegue la señal de la pista original y cargamos un compresor como inserción. Veamos los parámetros sugeridos para esta técnica:
Razón de compresión o ratio: para que la compresión sea transparente se sugiere emplear un valor bajo en el orden de 1.5-3:1. Mientras más alto sea, más audible tiende a ser la compresión.
Umbral o treshold: para comprimir mucho la porción superior de la señal, necesitamos que el umbral sea muy bajo, muchas veces lo más bajo posible. Se sugieren valores entre -40 a -60 dB.
Soft knee: se sugiere usar este modo para que la compresión sea lo más transparente y gradual posible, vamos a estar comprimiendo muchos dB.
Ataque o attack: usar un valor muy rápido. Buscamos que el compresor actúe instantáneamente sobre toda la porción de señal de arriba. Probar con los valores más rápidos del compresor.
Release: como vamos a comprimir muchos decibeles es necesario usar un tiempo de release intermedio del orden de 100-200 ms, evitando así distorsión de parte del compresor.
Ganancia de salida o make up gain: si el nivel de salida del compresor es muy bajo, se puede incrementar con este parámetro. Se debe buscar que la compresión no se demasiado notoria al sumarla con la señal original.
La clave para usar la compresión paralela de manera exitosa es sumar el canal de la compresión en un nivel menor a la señal original.
La idea es que el sonido de la compresión sea lo más transparente posible. Debemos escuchar el efecto como un todo, más no la compresión en sí.
Aplicación de la compresión paralela en Pro tools. Se resalta la pista auxiliar con el plugin de compresión.
Ajuste de parámetros del compresor en paralelo con la bateria. Notar el ajuste del umbral, ataque, release, razón.
Compresión paralela en la práctica
Como les decía anteriormente, suelo usar la compresión en paralelo sobre las baterías y las voces: dos elementos críticos para el éxito de una mezcla.
En este ejemplo podemos escuchar la bateria sin y con compresión paralela.
Observemos como, en la segunda parte, se escuchan más detalles de los platos y de la sala:
En este ejemplo escuchamos la pista de la compresión paralela en solo sobre la batería, se percibe un sonido hiper comprimido que en la mezcla no se nota.
En este ejemplo escuchamos el efecto de la compresión paralela en la bateria sobre la mezcla, primero sin y luego con ella:
En este ejemplo escuchamos el efecto de la compresión paralela en la voz, primero sin y luego con ella. Se puede percibir como se resalta el efecto de las respiraciones:
En este ejemplo escuchamos la pista de la compresión paralela en solo sobre la voz, se percibe un sonido hiper comprimido que, a pesar de aportar mucho al resultado final, no se hace evidente sobre la mezcla como un todo:
En este ejemplo escuchamos el efecto de la compresión paralela en la voz sobre la mezcla. Primero sin compresión y luego sin ella.
Conclusiones
La compresión paralela es una técnica que complementa los otros usos de la compresión. La misma nos permite resaltar detalles que, en el contexto de la mezcla se tienden a perder.
Al aplicarse la compresión en paralelo sobre un duplicado de la señal, la misma nos permite obtener lo mejor de la señal original y su dinámica, junto al sonido (hiper)comprimido del duplicado.
Este sonido solo aporta en los momentos de bajo nivel. De lo contrario, es probable que se nos haya ido la mano con la compresión paralela.
Los usos de la compresión paralela (también llamada New York Compression) son muy variados. La técnica se puede usar sobre prácticamente cualquier elemento de la mezcla.
Sin embargo, sus usos típicos se dan en: voces, baterías, percusiones, guitarras e instrumentos acústicos.
La compresión de la señal en paralelo con la original se puede usar, en conjunto con los conceptos de ataque y release para resaltar sonidos existentes o incluso para crear sonidos nuevos a partir de lo que tengamos en nuestra imaginación.
La cantidad de compresión paralela que uno le puede aplicar a una mezcla depende mucho del estilo y del criterio propio.
Espero que este artículo ayude a que el concepto se entienda y que lo puedas aplicar en tus propias mezclas.
El bombo es un elemento crucial en cualquier mezcla. Marca el tiempo fuerte de los compases y en algunas producciones, en especial de música electrónica, pasa a ser uno de los instrumentos más importantes.
Para resaltar el bombo hacen falta varias cosas y la idea es que el mismo sea capaz de «cortar» en la mezcla y que se pueda distinguir por si solo siempre.
Dentro de esta tarea es imprescindible trabajar el bombo de manera integral con ecualización, compresión y en algunos casos otras estrategias adicionales.
Cómo resaltar el bombo: el factor frecuencial
A la hora de hacer que el bombo destaque entre todos los elementos de la mezcla tenemos que pensar que el factor de la distribución frecuencial juega un rol muy importante.
El tema para por no usar la ecualización solo para resaltar bajos, sino también preocuparnos por resaltar los medios agudos en donde se encuentra el kick o ataque/pegada del mismo.
Cuando se escucha la mezcla en parlantes pequeños e incluso en audífonos, lo que se va a oir son primordialmente las frecuencias medias: si no están correctamente representadas, el bombo se va a perder.
Además hay algunas frecuencias que no son muy positivas para el sonido del bombo: en particular los medios bajos. Podemos atenuarlos para obtener un sonido más limpio:
Quitar lo malo del sonido del bombo
El bombo suele tener una zona frecuencial que no aporta positivamente al timbre global, se trata de los medios bajos (200-500 Hz aproximadamente), estas frecuencias hacen que suene como dentro de una caja.
Por fortuna podemos limpiar esta zona con relativa facilidad usando el ecualizador para atenuar, lo que se conoce como ecualización sustractiva.
Para usar esta técnica hay que detectar la frecuencia más perjudicial para el sonido, con un ecualizador paramétrico, y atenuarla unos cuantos decibeles, procurando modificar lo menos posible las otras características del sonido.
Una sugerencia para encontrar la frecuencia molesta es buscarla haciendo un barrido frecuencial, dando mucha ganancia a una curva campana y moviendo la frecuencia hasta encontrar el valor justo.
Un truco para hacer el barrido es buscar desde las frecuencias agudas hasta la zona de los medios bajos, deteniéndonos en donde peor timbre del bombo se perciba, ahí procedemos a atenuar.
Ejemplo del uso del ecualizador para atenuar la zona de los medios bajos en el bombo.
Ejemplo de uso de la ecualización sustractiva para limpiar la zona de los medios y aclarar el sonido del bombo.
Resaltar lo bueno del sonido del bombo
El bombo como instrumento tiene dos componentes que lo definen con claridad: las bajas frecuencias o lows en donde está la mayor parte de su energía y el ataque o kick que es el golpe en el parche del instrumento.
Si bien el bombo es más reconocible por su sonido en las bajas frecuencias, resulta muy importante tener también contenido en las frecuencias medias. Esto es debido a que cuando se escuche la mezcla en parlantes pequeños e incluso en audífonos, lo que vamos a escuchar es primordialmente las frecuencias medias y si no están representadas correctamente tendremos que el bombo se pierde o se dificulta escucharlo.
Algunas veces, por el posicionamiento del micrófono en la grabación o porque el bombo no tenía tanto ataque desde la fuente, nos vemos limitados a la hora de mezclar el bombo y no logramos que corte en la mezcla.
Cuando queramos destacar el sonido de ataque o kick del bombo podemos usar ecualización aditiva, generando un realce, en la zona de los medios agudos 3-6 kHz.
Para resaltar la frecuencia en la que está el kick de nuestra grabación podemos usar un EQ paramétrico del tipo campana o peaking, con un ancho de banda o Q más bien grande o poco selectivo.
Se sugiere usar un ancho de banda poco selectivo para facilitar la ecualización y hacer que suene musical, ya que es mucho más fácil atinarle a la frecuencia ideal, si realzamos las frecuencias cercanas además de la que queríamos.
Ejemplo de ecualizador haciendo un barrido frecuencial. Los parámetros resaltados en Rojo.
Ejemplo del sonido del barrido frecuencial para encontrar el ataque del bombo y resaltarlo.
Una vez llegamos a este punto tal vez necesitemos darle un poco más de bajos al bombo y para ello te sugiero que uses una curva del tipo shelving o estante, con un Q bajo o poco selectivo, cuidando la cantidad de ganancia de la curva.
Resulta importante en este punto referenciar nuestra mezcla contra una producción profesional de alta calidad, para saber hasta qué punto podemos aumentar los graves del bombo sin pasarnos de rosca.
Procura que la mezcla de referencia esté a un nivel similar con la canción que estás trabajando, así tus oídos no te engañan en la comparación.
Compresión para resaltar la pegada del bombo
El compresor de audio sirve para atajar el nivel de la señal en los instantes en los que misma excede un promedio, pero lo que no todos saben es que se puede usar el compresor para exagerar el ataque o pegada.
Para hacer esto vamos a dejar pasar parte del ataque natural del bombo sin comprimir y vamos a atenuar bastante inmediatamente después.
Así, logramos resaltar el sonido del ataque del bombo.
En el caso del bombo, como es una fuente que tiene mucho contenido de baja frecuencia, vamos a tener que tener cuidado con el tiempo de ataque mínimo del compresor para que el mismo no genere distorsión. Te sugiero que ajustes el ataque en unos 30 milisegundos al menos.
Podemos probar con una compresión de 4-8:1 con un ataque lento, como el antes mencionado, y un release rápido para no comprimir el resto del sonido y evitar comernos parte de la cola de graves del bombo.
Compresión aplicada al bombo para resaltar el ataque o kick.
Ejemplo del resultado de comprimir el bombo para resaltar el ataque del instrumento:
El as bajo la manga
Si el tratamiento en frecuencia y la compresión no son suficiente para resaltar el ataque del bombo en tu mezcla, se puede usar un truco interesante para hacerlo: trabajar el ataque en una pista en paralelo y llevarlo al límite.
Para hacer esto vamos a necesitar crear una pista auxiliar y enviar mediante un envío auxiliar el bombo original. Además, vamos a necesitar crear una segunda pista auxiliar para sumar ambas señales del bombo (la original y la «paralela»)
En el envío auxiliar, que vamos a llamar KD. CLICK, filtramos los graves del bombo para quedarnos con el ataque solamente. En este ejemplo filtramos hasta 210 Hz aproximadamente.
Inmediatamente después del filtro, vamos a colocar un compresor para comprimir muy agresivamente el bombo, para resaltar el ataque, pero actuando casi como un limitador.
Para ello usamos una razón de compresión alta, tipo limitación, de 10:1; un umbral bastante bajo, para comprimir bastante y complementamos esto con un ataque entre 30-40 ms para dejar pasar el ataque natural y un release rápido de entre 40-80 ms.
La idea es tener unos 6-10 dB de reducción de ganancia en esta pista y el sonido va a ser como de un click muy agudo y punzante, vamos a sumar esta señal con el bombo original a gusto y voila tenemos un bombo con un super ataque, que cortará cualquier mezcla.
Vista de la ruta de señal para enviar el Bombo (KD) al envío KD. CLICK y luego sumarse en el bus amarillo. En verde resaltado el envío y la entrada y salida del canal KD KICK
Cadena de procesamiento aplicada a la pista KD CLICK. Se uso un filtro para remover las bajas frecuencias del bombo y un compresor para exagerar el ataque y por lo tanto tener una pista solo con el click.
Muestra sin y con la pista de click en el bombo. Podemos escuchar el efecto que tiene sumarle el click y como el bombo adquiere mucho más presencia.
Conclusiones
Cuando estamos en el contexto de una mezcla muchas veces necesitamos repartir la energía de algunos elementos que tienen focalizada la suya. Tal es el caso del bombo, que muchas veces tiene mucha energía en bajas frecuencias y muy poco en las frecuencias medias.
Este tipo de medidas son necesarias ya que cuando se escuche nuestra mezcla en equipos o sistemas con parlantes pequeños o computadoras y audífonos pequeños, lo que se va a estar escuchando es lo que sucede en las frecuencias medias principalmente. Si esas frecuencias están ausentes o los elementos principales no tienen algo de ellas en su contenido, vamos a tener mucha dificultad para que se escuchen en dichos sistemas.
En esas ocasiones es donde tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para lograr repartir la energía. En el caso del bombo necesitamos trabajar la ecualización (para cortar lo malo y resaltar el ataque), como la compresión. Como vimos en el artículo, a veces con ecualización y compresión puede no ser suficiente; es ahí donde la técnica del «Kick Click» nos viene muy bien, además de que es combinable con la compresión y EQ del bombo.
Lo mejor de esta técnica es que podemos sumar el ataque del bombo en un canal separado e incluso automatizarlo en algunas partes de la canción en las que busquemos mayor agresividad.
En este ejemplo escuchamos la mezcla de la canción con el bombo sin ningún proceso, se puede escuchar que tiende a perderse entre el resto de los elementos.
En este ejemplo escuchamos la mezcla de la canción con el bombo procesado con todo lo mencionado en el artículo; se puede escuchar que el bombo resalta entre todos los otros elementos.
Afróntemoslo, pocas cosas son tan difíciles de hacer sonar bien en una mezcla de audio como el bajo.
Y cuando hablo de hacerlo sonar bien, no me refiero necesariamente a que suene «bien», sino a que el bajo se destaque por sí mismo sin que la mezcla resulte en una bola de graves.
Como sabrás, el bajo compite por el espacio frecuencial con otros instrumentos como el bombo o, en ocasiones, la guitarra eléctrica, el piano, sintetizadores, etc. Por eso, es necesario hacer algunas cosas parar lograr que el bajo encuentre su lugar en la mezcla sin pasarse de graves.
En este artículo te voy a contar de que se tratan esas cosas y cómo resaltar el bajo en la mezcla para que el instrumento se pueda entender todo el tiempo.
Vamos a ello:
Cómo resaltar el bajo: empezar con el pie derecho
El problema de lograr resaltar el bajo en la mezcla comienza antes de que siquiera pongamos nuestras manos sobre la pista del bajo. Resulta que muchos elementos de la mezcla están compitiendo por esa zona frecuencial y esto hace más difícil la tarea de destacar las bajas frecuencias del bajo.
Nuestro sistema auditivo no es capaz de distinguir claramente entre varias cosas que se solapan en la frecuencia y empieza a percibir todo como una gran bola de graves, imposibilitando que el bajo resalte en dicha zona.
La forma de contrarrestar esto es hacer que todos los elementos que componen la mezcla tengan una zona frecuencial propia y que la misma se solape lo menos posible con la del resto de los instrumento
Si tenemos unas guitarras que tenemos que combinar con el bajo, necesitamos deshacernos de los bajos de las guitarras para ceder ese espacio y así lograr que el bajo destaque en su zona frecuencial.
La forma de lograr este objetivo es relativamente simple: consiste en usar filtros pasa altos o high pass filters en todas las pistas que no precisen de las bajas frecuencias: guitarras, pianos, sintetizadores, etc.
Para empezar, es una buena idea aplicar el filtro con una pendiente de 12 dB por octava y ajustar la frecuencia de corte en al menos 100 Hz, esto depende de cuanta cantidad de bajos necesitemos quitar y de qué cosa estamos filtrando: algunos elementos pueden tener una frecuencia de corte del filtro de hasta 300 Hz o incluso superiores.
Ejemplo del uso de un filtro pasa altos para quitar contenido de bajos en: guitarras, pianos, sintetizadores, armónica, etc. La frecuencia de corte se escoge dependiendo del instrumento que estamos filtrando y cuantos graves necesita.
Escucha una mezcla en la que no se usa el filtrado de graves y cómo el bajo se pierde un poco en el contexto:
En cambio en este otro audio se uso los filtros pasa altos, para todas las cosas que competían con el bajo: guitarras, armónica, tambor, hi hat, ohs, etc.
Atenuar con el ecualizador para resaltar
El siguiente paso en la lista de cosas para hacer es usar un ecualizador para limpiar algunas frecuencias que no aporten positivamente al sonido del bajo. Al mermar lo que no sirve terminamos obteniendo un sonido mucho más nítido en la mezcla.
Para ecualizar el bajo te sugiero que primero busques atenuaren los medios bajos (300-500 Hz), que es la zona que más problemas trae. En esta zona, el sonido se torna opaco, turbio, tierroso; características que no aportan para que el bajo suene bien en la mezcla y se pueda destacar.
Una buena idea para encontrar la zona que está opacando el bajo es usar la técnica de el barrido frecuencial.
Para aplicar el barrido frecuencial, activamos una banda de ecualización del tipo campana/peaking de un EQ paramétrico (el que permite cambiar ganancia, frecuencia y ancho de banda o Q) generando una ganancia importante y movemos la frecuencia barriendo hacia los costados.
Muestra de como se ve el ecualizador cuando hacemos el barrido frecuencial, buscando las frecuencias que suenan mal.
Escucha este ejemplo en el que se usa un ecualizador paramétrico sobre el bajo, para hacer barrido frecuencial, buscando la zona de los medios bajos para atenuar.
Al aplicar el barrido frecuencial, vas a notar que todas las frecuencias por las que pasamos tienden a sonar mal, en especial si el ancho de banda es muy selectivo.
Tienes que buscar son las frecuencias que suenan particularmente muy mal, teniendo en cuenta que probablemente estén en el rango de los medios bajos antes mencionado.
Un truco es hacer que el barrido vaya desde las frecuencias agudas hacia las graves, deteniendo y haciendo énfasis en la zona de los medios graves, una vez detectamos la frecuencia más molesta podemos proceder a atenuarla unos cuantos decibeles.
Si el bajo tiene mucho componente turbio y el sonido es muy poco claro, es muy probable que tengas que atenuar una buena cantidad de decibeles, hasta que el sonido se aclare. En el ejemplo de abajo se escucha el bajo sin la EQ y con la EQ constructiva.
Con este uso del ecualizador deberías estar encaminado para hacer que el bajo esté más enfatizado en tu mezcla, y podemos pasar al siguiente paso, también con un ecualizador.
Aplicación de una curva campana para cortar las frecuencias medias bajas, que opacan el sonido del bajo.
Realzar lo bueno del bajo con un ecualizador
Un problema que escucho y veo muy seguido en las mezclas del home studio es que se busca resaltar el bajo usando grandes ecualizaciones en los graves y no así en los medios agudos (1-6 kHz)
Para asegurarnos que el bajo esté presente al escucharlo en distintos medios de reproducción, va a ser necesario que tenga una buena cantidad de energía en esta zona frecuencial.
Cuando nos centramos mucho en la zona de los graves del bajo, nuestra mezcla va a sonar bien en sistemas que tengan una buena reproducción de dichas frecuencias: parlantes grandes, sistemas con sub-bajo, etc.
Piensa ¿cuándo fue la última vez que viste sistemas caseros de reproducción que tuvieran bocinas de un tamaño suficiente como para reproducir graves?
Ni hablar de la gente que escucha con earbuds o en entornos poco favorables: los bajos no pueden destacar sólamente en zonas que la mayoría de los sistemas no puede reproducir.
Para que el bajo se escuche en distintos sistemas de reproducción, necesitamos realzar el bajo en la zona de los medios agudos con ecualización aditiva, buscando la frecuencia en la que mejor suena esta EQ. Por ejemplo: donde suenan las cuerdas, el ataque o la presencia del bajo.
Para esta ecualización te sugiero que hagas un barrido frecuencial buscando esos sonidos agradables en dicha zona procurando usar un ancho de banda menos selectivo.
Es mucho más fácil encontrar una frecuencia particular cuando realzas otras cercanas y porque al hacerlo vamos a realzar intervalos musicales.
Uso del ecualizador para resaltar los medios agudos del bajo, con una curva campana y un ancho de banda poco selectivo.
En este ejemplo se puede escuchar la ecualización realzando las frecuencias medias del bajo. El sonido de las notas se aclara y el bajo adquiere mayor presencia.
Si en este punto sientes que todavía necesitas algo más de graves del bajo, te sugiero apliques una ecualización aditiva, usando una curva shelving o estante. Ten en cuenta de usar un valor de Q bajo y ganancias razonables, comparando siempre contra mezclas profesionales, para asegurarnos de tener el bajo en un buen nivel sin que se nos vaya la mano.
Muestra del uso de una curva shelving para resaltar las bajas frecuencias del bajo.
Un ejemplo de la ecualización completa del bajo usando una curva campana para atenuar los medios opacos, una curva campana para resaltar los medios agudos y una curva shelving para realzar las bajas frecuencias, se vería así:
Vista de las curvas de ecualización usadas para destacar el bajo en la mezcla. Se observa una curva shelving para realzar los bajos (rojo), una curva curva campana (naranja) para quitar los medios bajos y una curva campana (verde) para resaltar los medios agudos.
Saturación el arma secreta para destacar el bajo
Una vez trabajamos el filtrado en los elementos que compiten con el bajo, ecualizamos quitando lo malo y resaltando lo bueno, hemos llegado al punto en el que nos ponemos serios con este tema.
Por eso quiero contarte un «secreto» que aprendí hace un tiempo y que no he dejado de usar desde entonces: el uso de la saturación sobre el bajo y por saturación no me refiero a hacer que el bajo suene como una fritura.
Todo lo contrario la idea va de la mano con lo que mencionaba más arriba sobre la relación entre los sistemas de monitoreo pequeños y las frecuencias medias. Resulta que la saturación o distorsión no es más que agregar armónicos a una señal y los armónicos no son más que frecuencias superiores o más agudas.
Entonces si agregamos saturación al bajo, en efecto estamos aumentando la energía en los medios-agudos y haciendo que el bajo esté mejor representado en esa zona y finalmente resalte en la mezcla mucho más.
Ahora la manera en la que personalmente aplico esta saturación es en paralelo con la señal del bajo, tal como si estuviera usando un efecto de tiempo, esto nos permite tener independencia entre el sonido del bajo y de la distorsión.
Con esta independencia se puede filtrar el sonido de la distorsión, para que el aporte de este canal sea solo de frecuencias medias-agudas y no de bajos; entonces solamente agregamos lo que falta y nos evitamos las redundancias.
Veamos como aplicar esta técnica en paralelo:
Crear una pista auxiliar o de efectos: donde cargaremos el plugin de distorsión/saturación.
Mandar la señal del bajo mediante envío auxiliar: desde un send o envío de la pista del bajo usar un bus libre, para mandar la señal hacia la pista auxiliar.
Rutear la entrada de la pista auxiliar: la pista auxiliar debe recibir audio desde el envío que acabamos de crear.
Aplicar un filtro pasa altos antes del plugin de distorsión: para quitar los bajos de la distorsión y solamente aportar en los medios agudos, probar la frecuencia de corte entre 300-500 Hz, hasta encontrar el punto ideal.
Probar invertir la polaridad a la pista de la distorsión: muchas veces he encontrado que al filtrar el canal de la distorsión, si pruebo invertir la polaridad del mismo aparecen muchos más graves en la suma. Te sugiero por eso que pruebes invertir la polaridad del canal de la distorsión usando el plugin de filtro o con un plugin inversor de polaridad.
Sumar a gusto: colocar el nivel del fader de la pista de la distorsión buscando que resalte el bajo, sin ser notoria en la mezcla, a menos que necesitemos que el bajo se escuche con distorsión.
Forma de aplicar la distorsión en paralelo con el bajo, el canal de la derecha es el que tiene el plugin de distorsión.
Uso de un filtro pasa altos para remover el contenido de bajos de la distorsión. (Notar que en el filtro pasa altos aplique el inversor de polaridad)
Ejemplo del uso de la saturación en paralelo con el bajo, el efecto audible es de mayor presencia de las notas y de un sonido algo «filoso», que en el contexto de mezcla no se va a notar tanto:
Conclusiones
Resaltar el bajo en la mezcla es una tarea que requiere de una aproximación integral del problema de los bajos en la mezcla: sin un determinado espacio esencial, el bajo no puede «vivir tranquilo».
La próxima vez que abras una mezcla piensa en las cosas que mencionamos en el artículo: filtrar los graves de todo lo demás, ecualizar el bajo atenuando la zona de los medios-bajos, ecualizar para resaltar los medios agudos y usar distorsión para resaltar la misma zona.
Recuerda que este como otros problemas requiere de hacer un conjunto de pasos que suman al resultado final, no se pueden esperar resultados con el uso de un solo plugin o un solo proceso.
Aplicando estas sugerencias y jugando un poco con la materia prima que tengas, estarás encaminado para lograr mezclas con bajos que destaquen sin ser molestos o llegar a tapar a otros instrumentos.
Escuchemos la mezcla de la canción sin aplicar estos consejos (el bajo se nota algo hundido)
La mezcla de la canción resaltando el bajo con ecualización y distorsión en paralelo. El efecto audible es que el bajo suena presente y más al frente en la mezcla, sin aumentar el nivel del fader.
Bueno, supongo que lo que puedo llegar a decir acerca del video que está inmediatamente arriba de esto es probablemente redundante. Si, arrancamos con un canal de Youtube en este 2016 y esperamos que el contenido en formato video pueda ayudar a complementar lo que está escrito en el blog.
En el canal, vamos a tocar temática similar a la que tocamos en el blog, llámese: mezcla, edición, producción musical y, en general, todo lo que tenga que ver con el maravilloso mundo del sonido.
Los contenidos van a ser prácticos y concisos, también sumaremos una sección para las personas que recién se inician en esto de la mezcla en el blog. Vamos a tratar de que el aprendizaje alcance a todos. Si hay algún tema del que te gustaría que hablemos, no dudes en escribirnos o comentar aquí abajo para que podamos contemplarlo.
Bueno, hecho el anuncio, te voy a contar sobre el armado de sesiones en Pro Tools:
¿Por qué es importante armar una sesión en Pro Tools antes de empezar a trabajar?
Te entiendo, se que quieres abrir el programa y empezar a trabajar lo antes posible. Después de todo ¿no buscamos acaso ser lo más productivos posible con el software que usamos?
Si, es cierto, todos queremos ir a la acción lo antes posible. Ahora, créeme cuando te digo que si organizamos bien nuestra sesión de grabación vamos a ser más productivos a final de cuentas. ¿Por qué? Porque a pesar de que no lo parezca, son las pequeñas cosas las que hacen una gran diferencia en una sesión de grabación. Las fracciones de segundo que perdemos buscando algo con el mouse, o el tiempo que malgastamos buscando algo con la vista porque no podemos encontrarlo intuitivamente; esas porciones de tiempo, en apariencia insignificantes, terminan sumándose y representando una buena porción de tiempo al final de cuentas.
Por este motivo, organizar una sesión de grabación con Pro Tools es importante. Dedicarle unos minutos al principio de una sesión paga dividendos.
Me gustaría aclarar que los consejos aquí vertidos y explicados en el video, son aplicados en ProTools aunque son relevantes a cualquier secuenciador moderno. Vamos a ver por dónde empezar a configurar una sesión de grabación:
Los parámetros básicos de la sesión
Lo primero que vamos a ver al abrir Prot Tools, es un cuadro de diálogo, que nos permite escoger el tipo de archivo con que se va a trabajar la sesión (.wav o .aiff), la profundidad de bits y la frecuencia de muestreo.
Estos son parámetros que van a depender de las capacidades de la interfaz de audio y de nuestra computadora; sin embargo, para la mayoría de las aplicaciones se sugiere usar archivos del tipo WAV, una frecuencia de muestreo de 44.1 kHz y una profundidad de 24 bits.
Estos valores nos van a permitir obtener:
Audio de calidad profesional
Una buena compatibilidad entre sistema, al evitar frecuencias de muestreo menos «convencionales».
Evitar sobrecarga el CPU, que a mayor frecuencia de muestreo debe procesar una mayor cantidad de información en la misma cantidad de tiempo.
En consecuencia, vamos a poder usar una mayor cantidad de plugins, en caso de que los necesitemos.
Guardar los archivos
La siguiente ventana que vamos a ver, es para definir el lugar donde vamos a guardar toda la información generada por la futura sesión: los archivos de audio, los fades, el archivo de sesión, el video si es que existe, etc.
Es importante guardar los archivos en una carpeta claramente etiquetada, con el nombre del proyecto, artista, canción, etc. Es muy fácil apurarse en este punto y pagar un alto precio después, cuando tenemos que buscar una sesión que hicimos en el pasado, para ver que es casi imposible encontrarla.
Afortunadamente, Pro tools tiende a mantener las cosas ordenadas, ya que una vez creamos una carpeta para los archivos, se van a guardar todos allí y no deberíamos tener problemas con archivos de audio faltantes o cosas por el estilo.
Configurando el secuenciador
Dentro de la ventana de edición
Lo siguiente que vamos a ver es la ventana de edición del secuenciador, que es donde se ven las formas de onda que se generan al grabar y donde se realizan las tareas de edición como: cortar, mover, estirar, hacer trim, etc.
Por defecto si creamos una sesión en blanco, encontraremos esta ventana vacía, sin pista alguna y solo vamos a ver el contador de tiempo, los botones de reproducción y las herramientas de edición.
Antes de lanzarnos a grabar, va a ser bueno revisar las configuraciones de la interfaz (motor de reproducción) y de las entradas y salidas que vamos a usar.
Motor de reproducción
Lo siguiente que hay que revisar son las configuraciones del motor de reproducción, o playback engine, que es la configuración de la interfaz de audio con la que trabajaremos y como se va a reproducir el audio en la sesión. Vamos a encontrar este menu en la pestaña configuración—> Motor de reproducción.
En el cuadro de diálogo, tenemos que revisar la primera opción y escoger la interfaz con la que vamos a estar trabajando; cabe notar que si nuestra computadora tiene una tarjeta de audio interna o si hemos trabajado con otras interfaces, también se verán aquí.
Menú de entradas y salidas
Además se sugiere revisar el menu de entradas/salidas o inputs/outputs, que vamos a encontrar en la pestaña configuración—>E/S o I/O; para asegurarnos que los canales de entrada y salida de la interfaz están habilitados y direccionados a sus respectivos lugares.
En el menu entradas o inputs vamos a ver las entradas físicas de nuestra interfaz, es decir la cantidad de canales habilitados y que podemos grabar en simultáneo. Por lo general las interfaces vienen en configuraciones de canales pares: dos, cuatro, ocho y dieciséis canales.
Típicamente queremos que cada entrada este direccionada al número correspondiente situado a la derecha. Si por algún motivo solo nos aparece una entrada y nuestra interfaz tiene más, podemos habilitarlas creando una nueva ruta o new path y añadir la cantidad necesaria.
Para cambiar el ruteo de las entradas hay que ubicarse sobre la matriz de la derecha y mover los cuadrados con la manito que nos va a aparecer, con esto podemos hacer que la entrada uno vaya al canal dos de la interfaz o cualquier otra combinación.
De igual forma podemos proceder con las salidas o outputs, aunque la salida más importante suele ser hacia los monitores, que típicamente se rotula como Output 1-2 o A 1-2, ya que se trata de un bus estéreo.
Para que el audio se pueda reproducir es necesario revisar la ruta de audición o audition path, que debe coincidir con nuestra salida a monitores predeterminada.
Crear las pistas de audio
Antes de poder grabar, es necesario crear la cantidad de pistas que van a alojar el audio de la interfaz. Para hacer esto hay que ir a la pestaña pista—->nueva. Luego aparecera un cuadro de diálogo que especifica la cantidad de pistas a crear, el número de canales de cada pista y el tipo de pista.
Si grabamos audio,ya sea desde un micrófono o instrumento, usando una interfaz, es necesario crear: pistas de audio, mono, en muestras y en la cantidad que vayamos a usar. En este punto es posible crear pistas que luego borraremos, así que podemos aprovechar para crear varias de una sola vez.
Una vez que tenemos todo esto revisado y ajustado, estamos más que bien encaminados para encarar una gran sesión de grabación.
Todas las disciplinas tienen un lenguaje propio. Todas usan términos o definen conceptos que, fuera de contexto, suenan a chino mandarín. En el audio, el decibel es uno de esos conceptos.
La razón por la que son algo difíciles de entender, es que no son tan intuitivos como las unidades que usamos cotidianamente. Eso sí, son quizás la mejor manera de expresar lo que expresan, pero eso no quiere decir que no puedan ser algo confusos.
En este artículo, te voy a explicar de dónde vienen, para qué y por qué se usan los decibeles. Entender todo esto nos ayudará a mejorar nuestro entendimiento sobre el uso de herramientas que operamos a diario en el entorno de audio.
¿Qué son?
Son una unidad logarítmica que compara dos magnitudes de un mismo fenómeno. Con ella se pueden comparar cosas como voltajes, corrientes, potencias, ganancia, presiones sonoras, etc.
Seguro que lo viste en el colegio pero, el logaritmo (de una base determinada) de un número real positivo, es el número al que tenemos que elevar la base para obtener dicho número. El logaritmo más «común» es de base 10. Es decir que el logaritmo de 100 en base 10 es 2 ¿por qué? Porque debemos elevar 10^2 para obtener 100.
Los logaritmos (y por tanto, los decibeles) facilitan la comparación de números que tienen varios órdenes de magnitud de diferencia, cosa que sería muy poco práctica en el uso normal que les vamos a dar.
Mediante el uso de decibeles podemos hacer comparaciones entre una magnitud conocida y un valor que queremos conocer. A esto se lo conoce como «decibeles referenciados» y es lo que le da una verdadera utilidad al concepto.
Otro dato interesante acerca de los decibeles es que, no tienen unidades ya que son una medida de comparación entre dos magnitudes iguales; por ejemplo dos valores de presión sonora, voltaje, corriente, etc.
Como curiosidad, el término decibel proviene de la unión del multiplicador «deci» que quiere decir «10» y «Bell», en honor a Alexander Graham Bell.
El uso de los decibeles: una cuestión de percepción
La manera en la que el ser humano percibe distintos fenómenos entre ellos: los cambios de presión sonora, intensidad lumínica, etc. es no lineal. Es decir por ejemplo, un cambio del doble de la presión sonora en pascales, no es percibido como el doble para el sentido de la audición, más bien el cambio va a seguir una razón logarítmica.
En contrapartida el peso es una unidad lineal, ya que por ejemplo una persona de 20 kg pesa el doble que una de 10 kg; porque en ese caso no estamos hablando de un fenómeno que involucre la percepción.
En el ser humano los cambios percibidos en la presión y frecuencia están basados en el cambio porcentual de una condición inicial, por lo tanto siguen una razón matemática. Por ejemplo se ha demostrado que para incrementar el nivel subjetivo producido por un parlante, la potencia aplicada debe aumentar en 26 %, más allá de la cantidad inicial. Si teníamos 1 Watt inicialmente debemos aumentar a 1.26 Watts para percibir el cambio. En cambio si tenemos 100 Watts inicialmente, necesitamos 126 Watts para producir el mismo incremento subjetivo.
Por este motivo para el cálculo del decibel se usan los logaritmos, que son números proporcionales. En particular se usa la base 10 para los cálculos con logaritmos en audio.
Ejemplo de algunos valores numéricos y su equivalencia en Bels.
Como podemos ver en la tabla los logaritmos cumplen dos propósitos, actuar como una proporción y al mismo tiempo comprimir la escala de valores, para poder usarlos con mayor simplicidad.
Para calcular el decibel o dB, tan solo debemos multiplicar por 10 el valor obtenido en el cálculo del Bel.
dB = 10 log (W1/W2)
La expresión para calcular el decibel está definida para la potencia, tanto eléctrica como acústica. Si queremos calcular lo que sucede con magnitudes que no son la potencia, por ejemplo: voltaje o presión sonora, es necesario hacerlas proporcional a la potencia, mediante la ecuación de la potencia.
Ecuación para el cálculo de la potencia, expresada en términos de voltaje:
W= (V2/R)
Donde,
W es la potencia en Watts.
V es Voltaje en Volts.
R es la resistencia en Ohms.
Teniendo en cuenta esto último y para simplificar la operatoria, el cuadrado del voltaje pasa a multiplicar la expresión del decibel. Por lo tanto para el cálculo de voltaje y presión sonora la expresión del decibel es:
dB = 20 log (V1/V2)
Decibeles referenciados
En muchas de las aplicaciones del decibel se usan valores referenciales de la magnitud estudiada, para establecer un punto de comparación que tenga significado práctico. Los decibeles que usan una unidad comparativa se llaman referenciados.
Dependiendo el fenómeno que estemos estudiando: presión sonora, voltaje, potencia eléctrica, etc. vamos a usar distintas referencias en cada caso. Los valores de las referencias, provienen de una cantidad significativa para el fenómeno en cuestión.
Ejemplos de algunos de los decibeles referenciados más usados en audio.
dBNPS (Nivel de Presión Sonora)
Se usa cuando estudiamos la presión sonora y se refiere a cuan «fuerte» suena o se percibe una fuente, ya sea un instrumento musical, parlante, voz, etc. La referencia que se toma para el cálculo es el sonido más bajo que puede escuchar una persona sana y joven, en las frecuencias medias. También llamado umbral de audición.
La presión sonora se mide en pascales y la referencia es de 20 micro pascales (20x 10-6), que equivale a 0 dB. Recordemos que al tratarse de una medida de presión la expresión para el cálculo del decibel es:
dBNPS = 20 log (P/20×10-6 )
Para darnos una idea de la amplitud del rango de escucha del oído, este va desde el valor de referencia, 20 micro pascales, hasta 200 pascales que equivalen a 140 dB. La variación de la presión sonora es inmensa y es superior a un millón de veces, lo que transforma al decibel en una unidad idónea para comprimir la escala y hacer comparaciones sencillas.
El ser humano tiene un rango tan amplio de escucha, como un factor evolutivo que nos permite estar alerta de los peligros que pueden avecinarse. En épocas antiguas un sonido fuerte significaba algún animal grande o suceso que había que anticipar.
Rango de audición del oído humano demostrado con valores relativos en presión sonora y decibeles.
Ponderaciones
Son curvas de atenuación que se aplican en la medición de la presión sonora, para acercar la misma a lo que percibe el oído a distintos niveles y frecuencias. Esto se debe a que el oído no tiene la misma respuesta en frecuencia a todos los niveles de presión sonora. Específicamente tiene un pronunciado filtro en bajos y agudos en especial a bajos niveles de escucha.
Entonces las mediciones con sonómetros/decibelímetros a bajos niveles de presión sonora, tienden a reflejar valores mucho mayores que el nivel percibido, que es el que necesitamos evaluar. Recordemos que las bajas frecuencias influyen mucho en la medición.
Por este motivo y para reflejar mejor como actúa el oído ante distintos niveles de presión sonora, se crearon curvas de ecualización inversas a la respuesta del oído. De esta manera se compensa la lectura y los valores que se obtienen son más realistas. Las curvas usadas normalmente son tres (A,B y C) y cada una se usa en un rango de nivel de presión sonora.
Curva A: Es una inversión de la curva de 40 phones de audición, está pensada para mediciones de presión sonora menores a 55 dB. El resultado de la medición es en dBA.
Curva B: Es una inversión de la curva de 70 phones de audición. Está pensada para hacer mediciones con nivel de presión sonora intermedio, de 55 a 85 dB. El resultado de la medición es en dBB.
Curva C: Es una inversión de la curva de 100 phones de audición. Está pensada para hacer mediciones con un nivel de presión sonora alto, mayor a 85 dB. El resultado de la medición es en dBC.
Curva de respuesta en frecuencia generada con las ponderaciones A, B Y C.
Decibeles de potencia
En audio se usan principalmente dos decibeles referidos a la potencia, dependiendo del valor que se maneja en cada situación. Con valores bajos de potencia se usa el dBm y con valores altos se usa el dBW.
dBm
Es un decibel referido a una potencia de un mili Watt para una carga de 600Ω. Recordemos que muchas de las cosas que usamos hoy en día en audio, provienen de la telefonía o las radiocomunicaciones. En un comienzo las empresas de telefonía medían el nivel de las señales que enviaban por la línea, que tenía una impedancia de 600 Ω.
En esos tiempos la transferencia de señales óptima, requería que la impedancia entre el dispositivo de salida y de recepción estuviera igualada. A esta transferencia se le llama de máxima potencia y es por eso que muchos equipos, algunos hasta la fecha, tienen una impedancia de salida de 600 Ω.
dBm = 10 log (P/1×10-3 W)
dBW
Es un decibel referido a una potencia de 1 Watt, se usa cuando las potencias son iguales o mayores a 1 Watt. Por lo tanto está pensado para señales de potencia importantes, como son las que entregan los amplificadores de potencia para uso doméstico, de estudio o refuerzo sonoro.
dBW= 10 log (P/1 W)
Decibeles de voltaje
En general vamos a encontrar que los equipos de audio para uso doméstico o profesional, especifican el voltaje de salida en dos medidas de voltaje: dBu (ámbito profesional) y dBV (ámbito doméstico o semi-profesional).
dBu
Es un decibel que tiene como referencia 0.775 Volts, sin una carga asociada y de ahí proviene la u (unloaded). El valor de referencia tiene que ver con hechos históricos, ya que se tomo justamente el voltaje necesario para generar 1 mili Watt en una carga de 600 Ω.
dBu= 20 log (V/0.775)
Los dispositivos de audio modernos no trabajan con el concepto de impedancia de salida y entrada igualada, como en el caso del dBm. Más bien usan impedancias de salida muy bajas e impedancias de entrada muy altas. De esta forma se prioriza la máxima transferencia de voltaje, que es mucho más conveniente que transferir potencia eléctrica.
El nivel de salida o de línea de la mayoría de equipos de audio profesional es +4 dBu, que equivale a un voltaje RMS de 1.23 Volts. Este valor de voltaje tiene que ver con el rango de operación de los circuitos operacionales modernos y permite tener suficiente headroom para la señal, antes de la distorsión.
dBV
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Es un decibel de voltaje que tiene como referencia 1 Volt RMS y es normalmente usado para especificar el nivel de línea en equipos de audio semi-profesionales, tales como reproductores de CD, DVD, video juegos, entre otros.
dBV = 20 log (V/1)
El nivel de línea especificado en este decibel es de -10 dBV y es equivalente a 0.316 V RMS. Este valor de voltaje tiene que ver con el rango de operación de los circuitos operacionales de menor calidad (notar que el valor es aproximadamente cuatro veces menos que el voltaje usado para el nivel de línea profesional); por lo tanto los dispositivos que usan este nivel de línea son más propensos al ruido, que se puede inducir por fuentes de interferencia electromagnéticas.
Digital
dB FS (Full Scale)
Es el decibel usado en los sistemas digitales, tales como los secuenciadores o D.A.W, para referirse al máximo nivel de voltaje peak que puede tener una señal antes de clippear el conversor digital. La idea de este decibel es establecer el máximo nivel posible que puede tomar la señal para no distorsionar.
Algo importante que hay que notar es que la escala de los secuenciadores esta definida en números negativos, ya que el 0 dB representa el tope de la escala y de ahí el nombre Full Scale. Esta referencia puede ser algo confusa, ya que para trabajar en el secuenciador vamos a estar usando valores negativos en decibeles. Tanto para la etapa de ganancia, umbrales del compresor, entre otros ajustes.
Conclusiones
Tal vez los decibeles no son algo que usemos en nuestra vida diaria, fuera del audio o las telecomunicaciones, sin embargo son una herramienta muy útil y fundamental para un montón de disciplinas y aplicaciones entre ellas el sonido y audio.
Como vimos el decibel fue adoptado como unidad de amplio uso en el audio gracias a que se correlaciona bastante bien con la manera en la que el oído humanopercibe los niveles y la frecuencia. Una de las cosas que hace el decibel es comprimir el inmenso rango de valores de presión que el oído es capaz de percibir y nos lo presenta con unos números mucho más digeribles.
Los decibeles nos van a servir para comparar especificaciones entre distintos dispositivos o equipos de audio, de una manera fiable y equitativa (siempre que el fabricante sea honesto en sus mediciones); es decir nos sirven como marco de referencia.
Como siempre espero que este artículo haya sido útil y que haya aclarado de manera sencilla algunos de estos conceptos, que pueden resultar algo complejos en principio. Creo que sin duda el conocer mejor las herramientas con las que trabajamos nos permite hacer mejor uso de ellas en la práctica.
Gracias a la gente de Magix, llegó a nuestras manos el secuenciador Samplitude Music Studio 2016. Secuenciador que tiene su fuerte en la producción musical moderna para el home studio. En este artículo, vamos a repasar algunas de las características más interesantes del programa y todo lo que puedes hacer con el mismo.
Algunas características del programa
El secuenciador está orientado principalmente a la producción musical y en especial del home studio, ya que en el, encontramos numerosos instrumentos virtuales, emulaciones de amplificadores de guitarra, que son ideales para el músico que quiere producir canciones con un presupuesto acotado dentro del homestudio.
Obviamente, este tipo de instrumentos virtuales no puede reemplazar otros instrumentos reales/virtuales; sin embargo, sienta un precedente interesante para el software que le promete un estudio completo al músico amateur.
Instrumentos virtuales
El sonido de los instrumentos virtuales que vienen con el software es muy bueno. Es posible usarlos para una infinidad de estilos y propuestas distintas, sin que nadie note que se usaron dichas herramientas. Entre los instrumentos destacados encontramos los siguientes:
Batería: Pensada para rock, aunque puede ser usada en distintos estilos con facilidad. Tiene un sonido contundente.
Bajo eléctrico: Con él podrás definir las bajas frecuencias de la canción y brindarle el sostén que necesitan con un sonido realista.
Instrumentos de folk: Uno de los instrumentos virtuales más interesantes del secuenciador. Tiene los instrumentos acústicos clásicos de folk como: mandolina, guitarra, dobro, percusiones, banjo, etc.
Acordeón: Podrás darle un toque vintage a tus canciones con este instrumento. Usado en el contexto adecuado, puede generar la atmósfera ideal.
Piano y sintetizadores: Este es otro de los departamentos más cuidados y desarrollados del secuenciador. Con unos sonidos de piano del tipo rhodes, sonidos vintage, pianos reales y sintetizadores. Un abanico de posibilidades para escoger el más indicado para tu canción o producción.
Guitarras: Tanto para hacer acompañamientos distorsionados, como para punteos clásicos, el secuenciador tiene algo que puede satisfacer tus necesidades con un muy buen sonido, en especial el de guitarra clásica.
Loops: Cuando necesites un sonido más moderno de percusión o rellenar un puente en una canción te vendrán muy bien la selección de loops que vienen incluídos en el secuenciador.
Algunos de los instrumentos virtuales más representativos del programa desde izquierda a la derecha: Instrumentos de folk y acordeón, instrumentos clásicos, sintetizador virtual, piano y teclas, guitarras, bateria y bajo.
En la grabación
Desde el punto de vista de la grabación hay una cantidad ilimitada de pistas de audio y MIDI, que pueden ser usadas; la limitante pasa a ser el procesamiento y memoria de la computadora que usamos.
Para esta tarea el programa nos da la posibilidad de usar plantillas pre definidas, las mismas contienen los plugins de procesamiento típicos necesarios para pulir el sonido de una guitarra, voz, teclado, etc.
Si por ejemplo usamos la plantilla para grabar guitarra eléctrica, se carga automáticamente un emulador de amplificadores, con el que podemos moldear el sonido de guitarra para la canción en particular y así vestir a nuestra guitarra de diversos colores distintos, por supuesto este emulador puede desactivarse en cualquier momento.
En lo que respecta al resto de las plantillas al elegirlas se cargan automáticamente plugins de ecualización, compresión y efectos de tiempo, que también pueden ser activados o desactivados según sea necesario.
Además podemos empezar una sesión desde cero e ir creando las pistas conforme sea necesario con sus respectivas inserciones; para ello el programa nos permite grabar desde las entradas físicas de nuestra interfaz o placa de sonido en cada una de las pistas. En las preferencias de la sesión podemos cambiar el tempo, cifra indicadora, agregar un click, modificar la frecuencia de muestreo, profundidad de bits, entre otras cosas.
Vista de las opciones de plantillas para la grabación de piano, voces, acordeón y guitarras dentro del programa.
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Edición
Una vez terminamos de grabar las pistas de audio y MIDI, podemos editarlas tanto en el tiempo como la afinación, crear una toma maestra, arrastrar y copiar partes, cambiar el arreglo de la canción, entre otras opciones. Veamos algunas de las funciones de edición del programa:
Compilar tomas: Al hacer varias tomas el programa nos permite escoger la mejor de ellas, para crear una toma maestra perfecta; esta función puede ser usada para voces, instrumentos solistas o cualquier otro elemento importante dentro de la canción.
Edición en el tiempo: Se pueden hacer ediciones manuales del material grabado, cortar y mover partes, ajustando con crossfades los enlaces entre las regiones. También podemos estirar las notas, para buscar que estén en el tiempo perfecto a cada instante.
Afinación vocal: Se incluye un afinador para voces que permite corregir o perfeccionar la afinación de una toma vocal, para obtener voces con sonido profesional al instante; el editor de afinación es bastante intuitivo y sencillo de usar.
Ventana de edición del secuenciador, se pueden observar las regiones de audio, la barra de transporte y los medidores de nivel incorporados.
En la mezcla
Para mezclar se usa la ventana de mezcla, que tiene la posibilidad de hacer una mezcla profesional con los plugins y efectos incluídos en el secuenciador, algunas de las cosas que vamos a encontrar en dicha ventana son:
Ganancia: Potenciómetro para ajustar la ganancia de la pista ya grabada, de tal forma de obtener la mejor estructura de ganancia y crear mezclas limpias, profundas, con toda las cualidades del sistema digital.
Inserciones: Cada canal tiene hasta seis apartados para inserciones, que pueden ser activadas con plugins de filtro, EQ, compresión y efectos de tiempo. Las inserciones pueden ser copiadas entre canales arrastrando la selección.
Envíos auxiliares: Cada canal tiene hasta cuatro envíos auxiliares para ser usados alimentando efectos o para procesamiento especial; dentro de los efectos de tiempo vamos a encontrar plugins de reverberación, delay y eco, chorus y flanger.
Ecualizador incluído: Cada canal tiene un ecualizador incluído por defecto, para ampliar las posibilidades de control de frecuencia, de ser necesario.
Automatización: El programa ofrece distintos modos y parámetros para automatización, para hacer que la mezcla tenga vida y movimiento de una forma intuitiva y simple. Podemos modificar el nivel, panorama y los parámetros de los plugins que vamos a usar.
Con todas estas opciones y otras más que incluye el secuenciador es posible crear una mezcla profesional, sin tener que usar plugins externos; aunque si lo precisamos podemos usar plugins VST3, VST2, ASIO, ReWire, MTC, MC.
Vista de la ventana de mezcla dentro del secuenciador; se pueden observar los envios, inserciones y el ecualizador en cada canal.
Para masterizar
Cuando el presupuesto es ajustado, podemos hacer nuestra propia masterización con las herramientas incluídas en el secuenciador; para ello se dispone de una suite para mastering que se activa desde el master fader de la ventana de mezcla.
Esta suite nos permite usar presets para distintos estilos musicales, para aproximar nuestro audio a dichos estilos o podemos elegir usar las herramientas por separado para lograr resultados más precisos.
Entre las herramientas para masterizar encontramos un: ecualizador paramétrico de seis bandas, compresor multibanda, procesador de estéreo y un limitador; estas son las herramientas básicas para hacer una masterización de buena calidad.
Ventana de la suite de mastering del secuenciador; en ella se pueden activar las distintas instancias de procesamiento y usar presets para cada caso.
Exportar el producto final
Al terminar de masterizar las canciones podemos elegir exportar las pistas en formatos como: Wav, Aiff, MP3, AAC, Windows media, FLAC, entre otros e incluso es posible quemar un disco con las pistas con el espaciado, marcadores, fades y los cambios finales entre pistas, de manera intuitiva.
Ventana para exportar las canciones masterizadas del proyecto listas para grabarlas en un disco.
Conclusiones
Si eres músico, tienes un home studio o te gustaría grabar tus propias canciones en alta calidad encontraras que el Samplitude Music Studio es una muy buena alternativa, ya que tiene todas las funciones que puedes necesitar para la grabación, edición, mezcla e incluso masterización de tus canciones.
Entre los puntos más destacados del programa está el gran abanico de instrumentos virtuales que ofrece, los instrumentos virtuales nos sirven muchísimo a la hora de componer y grabar una canción completa, sin la necesidad de otros músicos o un gran estudio para grabarlos. La calidad de sonido, practicidad y alternativas que nos brinda son muy buenas y esto por si solo hace valer la pena el programa.
Si además pensamos que podemos editar las grabaciones, tanto de audio como MIDI, afinar y compilar las tomas vocales, pulir el sonido final dentro de la mezcla e incluso hacer nuestras propias masterizaciones, la relación calidad precio de este programa es excelente. En la página de Magix se puede descargar y probar el programa por un periodo de 30 días, para experimentar todas las bondades del mismo con tus producciones.
¿Alguna vez te preguntaste por qué hay mezclas que no parecen aburrir, a pesar de no tratarse de canciones tan especiales? ¿Nunca te encontraste escuchando una canción que, en esencia era muy simple, pero que, en su simpleza, no dejaba de ser muy interesante? ¿Te has dado cuenta que las buenas mezclas suelen complementar la buena composición y arreglos?
Si la respuesta a alguna de esas preguntas es sí, es probable que hayas descubierto la automatización en la mezcla, aún sin saberlo.
En la mezcla, la automatización es la mejor manera de conseguir dinámica y movimiento. A pesar de que es un concepto relativamente simple de entender, es desconocido por mucha gente y es una de las principales barreras que divide a las mezclas que suenan amateur de las mezclas profesionales.
En este artículo te voy a contar acerca de esta técnica de mezcla, lo que tienes que saber para empezar a usarla y qué pasos seguir para lograr que las canciones no se vuelvan monótonas introduciendo factores de novedad que atraigan al oyente.
¿Qué es la automatización?
Como concepto general, más allá del audio, se refiere a un proceso o serie de procesos que es asistido por algún dispositivo y se hace de manera automática o semi-automática, de manera de obtener los mismos resultados pero con una eficiencia muy superior. Un robot en una fábrica o un programa que extraiga información de una tabla es un ejemplo de automatización.
En lo que respecta al audio y la mezcla, representa la capacidad de un sistema de audio, como una consola o un secuenciador, de guardar cambios de los parámetros del mismo, para poder reproducirlos automáticamente posteriormente. Algunos ejemplos son cambios en el nivel de un fader, cambios en la panorámica, los silencios, entre otras cosas.
¿Y eso para qué me sirve?
En pocas palabras: para lograr que nuestras mezclas realcen las características interesantes de una canción o, de no haberlas, las cree.
Es un hecho que la canción popular tiene un cierto formato: por lo general, se trata de piezas musicales de 3-4 minutos que siguen estructuras simples (ABAB, ABABCB, etc) y que tienen un contenido armónico más bien limitado.
A esto, le tenemos que sumar que en una era en donde estamos bombardeados por la información, nuestro período de atención es cada vez más corto. Un estudio sobre la escucha promedio en Spotify, concluyó que el 25% de las canciones se abandonaban en los primeros 5 segundos; los oyentes somos cada vez más impacientes y como sabemos que estamos a unos cuantos clicks de distancia de cientos de miles de canciones, elegimos pasar a otra cosa.
Esto nos empujar a sacar la conclusión de que no nos podemos dar el lujo de que las canciones que compongamos o mezclemos se tornen monótonas. En un mundo ideal, todas las canciones estarían bien arregladas y tendrían elementos de composición interesantes, algo que las haga atractivas; sin embargo, la realidad es que no todas las canciones tienen esas características y como hemos dicho en otro momento a veces, al mezclar, nos corresponde asumir roles que «en teoría» no nos tendrían que preocupar.
Así, se hace necesario generar cambios dentro de la canción, para poder mantener al oyente subconcientemente atraído a seguir escuchando. Estos cambios deben, en lo posible, favorecer artísticamente a la canción y reforzar su mensaje.
Para eso necesitamos generar movimiento, dinámica, partes que entran y sale, partes que suenan distinto de acuerdo a la sección, instrumentos complementarios, ingreso y salida de efectos de acuerdo al contexto musical. En resumen, tenemos que ser creativos para lograr que la canción que tengamos que mezclar explote a fondo su potencial y se transforme en algo único.
Ese es el principal (aunque no único) objetivo de usar automatizaciones en la mezcla.
Un poco de contexto
Antes de la existencia de los sistemas de automatización modernos, las mezclas se hacían a manera de interpretación musical; es decir, había que saber de antemano que cosas iban a cambiar en el tiempo y hacer una suerte de guía que había que seguir en el playback. Esta forma de mezclar requería de mucha concentración y de varias manos encima de la consola, no era raro ver que el ingeniero de mezcla usaba la ayuda del asistente y los músicos de la banda para lograr hacer los cambios necesarios. Si había un error en la interpretación de la mezcla había que hacerla de nuevo desde cero, lo que insumía mucho trabajo y podía ser frustrante.
Algunas de las cosas que se cambiaban eran: los niveles de ciertas pistas, el silenciado de las mismas, el nivel de los envíos auxiliares, el nivel de retorno de los efectos, el uso de un efecto particular, etc.
Así, los fabricantes de consolas analógicas tomaron nota de estas dificultades y buscaron idear un sistema que pudiera hacer estas cosas de manera semi automática. El origen exacto de los primeros sistemas de automatización de mezcla es algo difícil de determinar. Bob Ohlsson, ingeniero de Motown Records, asegura que el primer sistema de automatización se hizo en los estudios de Motown en el año ’66, a pedido de Berry Gordy; Allison Research lanzó en el año 72 un sistema de automatización precario; API (Automated Processes, Inc) desarrollo en el año 72 un sistema de automatización de faders y asegura en su sitio web que crearon la primer consola con automatización programable por computadora de envíos auxiliares, ecualización, paneo y nivel de faders; Neve por su parte, lanzó NECAM (Neve Computer Assisted Mixdown) en el año 77, que según su sitio web fue el primer sistema de automatización con faders móviles.
A pesar de que la automatización era algo rudimentaria, en especial si la comparamos con la realidad actual, la introducción de la misma represento un gran avance en lo que se podía hacer con las mezclas y redujo mucho el tiempo que el proceso de automatización insumía.
En los sistemas de automatización incorporados en las consolas, la información normalmente se guarda en la memoria de una computadora integrada con la consola. De esta forma, es posible acceder a los parámetros de la sesión de mezcla y continuar con el trabajo en otra sesión, más adelante en el tiempo, pudiendo así construir las mezclas en el tiempo, en lugar de tener que tomar todas las decisiones en una sola sesión.
Estos avances hicieron posibles la creación de mezclas cada vez más complejas y con un número de canales cada vez mayor. Por otro lado hicieron posible que incluso una sola persona pudiera lograr hacer la mezcla sin necesidad de gran apoyo externo. Por otra parte, no es casualidad que el nacimiento de los sistemas de automatización coincida con la, por entonces, revolucionaria posibilidad de grabar 16 o 24 pistas a una cinta de 2 pulgadas: las mezclas se tornaban cada vez más complejas y el desarrollo de la automatización fue solo una consecuencia lógica.
Ahora, si bien es muy interesante analizar la historia y el desarrollo de los primeros sistemas de automatización, lo que nos interesa es estudiar el proceso en el secuenciador. Veámoslo:
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En el secuenciador
En el secuenciador, la automatización toma lo aprendido con las consolas analógicas, pero lleva las posibilidades a otro nivel ya que el sistema digital no tiene las mismas limitaciones que los sistemas analógicos/físicos. Es posible automatizar: faders, silencios, panoramas, envíos a efectos, silencio de envíos, etc. En algunos casos, podemos automatizar distintos parámetros de los plugins usados en la sesión y, en ese caso, las posibilidades son casi infinitas. Para citar algunas, podemos automatizar: la desactivación/activación del plugin, la frecuencia de corte de un filtro, la curva de ecualización usada, el tiempo de reverberación, el nivel de la reverberación, etc.
Nuestra imaginación entra en juego y la combinación de cosas que podemos lograr es única y nos permite dar verdadera vida a la mezcla, siempre que usemos esto en favor de la música.
Ventana de automatización
Dentro del secuenciador, vamos a encontrar una ventana donde podemos habilitar la automatización de los parámetros que necesitemos en un momento dado de la mezcla. Es una buena idea automatizar un parámetro por vez y mantener habilitados solo los parámetros que se están trabajando en cualquier momento dado, ya que es fácil equivocarse y sin querer grabar automatizaciones de un canal que no queríamos.
En la ventana de automatización podemos elegir habilitar/desabilitar la automatización en la mezcla de distintos parámetros, si bien esto depende un poco del secuenciador la mecánica es similar en general.
Volume: Se refiere a la automatización de los faders de nivel principal.
Pan: Se refiere a la automatización del panorama de la pista.
Mute: Se refiere a la automatización de los silencios o mutes de las pistas.
Send Volume: Se refiere a la automatización del nivel a los envíos auxiliares.
Send Pan: Se refiere a la automatización del paneo para los envíos auxiliares.
Send Mutes: Se refiere a la automatización del silencio o mute de los envíos auxiliares.
Plugins: Se refiere a la automatización de los plugins.
Ventana de automatización dentro de Pro tools.
Pistas de automatización
El lugar donde producimos la automatización, y donde posteriormente podemos ver los cambios, se llama pista de automatización (automation lane); suele encontrarse debajo de la vista de forma de onda o waveform.
La cantidad de pistas de automatización depende de la cantidad de parámetros que tengamos activados para automatizar. Se suele recomendar habilitar solo las cosas que sean necesarias para no generar distracciones o un exceso de información en lo visual.
Cada parámetro que automaticemos va a tener su propia pista de automatización, que no es nada más que una línea a lo largo del tiempo que se puede modificar usando un fader, potenciómetro de panorama, mute, etc. También es posible hacer los cambios dibujando la automatización con la herramienta manual creando los llamados puntos de automatización.
Pistas de automatización dentro de una pista dentro de Pro Tools. En rojo se destaca donde hay que seleccionar para que se muestren y las posibilidades de automatización.
Vista de la pista de automatización con las respectivas automatizaciones debajo de la forma de onda de una pista de audio.
Pistas de automatización de Nivel (Volumen) debajo de las pistas de audio.
Modos de automatización
Para la automatización de los parámetros podemos escoger entre algunas formas en las que el secuenciador graba y reproduce la automatización. Dependiendo el caso va a ser mejor usar uno sobre otro, veamos los distintos modos de automatización
Write/Escribir: Nos permite escribir un pase de automatización del parámetro seleccionado desde el momento en el que inicia la reproducción, hasta el momento en el que se detiene. Tiene la particularidad de borrar las automatizaciones escritas anteriormente; por este motivo, se suele usar en una primera automatización.
Touch/Tocar: Permite escribir la automatización sobre el parámetro escogido, desde que se «toca» sobre el mismo, hasta que dejamos de «tocar» el parámetro. Tiene la particularidad de volver a un valor preestablecido cuando se deja de tocar el parámetro. No borra las automatizaciones anteriores mientras se reproduce.
Es muy útil al automatizar el nivel de un fader desde una posición de equilibrio, como puede ser el 0 dB del fader. Cuando tocamos el fader, ya sea para subir o bajar el nivel, se escribe automatización y cuando dejamos de tocar vuelve al 0 dB, lo que es muy conveniente si es que necesitamos corregir algunas partes del nivel del elemento, pero estamos contentos con el nivel general.
Latch/Fijar: Permite escribir automatización al tocar sobre el parámetro escogido mientras se esté en reproducción, al dejar de tocar el parámetro a diferencia del modo touch el valor se mantiene en el último escogido. Tiene la particularidad de no borrar automatizaciones previas mientras está en reproducción siempre que no toquemos el parámetro.
Read/Leer: Permite leer las automatizaciones generadas en la pista seleccionada o en la sesión, mientras nos encontremos en reproducción. Está pensado para no borrar las automatizaciones que ya han sido creadas accidentalmente y para interpretar las existentes.
Auto Off: Deshabilita todas las automatizaciones creadas en la pista seleccionada o en toda la sesión, dejando sin efecto los cambios que se hayan generado.
Como sugerencia: se suele empezar a automatizar el parámetro seleccionado en el modo Write en la primera vez, buscando lograr los cambios gruesos que se pretenden obtener; luego, se puede pasar al modo Touch o Latch, para refinar la automatización, repitiendo las veces que sean necesarios los movimientos. Una vez que la automatización es satisfactoria, se sugiere colocar en modo lectura o Read la pista, ya que es fácil equivocarse y borrar el trabajo acumulado.
Cuando queremos ver si los movimientos que hicimos son positivos para la mezcla, podemos deshabilitar la automatización con Auto Off y escuchar con atención las diferencias entre ambas opciones.
Automatización de plugins
La automatización básica es genial y muy eficiente; sin embargo, la «magia» de la automatización está en las posibilidades que se abren al poder hacer cambios en los plugins que usamos en la mezcla, incluir nuevos procesos en una parte en particular, efectos, entre otras cosas. El límite es nuestra creatividad y el dominio que tengamos sobre las herramientas a nuestra disposición ya que, incluso con los plugins estandard del secuenciador se pueden lograr cosas que antes sólo eran posibles en estudios de alta gama.
Veamos algunas alternativas de posibilidades para automatizar:
Habilitar/ Desabilitar Plugins: Con esto podemos hacer que en una parte de la canción entre o salga el efecto de un determinado plugin sobre la señal. Podemos cambiar el timbre del instrumento, agregar distorsión, cambiar la reverberación de la voz, filtrar la mezcla, etc. Todo lo que se nos ocurra es posible; sin embargo, se sugiere tener cuidado con esta posibilidad ya que al activarse, es posible que el plugin introduzca clicks y ruidos. Si esto sucede, hay que buscar otra forma de lograr el cometido.
Frecuencia de corte de filtros: Si alguna vez escuchaste una mezcla que de un momento a otro queda centrada en los medios, es probable que eso se haya logrado usando un filtro sobre el master fader o buss de mezcla, cuyas frecuencias de corte estaban automatizadas para esa parte de la canción. Este tipo de automatización no induce ruidos ni clicks. Se puede probar la frecuencia adecuada para el corte y luego grabarlo en la pista de automatización adecuada.
Cambiar la Ecualización: En muchas mezclas y para generar cambios grandes de timbre, se genera una curva de ecualización muy distinta a la que la señal tenía originalmente. Para ello, podemos usar anchos de banda grandes y frecuencias centrales distintas a la EQ original. Esto se puede combinar también con el uso de filtros.
Cambiar el decaimiento de la Reverb: No es raro que en una mezcla se usen distintos decaimientos. Por ejemplo, si durante la estrofa hay pocos elementos se puede usar un tiempo más largo, reduciéndolo en el estribillo, para hacer que los elementos parezcan más cercanos y al frente.
Agregar distorsión: Si hay un elemento que puede cambiar el timbre radicalmente es el uso de distorsión. En ese sentido, agregar distorsión a un elemento en una sola parte de la canción, puede generar efectos muy interesantes. Este tipo de automatizaciones se suele usar en las voces.
Delays dinámicos: Si alguna vez escuchaste delays que solo aparecen al final de las frases vocales (donde más espacio suele haber) seguramente estabas escuchando una automatización del silencio al envío auxiliar del delay. Esto puede ser muy efectivo para «contener» una mezcla en la que hay muchos elementos sonando al mismo tiempo sin perder el efecto de profundidad generado por el delay.
Comprimir más: Otra forma de modificar la envolvente es usando compresión. Podemos comprimir uno o varios elementos en mayor medida automatizando el umbral o la razón de compresión para lograrlo.
Como mencioné, estas son solo algunas de las posibilidades que abre la automatización. La creatividad, el gusto adquirido y la inspiración en las mezclas comerciales pueden ayudarnos a conseguir resultados muy interesantes en nuestras mezclas.
Conclusiones
La automatización de las mezclas de audio es algo que se hace desde siempre. Los músicos e ingenieros, aprovechando la naturaleza única del estudio de grabación, introdujeron cambios en las canciones que eran muy difíciles, sino imposibles de hacer en vivo. El problema era que, generar estos cambios era una tarea titánica que debía ser planificada con antelación y en la que tenía que participar mucha gente. Las decisiones implicaban un compromiso que no se podía reveer sin volver a pasar por todo el proceso de «mix-down».
Este detalle, sumado al advenimiento de las grabadoras de cinta multipista, impulsaron a la creación de sistemas de automatización que en un principio permitían hacer «recalls» (replicar una mezcla entre sesiones) y también automatizar parámetros como envíos, ecualización, paneos, nivel, etc. Así, el desarrollo se fue expandiendo con el avance de la tecnología digital.
Hoy por hoy, con el uso extendido de las estaciones de trabajo digitales modernas, las posibilidades que ofrecen las automatizaciones están prácticamente limitadas por la creatividad del ingeniero de mezcla y los músicos (si es que participan de este proceso. Es posible introducir cambios que en otra época eran directamente imposibles o inaplicables.
Como regla general, es recomendable prestarle atención a las mezclas que nos gustan o que nos parecen interesantes y sacar conclusiones de allí. La automatización en combinación con un buen arreglo es una receta muy efectiva para hacer canciones que mantengan la atención del oyente.
En cuanto a la parte técnica, es recomendable entender qué hacen y para qué sirven los distintos modos de automatización, de manera de comprender las posibilidades que los mismos abren. Por otra parte, familiarizarse con las pistas de automatización es importante para que el flujo de trabajo sea constante.
Finalmente, es interesante notar que la automatización también se puede usar para cosas menos convencionales como el «de-essing» (mediante la automatización manual de las «s») y que la automatización de plugins es lo más parecido a tener un estudio de cientos de miles de dólares en equipamiento y 3 o 4 pulpos obedientes.
Mencionamos anteriormente que hay distintos tipos de compresores más allá de las marcas o modelos y que cada uno de estos compresores tenía sus propias características con las que había que familiarizarse para poder sacarles el máximo provecho posible.
La división de los distintos tipos de compresores de audio no se hace de manera caprichosa o aleatoria, para ella se suele considerar un factor primordial: el circuito de reducción de ganancia. Este circuito es el «alma» del compresor: sin importar que tanto cambien las características que lo rodean, el circuito de reducción de ganancia establece una suerte de techo que determina las características del compresor y sus usos posibles. Así como no usarías una coupé dos puertas para irte de gira con tu banda de ska, no te conviene usar un compresor óptico para comprimir algo con un ataque ultra-rápido.
La idea con este artículo es que nos hagamos una idea de qué es lo que distingue a cada una de las familias de compresores desde el punto de vista teórico pero también desde el punto de vista práctico. Conocer, aunque sea superficialmente, los bloques de funcionamiento de los compresores puede ser de utilidad para tomar mejores decisiones con respecto a su uso.
Bloques de funcionamiento de un compresor de audio
Sabemos que los compresores son dispositivos capaces de controlar el rango dinámico de una señal dada. Sin embargo, hasta ahora no vimos cómo es que hacía el compresor para lograr esto. De manera simplificada podríamos decir que a nosotros nos interesa que el compresor actúe como una «mano invisible», encargada de atenuar el nivel de la señal que recibe, de acuerdo a ciertos parámetros definidos por el usuario: umbral, razón de compresión, ataque, release, entre otros.
La palabra clave dentro de todo esta definición es: «atenuar». Vimos en este artículo la definición de ganancia y entendimos que la misma puede ser negativa: el nivel de la señal a la salida es menor que el nivel de la señal a la entrada. Con esto en mente, vemos que la atenuación que necesitamos no es otra cosa que un amplificador con ganancia negativa. En el caso del compresor a ese dispositivo se le denomina «Amplificador Controlado por Voltaje» (Voltage Controlled Amplifier en inglés), que no es otra cosa que un amplificador que varía su ganancia de acuerdo a un voltaje denominado voltaje de control: cuando el voltaje de control varíe, la ganancia del amplificador variará en consecuencia. Es este «Amplificador Controlado por Voltaje» el que realiza la compresión en efecto y, despojándonos de todo detalle, es lo único que necesitamos para comprimir una señal de audio.
El VCA se suele denominar también «Circuito de Reducción de Ganancia». Como es de esperar, son sus características las que mayor influencia tienen en el sonido de la «compresión».
Ahora, es probable que te estés preguntando ¿de donde sale el voltaje que controla la ganancia del VCA? Y la respuesta es: el voltaje de control es una versión especial del voltaje de entrada que se genera en lo que se denomina «Circuito de Detección» o «Sidechain» este concepto, aunque relacionado con la compresión sidechain no debe ser confundido.Este circuito de detección, se encarga de «preparar» la señal y traducirla a una versión que puede ser «entendida» por el VCA para operar sobre sí misma. En el ejemplo de la imagen de abajo: la señal que ingresa al compresor se divide en dos, por un lado va al VCA para que el mismo opere sobre ella y por otro lado va al circuito de detección para que dicho circuito le diga al VCA como operar sobre la señal
De acuerdo al tipo de compresor, en el circuito de detección se pueden definir parámetros como el ataque, el release, la razón de compresión; aunque, de acuerdo al tipo de compresor, el comportamiento del VCA puede ser responsable por la fijación de esos parámetros.
Imagen: Vista esquemática de los bloques de funcionamiento de un compresor de audio.
En la imagen de arriba podemos ver los bloques básicos de un compresor de audio básico del tipo feedforward: la señal que va al circuito de detección se toma desde antes del circuito de reducción de ganancia. Para entender mejor el diagrama de arriba, hagamos un análisis de cada una de las partes que lo componen y veamos como influyen en los compresores:
Circuito de entrada: En esta parte del circuito se suele incorporar un amplificador diferencial o transformador de entrada para eliminar el ruido común a ambos terminales del cable balanceado. Esta parte se usa también para la adaptación de impedancias para la máxima transmisión de voltaje.
VCA o circuito de reducción de ganancia: Como ya dijimos, los VCA son dispositivos capaces de variar su ganancia de acuerdo a un voltaje de control (CV) y que pueden atenuar la señal (ganancia negativa). En el caso de los compresores, el VCA define en gran medida el comportamiento de la compresión y es a este circuito al que nos referimos cuando hablamos de las familias de compresores: óptico, vari-mu, FET, VCA, etc.
Circuito de detección o sidechain: Esta parte del circuito se encarga de generar el voltaje de control para decirle al VCA cuanto tiene que atenuar, si es que tiene que hacerlo. La implementación de este circuito depende mucho del tipo de VCA que se elija y la «forma» en la que el VCA comprime depende en parte del circuito de detección y en parte de su propia naturaleza. Cabe destacar que el término «sidechain» en contexto de mezcla, se suele referir al uso de una señal externa para gatillar la compresión: en lugar de enviar la señal de entrada al circuito de detección, se envía una señal externa (un bombo para comprimir un bajo por ejemplo), de esa manera el circuito de detección genera el voltaje de control en función a una señal externa y la compresión se activa en función de la misma.
Circuito de salida: En esta parte de circuito, se contempla por lo menos una etapa de amplificación de la señal atenuada. En otras palabras, acá es donde se aplica el «makeup gain» o ganancia de compensación: se levanta la señal atenuada en una proporción similar a la que fue atenuada, para mantener así la estructura de ganancia pero tener un sonido comprimido, con la dinámica controlada y el timbre cambiado. Se incorpora además en la etapa de salida el eventual uso de transformadores de salida o circuitos activos de adaptación de impedancias. Una buena parte del «sonido» del compresor está dado por esta etapa.
Los arriba explicados, son solamente los bloques de funcionamiento de un compresor básico, existen muchas variaciones posibles y cada compresor tiene sus particularidades pero en términos generales, los bloques básicos nos pueden dar una idea bastante formada de cómo funciona un compresor.
Otro punto a considerar es que la forma en la que el VCA actúa frente al voltaje de control y la relación entre dicho voltaje y la reducción de ganancia, es crucial para el comportamiento de la compresión pero por el momento, con esta explicación básica es suficiente.
El término VCA, para los fines de este artículo, corresponde al circuito de reducción de ganancia del compresor en sí. En otras circunstancias, al hablar de VCA se habla de un tipo de compresor específico en donde este dispositivo suele ser un circuito integrado.
Tipos de detección
Como vimos, el trabajo del circuito de detección es convertir la señal de audio (alterna) a un voltaje de control que regula la cantidad de atenuación que aplica el VCA sobre la señal. En el circuito de detección es en donde se pueden decidir los tiempos de ataque, release y por otra parte, la razón de compresión.
De acuerdo al circuito detector propiamente dicho, la detección puede ser del tipo peak o del tipo RMS. La detección del tipo peak reacciona rápido a los cambios de nivel y la del tipo RMS tiene un tiempo de reacción que se asemeja al tiempo de integración del oído humano. Podemos pensar en la reacción como el tiempo que demoraría una mano invisible en variar la ganancia después de observar que el umbral de compresión fue excedido.
Como generalización, podemos decir que los compresores que tienen un tipo de detección peak se usan para controlar la amplitud de la señal y los compresores del tipo RMS se usan para controlar el «loudness» o nivel de sonoridad.
Los compresores que incorporan detección peak se suelen usar para una gran variedad de fuentes, aunque por su tiempo de reacción son especialmente útiles para fuentes percusivas, pero eso no quiere decir que no se pueda usar en otras fuentes ya que por sus características intrínsecas, otorgan un mayor control de sus parámetros.
Por su parte, los compresores del tipo RMS suelen usarse para una gran cantidad de fuentes pero tienen la desventaja de que, al aproximarse a la respuesta del oído humano, no reaccionan ante sonidos muy rápidos y que por otro lado, la mayoría de los compresores del tipo RMS no permiten una configuración minuciosa de sus parámetros y por ende no son demasiado versátiles ni permiten que el ingeniero modifique todos los parámetros. Esto no es necesariamente una desventaja ya que en muchas ocasiones, el compresor por sí solo suena bien para ciertas aplicaciones y entrar a tocar parámetros puede ser una batalla perdida, aunque hay ingenieros a los que les encanta tener el control absoluto sin importar que eso no represente una mejora en el sonido.
Como regla general, en cualquier circunstancia en la que queramos evitar el clipping a toda costa: la grabación digital de elementos percusivos por ejemplo, es mejor usar compresión peak. Para el resto de las fuentes, ambos tipos de compresores pueden funcionar pero es probable que la compresión RMS, por su naturaleza, funcione mejor.
Vista del circuito de detección un compresor digital. En rojo resaltado la selección entre detección Peak o Promedio (AVG)
Tipos de compresores de audio
Cuando hablamos de los distintos tipos de compresores de audio, es mejor hacer alusión exclusivamente al circuito de reducción de ganancia (VCA) ya que de lo contrario la categorización se presta a confusiones. La topología del compresor, el uso o no de transformadores, el circuito de compensación de ganancia, el uso o no de sidechain externo; son factores que contribuyen al sonido del compresor pero no hacen a la compresión en si. Por este motivo, la lista que se presenta a continuación contempla solamente los tipos de circuitos de reducción de ganancia.
Óptico
El circuito de reducción de ganancia consiste en un dispositivo denominado «celda óptica» u «opto atenuador eléctrico» que no es otra cosa que la combinación en un entorno absolutamente oscuro de una celda fotoconductiva y una fuente de electroluminescencia: fuente que produce luz ante el paso de la corriente por una delgada capa de fósforo. La resistencia de la celda disminuye cuando la cantidad de luz emitida aumenta.
Imagen: Esquema de un atenuador opto eléctrico como la famosa celda T4B del compresor LA2A
En resumidas cuentas, la atenuación se produce en función de la cantidad de luz que emite la celda. Dicha cantida de luz depende, a su vez, de la cantidad de señal que recibe. La mayoría de los compresores ópticos no permite entonces controlar el umbral de compresión: a medida inyectamos más señal al circuito de reducción de ganancia mediante el control correspondiente, más compresión tendremos.
Otra particularidad de este tipo de compresores es que los tiempos de ataque y release son relativamente lentos y dependen mucho del comportamiento de la celda o, en otras palabras, del tiempo que tarde en reaccionar y dejar de emitir luz. Estos compresores suelen tener un tiempo de relajación gradual dividido en dos: la primera mitad de la relajación es rápida y la segunda mitad puede demorar un par de segundos. La forma en la que reacciona la celda es lo que hace que estos compresores sean considerados musicales o agradables al operar. Por otra parte, la celda tiene una especie de «memoria» que hace que su reacción cambie de acuerdo a si hubo reducción de ganancia en un período de 20 a 30 segundos anterior al punto de medición: el ataque es más rápido cuando el compresor estuvo funcionando que cuando no. Además, el tiempo de relajación depende de la cantidad de atenuación: mientras más se comprime más tiempo le toma al compresor dejar de comprimir.
Los compresores de este tipo suelen funcionar muy bien con fuentes como: bajo, voces y en elementos que tengan una envolvente similar. Tienen un sonido muy natural o transparente si son usados de manera sutil.
Entre los modelos más representativos del compresor óptico tenemos: Teletronix/Universal Audio LA2A, Manley ELOP, Tubetech CL1B, Shadow Hills Mastering Compressor. En general, siempre que se habla de un compresor óptico y sus emulaciones analógicas o digitales, se está hablando de un LA2A.
A la hora de clasificar un compresor, es importante distinguir entre el circuito de reducción de ganancia y el circuito de salida. El LA2A, por ejemplo, es un compresor óptico pero tiene una etapa de salida valvular. Mucha gente cree que el LA2A es un compresor valvular cuando en realidad no lo es. La etapa de salida se podría reemplazar por un circuito de estado sólido y seguiría siendo un compresor óptico.
Compresor óptico LA2A. Notar que no se pueden configurar el ataque o el release ya que están fijados por el comportamiento de la celda.
Compresor óptico LA3A. Es similar en funcionamiento al LA2A pero tiene un makeup de estado sólido.
FET
Los compresores FET reciben ese nombre porque que el circuito de reducción de ganancia es básicamente un transistor de efecto de campo de juntura (Junction Field Effect Transistor, por su nombre en inglés) operando como una resistencia controlada por voltaje. En otras palabras, el VCA del compresor es un FET y el voltaje de control regula la resistencia que el transistor presenta a masa.
Circuito de atenuación simple usando un Transistor de Efecto de Campo de Juntura (JFET). El voltaje de control (CV) está representado como Vgs. Bajo ciertas circunstancias, la resistencia entre Drain y Source (la pata superior y la inferior del FET) es función de la resistencia entre Gate y Source.
Este tipo de circuito tiene en la práctica tiempos de ataque y release que pueden ser muy rápidos hasta intermedios. Esto permite usarlo en una buena cantidad de señales con exito; por ejemplo en voces, bajo, guitarras, baterías, entre otros. Algunos ejemplo de estos compresores son: Teletronix/Universal Audio 1176 en sus múltiples revisiones, Daking FETII, Purple audio MC77.
Si bien los tiempos de ataque son rápidos, el compresor puede funcionar bien con el bajo o bombo. Como sabemos, al comprimir fuentes con muy baja frecuencia, usando tiempo de ataques rápidos tiende a inducir distorsión. Ya que la compresión actúa sobre el periodo de la onda en vez de la envolvente, causando distorsión desagradable.
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El 1176, originalmente fabricado por Teletronix, es el compresor FET más representativo. Diseñado por Bill Putnam en 1966, fue de los primeros compresores capaces de limitar picos y el primero en hacerlo con un circuito de estado sólido. Entre sus características particulares tenemos:
Tiempos de ataque y release muy rápidos: El tiempo de ataque oscila entre 200 y 800 microsegundos; mientras que el tiempo de release entre 50 milisegundos y 1 segundo.
Umbral dependiente de la razón de compresión: A mayor razón de compresión, más alto es el umbral.
Parámetros dependientes de la fuente: El compresor se comporta algo distinto de acuerdo a la fuente. Puede, por ejemplo, aumentar ligeramente la razón de compresión después de pasado el pico, dejando pasar el ataque y comprimiendo más el resto de la envolvente para lograr así un sonido contenido pero con «punch» o contundencia.
Puede introducir coloración: Por las características en la función de transferencia del FET, puede inducir distorsión y otorgarle un color especial a la señal. También puede inducir distorsión mediante el uso de constantes de tiempo muy rápidas en fuentes con contenido en bajas frecuencias.
VCA (Voltage Controlled Amplifier)
Cuando se habla de compresores VCA, se hace referencia a aquellos cuyo circuito de reducción de ganancia esta compuesto por un circuito de estado sólido que puede ser discreto, como el VCA 202 dbx, o integrado, como el 2180 de THAT Corp. En la actualidad, se suelen usar circuitos integrados por la facilidad con la que pueden ser implementados y el bajo costo en comparación con los VCA discretos.
Tienden a ser los más transparentes en el control de ganancia. Presentan una gran versatilidad en el control de sus parámetros: constantes de tiempo de rápidas a lentas, posibilidad de setear el umbral, la razón de compresión de manera precisa.
Al poder ofrecer tiempos de ataque y release rápidos, este tipo de compresores se puede usar para controlar los picos de la señal. Otra características interesante es que pueden lograr niveles realmente grandes de reducción de ganancia sin que ello sea demasiado notorio o muy molesto. Esto los hace útiles para la compresión paralela o para «destrozar» la señal de manera creativa y sumarla con la señal original por ejemplo.
Suelen funcionar bien en voces, bajo, guitarras, piano e incluso la mezcla completa (siempre que el VCA usado induzca baja distorsión). Algunos ejemplos de este tipo de compresor son: dbx 160, SSL Buss compressor, API 2500, Empirical Labs Distressor, entre otros.
Otra de las ventajas de estos compresores es que son en general más compactos que el resto de los compresores y eso hace que puedan ser incluidos en lugares como el bus de una consola o el circuito de talkback de la misma
Los primeros VCA de estado sólido fueron diseñados por David Blackmer, fundador de dbx, y eran conocidos como «Blackmer Gain Cell» o celda de ganancia de Blackmer. Su acogida fue tal que se usaron en una infinidad de consolas, compresores de otras marcas e incluso en sistemas de reducción de ruido ajenos al entorno del estudio de grabación.
Vari mu
En este tipo de compresores, la reducción de ganancia se produce usando un tipo especial de válvulas de vacío llamadas de «corte remoto» o vari-μ coloquialmente. En esencia, este tipo de válvulas presentan la propiedad de variar su ganancia en función de los cambios en el voltaje de grilla a cátodo. Usan un transformador de entrada casi indefectiblemente y por otro lado, el circuito de compensación es casi siempre valvular.
Una de las cosas interesantes de los compresores que usan este tipo de circuito es que no tienen un control tradicional sobre la razón de compresión o ratio. La cantidad de reducción de ganancia efectuada se puede incrementar aumentando el nivel de la señal de entrada y jugando con el nivel de salida para mantener la ganancia. Otra característica que vale la pena notar es que no pueden alcanzar niveles exorbitantes de reducción de ganancia: llegan a comprimir alrededor de 10-15 dB contra
Si bien los compresores con este tipo de circuito suelen presentar parámetros de ataque y release, los mismos suelen tender a funcionar de una manera más bien intermedia en lo que respecta a la rapidez y por esta razón no son efectivos para comprimir señales del tipo peak como los compresores VCA por ejemplo. Funcionan bien en voces, baterías, guitarras, entre otras fuentes. Ejemplo de estos compresores son el clásico discontinuado Fairchild 670, el Manley Vari-mu, el Gyraf Gyratec X
Compresor Fairchild 670. Clásico compresor vari-mu. Hoy por hoy puede alcanzar precios de reventa de más de veinte mil dólares.
Compresor «Variable Mu» de Manley. Compresor estéreo inspirado en el antiguo compresor danés DISA 91N02.
Otras implementaciones:
Existen otras formas de lograr una reducción de ganancia dependiente de la señal de entrada. Algunas de las más representativas son:
Modulación por ancho de pulsos: Funciona como una suerte de interruptor ultrasónico que está «abierto» una cierta cantidad de tiempo, haciendo que la señal se atenúe en función de la cantidad de tiempo que el «interruptor estuvo cerrado». Entre los modelos más famosos que usan esta tecnología están los compresores Crane Song, diseñados por David Hill.
OTA o amplificador operacional de transconductancia: Similar en funcionamiento al VCA. Usado principalmente en pedales de guitarra: Dynacomp, Ross Compressor, Keeley Compressor.
Implementación digital
Los compresores incluídos en los secuenciadores modernos implementan la reducción de ganancia mediante algoritmos matemáticos que, en general, buscan obtener la compresión más precisa y transparente posible.
Este tipo de compresión tiende a funcionar de manera transparente, siempre que los parámetros de ataque y release escogidos sean adecuados para la fuente en cuestión. También suelen funcionar y sonar mejor con reducciones de ganancia moderadas. Para ello se suele recomendar usar razones de compresión intermedias y umbrales adecuados para cada fuente en particular.
Este tipo de compresores son mucho más versátiles y nos permiten fijar cada uno de los parámetros de manera precisa. Por otra parte, las emulaciones digitales de los circuitos analógicos buscan siempre replicar las características de los circuitos originales y por lo tanto el comportamiento y los parámetros a fijar van a ser similares.
Compresor digital de Logic Pro X. En celeste se resaltan las opciones de circuito de detección.
Conclusión
Además de conocer los parámetros de funcionamiento del compresor en profundidad, es importante conocer, por lo menos de manera superficial, las características de cada tipo de compresor mediante el estudio del circuito de reducción de ganancia para entender mejor como funcionan y lo que podemos esperar de ellos.
Vimos en este artículo el funcionamiento del circuito de reducción de ganancia, que a pesar de ser el más influyente de los bloques funcionales de un compresor, no es el único. Por esta razón se podría hablar además de los compresores del tipo feedforward contra los del tipo feedback, de las posibilidades del circuito de entrada para balancear y adaptar impedancias (diversos tipos de transformadores vs circuitos activos) o de la variedad de circuitos que se pueden usar para la ganancia de compensación. A pesar de esto, el estudio del circuito de reducción de ganancia nos da una idea bastante sólida de como se va a comportar el compresor, más allá del resto de los factores.
Por todos estos motivos, los compresores son quizás los dispositivos de estudio de grabación de los que más se puede discutir y estudiar por la forma en la que se interrelacionan todos los factores que lo constituyen.
Referencias:
J, Lawrence «An Improved Method of Audio Level Control for Broadcasting and Recording.» SMPTE Motion Imaging Journal (1964): 661-63. Print.
Vishay. «FET’s as Voltage Controlled Resistors». Application Note 105. March 10, 97.
M, Austin «All Buttons In: An Investigation Into The Use Of The 1176 FET Compressor In Popular Music Production» Journal on the Art of Record Production (2012) http://arpjournal.com/
Uno de los problemas con el que nos encontramos a la hora de hacer una mezcla o masterización con cierta constancia entre sesiones, es el tema del monitoreo y en específico el nivel al cual deberíamos usar nuestros monitores para lograr que nuestras mezclas se trasladen entre sistemas.
No es lo mismo monitorear con un nivel de presión sonora elevado que con uno despacio ya que nuestros oídos no responden de la misma forma ante distintos niveles de presión sonora.
En este artículo vamos a ver una forma para calibrar nuestros monitores y seguir un estandar en cuanto al nivel de escucha y la medición de los niveles en nuestro secuenciador. Este estandar nos sirve tanto en mezcla como en masterización y fue propuesto por Bob Katz en el paper «An integrated Approach to Metering, Monitoring, and leveling practices» del año 1993.
Un poco de contexto: Los medidores Peak y Promedio
Dentro de la producción musical tenemos dos tipos de medidores de nivel a los que acudimos, los medidores: Peak y Rms o promedio. Ambos tienen una finalidad totalmente distinta, los medidores peak sirven para proteger el medio de grabación de la distorsión. En el caso del sistema digital sirven para no llevar la señal hacia el 0 digital o 0 dB FS, que es el punto de la distorsión por recorte o clipping del sistema.
En cambio los medidores RMS o promedio sirven para tener una referencia de nivel que se correlaciona con como el oído percibe la sonoridad o loudness de los sonidos. El oído integra o suma la señal en un intervalo de tiempo dado y obtiene de este promedio el nivel que finalmente se percibe. Por este motivo los medidores RMS son imprescindibles en audio, ya que se concentran en el mensaje y no en el medio, a diferencia de los medidores peak.
El medidor RMS el más usado en audio es el vúmetro que se invento en los años 30 y que tiene una respuesta pensada para la voz, ya que se usó en primera instancia para transmisiones de radio. Tiene un tiempo de integración de la señal de 300 milisegundos y solo los medidores que cumplen con el estandar se pueden llamar vúmetros y no son para nada baratos.
Veamos algunos de los problemas o imprecisiones que tienen los vúmetros en la práctica:
Balística: Fue diseñado con un tiempo de 300 milisegundos de integración que hace que se vea bien en pistas de voz ya que este tiempo le da una integración silabica. Esta constante de tiempo simple no toma en cuenta la forma en la que el oído percibe la sonoridad de sonidos complejos.
Escala: En un vúmetro el 50 % superior de la escala o espacio de medición útil, tan solo mide 6 decibeles. Por este motivo el rango útil del medidor es de 13 dB tan solo, lo que hace que sonidos de baja intensidad apenas muevan la aguja. Este hecho provoca que muchos usuarios intenten que la aguja se mantenga por el 0, haciendo para ello de mucha compresión.
Respuesta en frecuencia: El medidor tiene una respuesta en frecuencia bastante plana, que no se traduce al funcionamiento del oído. Esto provoca que cuando la señal tiene una cantidad importante de bajas frecuencias, la aguja se mueva mucho aunque el cambio percibido por nuestro oído sea mucho menor.
Falta de conformidad al estandar: Hay un gran número de Vúmetros que no están bien fabricados, por lo tanto no funcionan como deberían y sin embargo son usados en aplicaciones profesionales.
Vista de un medidor VU típico. Notar que desde el 3 hasta el +3 se usa prácticamente la mitad del espacio visual disponible o sea el 50 % de la escala.
Afortunadamente los medidores digitales actuales nos permiten corregir todas estas imperfecciones además de incorporar los avances en la psicoacústica de la medición de nivel de señales. Entre estos medidores digitales están los que tienen incorporada la escala K, que vamos a discutir en el artículo.
Los problemas que enfrentamos en el monitoreo
En el estado actual de las cosas en el que muchas producciones se hacen en el home studio y se ha perdido mucho del conocimiento que existía en los estudios de grabación más establecidos, puede reinar el caos si no se usa un sistema para calibrar nuestros monitores de estudio.
Veamos algunos de los inconvenientes que se suscitan al no usar un estandar para nuestro nivel de monitoreo, que afectan la manera en la que producimos música y en especial la manera de mezclar y masterizar:
El oído no tiene una respuesta plana a todos los niveles de presión sonora: Nuestros oídos están diseñados para «amplificar» las frecuencias medias, en la zona de los 3 kHz principalmente, por un tema evolutivo. Sin embargo tanto las frecuencias bajas como las altas no son percibidas de igual manera que los medios.En resumen el oído necesita un nivel de presión sonora mucho más elevado para percibir igual los bajos que los medios.Para empeorar las cosas mientras más bajo es el nivel de escucha, mayor es la diferencia entre medios y bajos por lo que escuchamos menos los bajos.Afortunadamente hay una zona en cuanto al nivel de presión sonora en la que se emparejan las cosas y la diferencia entre medios y bajos es mucho menor.Además que el nivel es lo suficientemente cómodo para escuchas prolongadas. Se trata de la zona de los 80-86 dB de presión sonora, este hecho ya estaba documentado en los experimentos de Fletcher y Munson, en las curvas de igual sonoridad allá por los años 30.
Al monitorear bajo tendemos a subir todo: Cuando tenemos un nivel de escucha/ monitoreo bajo, tendemos a compensarlo aumentando el nivel de nuestras pistas, ya sea en la etapa de ganancia o en los niveles generales en la mezcla. Esta práctica nos acerca rápidamente a la distorsión, la falta de claridad y profundidad en la mezcla.
Se tiende a sobre-comprimir las cosas: Otro de los problemas que se producen al usar un nivel de monitoreo bajo es que para compensar tendemos a comprimir todo de tal manera de obtener el nivel máximo de cada pista y de la mezcla, incluso antes de llegar a la etapa de masterización. Con esto me refiero al uso de compresión para obtener nivel RMS y no la compresión estética.
Rápidamente se pierte el impacto o punch: El abuso de compresión/limitación hace que la pista aparente sonar más fuerte cuando en realidad suena más «despacio» al perderse los sonidos transiente que son los que dan la claridad e impacto. Con sonar más despacio me refiero a que si igualamos el nivel de la pista con y sin exceso de compresión vamos a escuchar que la que tiene menos compresión suena mejor.
Falta de consistencia entre mezclas o masterizaciones: Al ajustar el nivel a «oído» podemos estar trabajando en un nivel muy bajo con lo que haríamos mezclas con exceso en bajos. Del otro lado si escuchamos muy fuerte vamos a tender a hacer mezclas con pocos bajos. Podemos tener inconsistencias entre mezclas del mismo album, con mucha facilidad si colocamos el nivel sin tener una referencia.
La magia del monitoreo calibrado en cine
En 1983 en la convención AES Bob Katz invito a Tomlinson Holman de Lucasfilms para demostrar las técnicas usadas para producir el sonido de las películas de la Guerra de las galaxias. Para ello, los ingenieros de Dolby calibraron el teatro de la convención al nivel estandarizado por ellos, al final de la conferencia se les preguntó a los ingenieros presentes si creían que el sonido estaba muy fuerte, muy pocos asintieron. Se les preguntó además si creían que el sonido era muy bajo y nadie levanto las manos. Finalmente se les preguntó si creían que el nivel del sonido estaba justo y la inmensa mayoría concordó.
Esta es una prueba contundente que el estandar de calibración del nivel de monitores de 83 dB SPL usado en cine es altamente efectivo. Tanto es así que la industria cinematográfica viene usandolo desde finales de los 70.
El nivel escogido permite grabaciones con un alto rango dinámico con poco o ningún ruido de fondo percibido hablando de grabaciones con cinta magnética. Por otro lado, los diálogos y efectos suenan de manera natural y muy agradable con una razón señal-ruido y headroom muy buenos.
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Además el calibrar el nivel de los monitores de esta manera permite que un ingeniero entrenado pueda mezclar sin el uso de medidores ya que conoce a que nivel tiene que sonar cada cosa para estar dentro del rango adecuado. De esta forma se usan los medidores de nivel solo como guía.
Adaptado a salas más pequeñas
Si bien el nivel ideal para calibrar los monitores es 83 dB SPL (Nivel de presión sonora), a veces el resultado de esta calibración en salas pequeñas es un nivel demasiado elevado. Por lo tanto, para salas pequeñas se sugiere usar un nivel de 77 dB SPL si el nivel es demasiado elevado con 83.
Bob Katz midió el nivel al cual estaba masterizando música en el año 1996 y se dió cuenta que estaba usando la calibración de 77 dB SPL para la mayor parte de los masters de música Pop en su estudio. Por lo que estuvo masterizando música con este estandar por más de 15 años sin siquiera buscarlo, este nivel era con el que se sentía más cómodo.
¿Cómo calibrar nuestros monitores?
Para el proceso de calibración al estandard de cine vamos a necesitar: un generador de ruido rosa con amplitud variable (suele venir con los secuenciadores), un sonómetro/ decibelímetro con respuesta lenta y la curva de ponderación C. Para el proceso usaremos el potenciómetro de control de nivel del monitor y el nivel de salida de monitores de nuestra interfaz de audio. El proceso es el siguiente:
Generar el ruido rosa con un nivel de -20 dB RMS y hacer que salga por los altavoces.
Colocar el sonómetro/ decibelímetro en el punto de escucha de mezcla, con la curva de ponderación C y respuesta lenta o slow.
Medir un altavoz por vez y ajustar la ganancia del mismo para que el sonómetro/ decibelímetro lea 83 dB.
Repetir con el otro altavoz y ajustar la ganancia para obtener la misma lectura en el sonómetro.
Luego en la interfaz marcar el nivel de salida de los monitores para obtener los 83 dB. Podemos colocarle 0 a esta marca, sabiendo que es el estandar de 83 dB del cine.
Si el nivel es excesivo, podemos repetir la medición, buscando obtener 77 dB en cada monitor.
Vista del generador de ruido rosa y el medidor de nivel del plugin XL inspector de RND. En violeta resaltado la escala K-20 de nivel, en la que tenemos que calibrar los monitores con el ruido rosa.
Ruido rosa a -20 dB RMS
En la práctica se recomienda limitar el ancho de banda del ruido rosa a 500-2kHz, para eliminar de la medición los problemas de modos normales de vibración (resonancias) de la sala. Del mismo modo que se eliminan problemas con los filtros de sonómetros/decibelímetros de baja calidad y se mejora la respuesta en alta frecuencia fuera de eje del micrófono.
Ruido rosa ancho de banda limitado 500- 2kHz a -20 dB RMS
El sistema K de medición/ calibración
Bob Katz fue más allá de la calibración de los monitores y propuso un sistema de medición de niveles, que a su vez está pensado para estar atado al nivel de calibración del monitoreo. Es decir está pensado para ser usado con los monitores calibrados al nivel antes mencionado de 83 dB NPS o 77 dB NPS (en salas más pequeñas).
La idea del sistema es que el máximo no sea el cero digital, si no que establece una referencia de nivel que permite tener headroom como es el 0 en el medidor. El cual a su vez depende del tipo de programa musical o de la etapa de producción en la que nos encontramos. Además el 0 dB equivale al nivel de monitoreo que ha sido calibrado.
En la práctica existen 3 escalas distintas dentro del sistema: K-20, K-14, K-12, estas escalas están 20, 14 y 12 decibeles por debajo del tope del sistema digital respectivamente, dando relaciones señal-ruido y headrooms muy buenos. Dependiendo de la etapa de producción que nos encontremos.
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Los medidores del estandar miden al mismo tiempo la energía promedio o RMS y la peak. La energía promedio se muestra con una barra de color sólida y la energía peak se mide con una línea móvil o punto que representan los peaks más recientes.
La idea es que dependiendo del tipo de música o etapa de producción que estemos, mezcla o masterización, usemos una u otra escala del sistema. Para mezclas con rango dinámico alto/bueno, música clásica, mezclas para salas de cine y producciones de alta calidad/ audiófilas podemos usar la escala K-20. Ya que es la que más conserva el rango dinámico y necesita menos compresión/limitación para lograr la mezcla.
Para la masterización de música popular, se recomienda usar la escala K-14. Esta escala está 6 decibeles más arriba en nivel que la K-20 y por lo tanto requiere de 6 decibeles más de compresión.
Para la música que va a ser usada para broadcast (radio y televisión) se recomienda usar la escala K-12, notemos que esta escala está 8 decibeles más arriba que la K-20 y por lo tanto se necesita 8 decibeles más de compresión para obtener el nivel.
Vista de los 3 calibres de medición, con su respectivo nivel de monitoreo asociado, dentro del sistema K de medición.
Respecto a la correcta implementación-lectura de los medidores, la idea es que la señal permanezca la mayoría del tiempo en la parte verde de la escala y promediando el 0. Para algunas partes de la música podemos pasar del verde hacia la zona amarilla, cuando se requiera mayor nivel o emoción.
La zona roja en cine está reservada para explosiones y solo debería ser usada ocasionalmente en una mezcla o de lo contrario podría significar que los monitores no están bien calibrados o que el operador tiene una sensibilidad distinta al nivel que el estandar.
Medidor del sistema K en la suite de herramientas de medición Insight de Izotope. Para accerder a la escala hay que ir a opciones de nivel y seleccionar la escala K a usar.
Medidor de nivel Dorrough que tiene una escala similar a la K. De la marca Waves.
¿Pero como uso estos medidores en la práctica?
Lo que tenemos que hacer en primera instancia es definir en que escala vamos a trabajar, según el tipo de música o calidad a la que se apunte el material. Luego de haber escogido la escala tenemos que tener en cuenta que el nivel de calibración de monitoreo puede cambiar. Más precisamente la calibración que mencionamos antes está pensada para la escala K-20.
Por lo tanto si usamos la escala K-14 tenemos que generar una calibración con este nivel o reducir el nivel de salida a los monitores por 6 decibeles, para mantenernos en el mismo nivel de presión sonora. Es una buena idea tener marcado en la salida de monitores a nuestra interfaz cada una de las escalas para poder acudir rápidamente a ellas.
Si por ejemplo vamos a usar la escala K-20 en la mezcla , usamos la calibración que hablamos anteriormente. Además vamos a colocar el medidor de nivel con esta escala en el master fader y vamos a hacer que la mezcla en promedio se mantenga muy cerca del 0 dB, que recordemos son los -20 dB rms.
Este nivel lo vamos a lograr con una correcta estructura de ganancia, buenas prácticas de ecualización sustractiva y mezclando hacia abajo. No hay problemas si por momentos el nivel pasa del 0 unos cuantos decibeles, siempre y cuando regrese al 0 y la mayoría del tiempo esté por ahí.
Si usamos la escala K-12 necesitamos ajustar el nivel de la salida a los monitores de la interfaz 8 dB más abajo que la calibración estandar y tenemos que poner el medidor en el master fader en esta escala. Recordar que esta escala está pensado para broadcast o masterizaciones.
Técnicas de uso del sistema K en la producción musical
Grabación/mezcla
En la etapa de grabación no es necesario usar el medidor, con un medidor de peak es suficiente para evitar que la señal distorsione. Para mezclar preservando la dinámica se recomienda el uso de la escala K-20 y reservar la escala K-14 para la etapa de masterización. Por otro lado una vez nos acostumbramos al sistema de monitoreo calibrado es posible mezclar sin usar los medidores, ya que el nivel nos va a «decir» cuando la mezcla está en el punto correcto y cuando nos pasemos del nivel, vamos a percibir que la mezcla está sonando muy fuerte.
Al usar el sistema K tenemos un lenguaje en común entre los ingenieros de mastering y estudios en general. Trasladarse a otros estudios sería mucho más sencillo.
Curvas de igual sonoridad (Fletcher y munson)
Es recomendable tener marcadas las posiciones de ganancia del monitor en cada una de las escalas que usemos, para que si estamos mezclando y necesitamos escuchar a niveles reducidos podamos volver fácilmente al punto de calibración.
Recordemos que si mezclamos a bajo nivel vamos a tender a escuchar con muy pocos bajos y a exagerar las ecualizaciones y el nivel del bajo en consiguiente. Por esto se recomienda mezclar la mayoría del tiempo a el nivel de calibración.
Salas de control multi propósito
Si tenemos un estudio en el que se mezcla para cine y música popular, lo único que tendríamos que hacer para adaptar el sistema de monitoreo, es cambiar el medidor y el ajuste de ganancia de monitoreo.
Teniendo el entrenamiento adecuado los ingenieros/técnicos pueden cambiar entre sesiones ajustando la ganancia del monitor y el medidor adecuado para el material en cuestión. Haciendo posible un estudio multiuso con mínimos cambios dentro del sistema.
Conclusiones
La producción musical dejó de ser exclusiva de gente muy especializada y ha pasado a las manos de gente con un menor nivel experiencia y conocimiento. Por esto se requiere un estandar de calibración acorde a la resolución del sistema digital y a los avances de la psicoacústica y los medidores en general.
El estándar de calibración de monitores que explico en este artículo fue propuesto por Bob Katz y deviene de la forma en la que calibran el nivel de sonido en el cine. Para lograrlo vamos a necesitar generar ruido rosa (lo podemos hacer con el secuenciador) y conseguir un sonómetro o decibelímetro (la parte más difícil del asunto). Lo que necesitamos es llevar nuestros monitores a un nivel de 83dB SPL o de 77dB SPL en caso de que nuestra sala pequeña o que sintamos que 83 dB es demasiado fuerte.
Además de la calibración de monitores, Bob Katz propuso un sistema de medición que se usa en conjunto con el calibrado de los monitores, cada sistema está subdivido de acuerdo a su uso (K-20, K-14 y K-12) y permite que haya un paso sin dolores de cabeza entre las distintas etapas del proceso de producción musical
El estandar de calibración-medición K permite simplificar las etapas de producción musical, ya que al tener el sistema calibrado en lo que respecta al nivel hace más fácil que los elementos se acomoden a lo que nuestro oído requiere.
Los dejo con unvideo interesante sobre el uso de los medidores K en música EDM. Abajo en las referencias pueden pegarle una leída a los documentos a los que vengo haciendo referencia para leer esta explicación de primera mano. Recomiendo también la obra de Bob Katz y su página web, tiene reflexiones muy interesantes sobre el rango dinámico y el libro de mastering de Bob Katz fue uno de mis primeros contactos formales con la actividad hace ya varios años.
Referencias
1.- Katz Bob, An Integrated Approach to Metering, Monitoring, and Levelling Practices, Digital Domain,
Las voces son tal vez el elemento más importante en la música popular, obtener buenos resultados con ellas puede ser la diferencia entre una gran canción y un intento fallido.
Con este objetivo en mente tenemos que entrar al estudio a grabar y hacer todo lo posible por obtener la mejor toma posible en el tiempo que dispongamos, sin embargo y a pesar de que hay cantantes excepcionales que son capaces de resolver la situación en un par, sino en una toma la realidad es que para lograr un resultado pulido es probable que tengamos que elegir lo mejor de cada toma para ir armando la pista vocal.
A este proceso se lo conoce como «vocal comping» y es lo que vamos a aprender en este tutorial. Empecemos por orientar el proceso desde la grabación de las voces:
Grabando las voces: cómo lograr tomas consistentes
Tal vez la clave para lograr una buena compilación vocal sea en realidad haber grabado de manera consistente toda la canción y si hablamos de un disco o un proyecto completo la idea es que todas las tomas vocales sean consistentes porque de lo contrario esas diferencias se terminan haciendo notorias.
Algunas de las claves para obtener tomas vocales consistentes son:
Usar el mismo micrófono: Puede parecer algo obvio pero hay veces que la grabación de un proyecto no se hace de una sola vez sino que se hace en distintas sesiones y puede suceder que no nos acordemos bien que usamos para grabar cada cosa. Recordemos que distintos micrófonos tienen distinta respuesta en frecuencia, en transiente, en fase, etc y por este motivo micrófonos de la misma marca pero de distinto modelo pueden sonar muy diferente entre si.
Siempre es buena idea tener un cuaderno de notas para las sesiones de grabación y anotar allí lo que se usó: micrófonos, preamplificadores, configuraciones etc.
Igualar la posición del micrófono: Además de usar el mismo micrófono en todas las canciones es de vital importancia mantener la misma posición respecto al cantante en todas las canciones o veces que se grabe. Esto incluye la disposición de la cápsula respecto al cantante, la altura y de haberlo, el ángulo entre el micrófono y el cantante. Si se usó un filtro anti-pop también conviene ponerlo en la misma posición.
Mantener la posición del cantante en la sala: Los micrófonos no solo capturan el sonido puro o directo del cantante, si no que además capturan todas las reflexiones provenientes de la sala en que se grabe. Es por eso que no es lo mismo grabar en cualquier parte de una sala; lo que tenemos que hacer es mantener la posición que hayamos encontrado que funcionaba mejor en la grabación por el resto de las sesiones. Puede ser útil para este fin dejar marcas en el piso donde estaban los pies del cantante, el pie de micrófono para poder replicar las posiciones con facilidad.
Tomar fotos : Una de las mejores formas de que las tomas sean consistentes es tomar fotos durante la sesión de grabación desde varios ángulos para poder apreciar todos los detalles. Cuando volvamos a grabar podemos acudir a las fotos en caso de que nos cueste recordar algún detalle en particular.
Desde el punto de vista de la interpretación debemos de prestar especial atención a algunos elementos que hacen de una buena toma vocal. Veamos unos cuantos:
Grabar tomas completas: Suele ser buena idea que al momento de grabar una voz, lo hagamos en tomas completas, es decir que se cante toda la canción y no por partes. Ya que la emotividad que se expresa al cantar una vez que el cantante está en su punto o como se dice «metido en la canción» es imposible de recrear cuando grabamos trozos de la canción por separado.Es preferible a veces mantener esa emotividad o expresividad volviendo a grabar otro día que repetir una y otra vez la misma parte.
Afinación: Tal vez sea el elemento más importante de una performance vocal, así que hay que en lo posible tratar de que desde la interpretación quede lo más afinado posible, dentro de los límites del cantante en consideración. Es de gran utilidad tener un teclado a mano como referencia para el cantante y en caso de ser necesario mostrarle como es la melodía.
Que se entienda toda la letra: Una buena idea al grabar es tener a mano la letra de las canciones que grabamos, de tal manera de marcar que partes se entienden a la perfección y que partes hay que repetirlas. En más de una ocasión me he encontrado con una voz principal que dice una cosa y una voz soporte que dice otra, cosa que hace la toma inutilizable.
Cuidar ruidos extraños: Cuidar que la voz quede lo más limpia posible de ruidos de todo tipo. Es importante que en el lugar donde se grabe la voz solo esté la persona que va a cantar y nadie que pueda respirar o generar cualquier otro ruido. Otra fuente de ruido es el movimiento de las hojas donde están las letras, eso se puede escuchar como una distorsión. Por eso si el cantante no se sabe las letras de memoria (lo ideal) conviene que las letras estén fijas en un punto y no en la mano del cantante.
Cubrir el atril para las letras: Si vamos a usar un atril para colocar las letras, es una buena idea cubrirlo con alguna tela a manera de evitar las reflexiones que causa, evitando el efecto peine o comb filtering que producen estos soportes.
No cortar las respiraciones: Sugiero dejar la toma tal como se obtiene y en el momento de la edición sacar los ruidos de sala manteniendo los elementos interpretativos. Si hay por ejemplo mucho espacio entre frases, conviene sacar la respiración que se escucha al medio pero si no hay ninguna respiración corremos el riesgo de que la toma suene muy poco natural.
La función de playlist para organizar nuestras tomas:
Esta función consiste en la creación de capas debajo de la pista principal, en este caso la vocal, en las que podemos grabar como si se tratase de otra pista debajo de la pista que estamos usando. Al momento de editar la performance se pueden ver todas las tomas accediendo al menú de las playlist.
El concepto está explicado en profundidad en este artículo.
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¿Qué es el Comping?
Es una técnica de edición que consiste en la implementación de partes de múltiples tomas o grabaciones, para conformar una toma «maestra» que es la que se usa en la mezcla. Para hacer eso de esta técnica tenemos que haber grabado una cantidad de tomas del mismo elemento musical, por ejemplo una voz lider o un solo de guitarra.
Lo técnico es muy importante pero la interpretación es lo que «vende discos». Veamos algunas cosas a las que prestarles atención:
Afinación: Una vez tengamos todas las tomas a mano debemos prestar especial atención a la afinación de cada una de ellas, las tomas desafinadas son candidatos firmes a salir de la compilación. Siempre se debe comparar la afinación con la música sonando, ya que lo que puede parecer afinado a priori puede estar muy mal en contexto.
Inteligibilidad: Prestar especial atención a como fue pronunciada cada parte de la letra y seleccionar la que más se entienda. Ir comparando parte por parte las tomas en fragmentos cortos para no perder la concentración
Consistencia de nivel: Hay que buscar que la compilación sea consistente en el nivel, de tal manera que no se pierdan frases o sílabas de la interpretación. Esto se puede lograr comprimiendo o automatizando pero es mejor si lo logramos desde la fuente.
Interpretación en el tiempo: Buscar la consistencia en lo que respecta a la duración de las notas, prestar atención a si la nota suena a tempo o si van fluctuando. Si bien es posible editar y colocar a tempo la mayoría de las cosas, hace una gran diferencia poder obtener los resultados en la fuente.
Nota Importante: Que el árbol no nos tape el bosque, todo esto que dije acá arriba es importante pero si vemos que una toma nos convence desde lo emocional o simplemente notamos que tiene ese «que se yo» no la borremos porque tiene desafinaciones o se va un poco de tempo, muchas veces la perfección está en la imperfección. Dicho esto, también hay que tener criterio para determinar si una toma tiene onda y es buena o si el cantante le pone onda pero es un desastre. Por eso los parámetros arriba expuestos no son nada más que eso, parámetros, y queda en nosotros usar nuestro juicio y gusto para decidir con que nos quedamos.
Formas de lograr una compilación vocal buena
Algunos ejemplos de como se puede hacer una compilación vocal:
Método manual
Consiste en usar una pista de audio destinada a la compilación que podemos llamar COMP, además de una pista de audio para cada una de las tomas vocales que realizamos. Por ejemplo si tenemos 3 tomas vocales vamos a necesitar 4 pistas.
Por otro lado para tener la música a mano sin que ocupe todo el espacio de pantalla disponible, podemos hacer una pre mezcla separando el ritmo de la música. Entonces re grabamos estos dos stems en dos pistas estéreo de audio y tenemos en dos faders el control del resto de la música. Cuando necesitemos fijarnos si la voz está a pulso podemos silenciar la pista de la música y cuando queremos ver la afinación silenciamos el ritmo.
Vista del uso de una pre mezcla de la música y el ritmo separados en stems de las voces. De esta manera liberamos el espacio del resto de las pistas que no sean la voz.
Una vez tengamos la pista para la compilación necesitamos ir escuchando con nuestras pistas de música y ritmo cada una de las frases de la voz en todas las tomas que dispongamos pasando de una a otra. Se sugiere no hacer escuchas demás de 10 segundos, también es buena idea tener muteadas todas las pistas vocales e ir desmuteando la que queremos oír.
Vista de la creación de la pista compilatoria y del resto de las pistas con las tomas vocales.
Es muy importante igualar el nivel subjetivo entre las pistas ya que vamos a tender a preferir las tomas que suenen más fuerte. En este punto queda muy bien usar una pista separada ya que podemos igualarlas con el fader de cada pista antes de comenzar la compilación.
Para hacer la selección una vez decidimos que toma usar debemos hacer una selección en la región correspondiente de audio y un corte de la misma. Luego copiamos esta selección, manteniendo la posición en el tiempo, a la pista COMP. Es importante cortar la región que seleccionamos para copiar, ya que de esta forma sabemos de donde provino cada una de las regiones que componen la toma maestra.
Vista del resultado de la compilación vocal en una pista independiente.
Repetimos este proceso por cada frase de la voz que tenga la canción hasta obtener una toma que represente lo mejor del cantante. Finalmente corregimos las ediciones preservando los aspectos interpretativos (respiraciones, etc) pero generando crossfades para cada corte de edición.
Compilación usando Playlists
Otra forma de hacer una compilación es, habiendo implementado las playlist al grabar, usar las regiones que guardamos allí para crear la toma ideal compilatoria. Este método es un poco más práctico pero tiene algunas desventajas, ya que no tenemos control a priori sobre el nivel de las pistas del playlist.
Una vez tenemos los playlist debemos colocar nuestra pista en la vista de playlist, suele aparecer en la parte de visualización de forma de onda, paneo, etc. Al seleccionar este modo de visualización se nos van a mostrar todos los playlist que tengamos debajo de la pista original.
Vista de los playlist creados debajo de la pista Vox. En verde se resalta donde podemos visualizarlos en tamaño completo dentro de Pro tools.
Tenemos que seleccionar las mejores partes de cada una de las tomas, cortar la selección y copiar la elegida a la pista COMP, manteniendo la posición en el tiempo original de cada región. Para intercambiar la escucha entre cada una de las playlist debemos usar el botón S o solo que pasa el motor de escucha a ese playlist.Finalmente hacemos las ediciones correspondientes para que las transiciones sean inaudibles, usamos crossfades y fade in o out donde corresponda.
Compilación usando playlist realizada usando la pista Comp.
Existe una variación de este uso de los playlist, que es muy útil si tenemos que hacer una selección rápida de la mejor toma mientras grabamos. La idea es antes de comenzar a grabar crear un playlist con el nombre correspondiente seguido de un 0. Debemos dejar este playlist vacío ya que actuará como nuestra pista compilatoria al momento de la elección.
Alternativa para hacer la compilación con playlist. En rojo remarcado la pista con nombre 0, que es nuestra nueva pista compilatoria.
Luego seleccionamos la mejor toma y copiamos la selección en la pista con nombre 0, podemos usar el botón de flecha superiorque nos proveen algunas D.A.W, que sirve para colocar la selección en el playlist 0 o superior. Finalmente creamos las transiciones de la misma forma que en los anteriores ejemplos.
Vista de la selección de las regiones con esta opción. En verde se resalta la flecha superior que nos permite «subir» la selección a la pista para playlist.
Consideraciones finales
Para ambas formas de generar la compilación tenemos que tener en cuenta un par de cosas, para que nuestra «creación» sea transparente y nadie se de cuenta que la versión no es de la misma toma.
Mismo timbre: La toma compilada debe tener el mismo sonido desde el punto de vista del timbre o color. Si por algún motivo se pueden escuchar diferencias tímbricas entre las regiones tenemos que aplicar ecualización para igualar subjetivamente el sonido entre tomas.
Usar siempre Crossfades y fades:Si bien ya lo mencionamos antes, es vital usar el fade o fundido correspondiente para cada corte o edición que generemos en la pista compilatoria. Si se trata de dos regiones que se juntan debemos usar crossfades, que pueden ser de 5 milisegundos o más de acuerdo a la necesidad.
Igualar el nivel: También es necesario mantener una cierta homogeneidad entre tomas desde el punto de vista del nivel. Para ello debemos usar la ganancia de región que implementan las D.A.W o usar automatización de nivel para igualar los pasajes.
Que las eses no estorben: Este es un punto más de la estética, pero es facil arruinar una compilación perfecta con una voz excesivamente sibilante o con consonantes con demasiada energía en altas frecuencias, si estás en duda mira este artículo.
Para finalizar:
Hay mucha gente que considera que hacer compilaciones vocales es un engaño, la idea del artículo no es debatir al respecto sino enseñar como se pueden hacer estas compilaciones en caso de ser necesario. Podría decirles que siempre que graben van a hacerlo con cantantes que se despachan con la toma de sus vidas al segundo o tercer intento pero sería faltar a la verdad en base a mi experiencia personal.
La realidad es que la mayoría de las veces vamos a tener que «sacar al conejo de la galera» para lograr que la toma vocal sea buena y en esos casos creo que es necesario saber como se hace.
Dicho esto y habiendo explicado en detalle los detalles a cuidar y como se hace una compilación maestra de tomas vocales, todos los puntos que se tocaron son solamente parámetros de lo que hay que tener en cuenta, no son verdades absolutas sino lineamientos y es muy probable que tengamos que aprender a formar nuestro propio criterio a fuerza de errores.
Las técnicas de ecualización que usemos en nuestras mezclas pueden cambiar el sonido de las mismas de manera drástica, para bien o para mal. Saber ecualizar correctamente es vital para lograr buenas mezclas y es una herramienta que nos puede sacar de apuros en muchas ocasiones.
Por eso vamos a explicar lo que es un ecualizador, los parámetros y curvas de ecualización que vamos a encontrar y algunas técnicas en el uso práctico, desde la etapa de la grabación hasta la mezcla.
Solucionar el problema desde la fuente
¿Cuál creen que es la mejor forma de ecualizar? ¿Con algun plugin? ¿Con un ecualizador en hardware? ¿Con «la fuerza»?
En realidad, la mejor forma de ecualizar es no ecualizar, la idea es que usando correctamente las técnicas de microfonía no necesitemos de la ecualización para llegar al sonido que queremos.
No es fácil lograr un sonido cuasi finalizado desde el vamos pero es una buena opción ante tantas posibilidades que nos brindan los entornos de trabajo digitales y es también un buen remedio al tristemente célebre «lo arreglamos en la mezcla».
Yendo hacia la parte de la microfonía veamos algunas sugerencias que suelen funcionar muy bien para obtener el resultado de la fuente:
Tener decidido el sonido que queremos: Les sugiero tomar decisiones en la etapa de grabación respecto a todos los elementos que van a componer la misma. Tomen decisiones de como deben sonar elementos como la batería, el bajo, las voces etc. Si no tienen claro que es lo que quieren usen referencias del estilo similares y deduzcan como se hicieron las cosas. Mejor aún hagan una pre-producción de su música mediante la elaboración de maquetas o demos, si no tienen la posibilidad de grabar la batería real pueden programar baterías virtuales
Sacar lo mejor de lo que tenemos disponible: Si no podemos tener acceso a lo mejor de lo mejor, tratemos de sacarle jugo a lo que tenemos. Si nuestro amplificador de guitarra no suena como nos gusta al grabarlo, probemos cambiando la ecualización o la posición del micrófono o en el mejor de los casos cambiando la caja con los parlantes. Eso si, siempre hay que juzgar los sonidos ya grabados porque de otra manera nos podemos estar engañando. Otra cosa que recomiendo es conocer nuestras virtudes y falencias para poder destacarlas o maquillarlas mejor. Si nuestro cantante tiene problemas con la pronunciación de las «ese», no hay mejor técnica de de-essing que el buen uso de la microfonía.
Obtener el sonido desde la microfonía: La idea en este punto es que probemos al menos dos o tres posiciones de micrófono diferentes y nos quedemos con la que mejor suena. Al comienzo va a ser difícil distinguir las diferencias, pero con la práctica vamos a ir descubriendolas. Sugiero grabar un poco de la música en cada una de las posiciones, para luego escucharlas y poder comparar cuál es la que mejor suena para esa ocasión particular.Algunas sugerencias para obtener el mejor sonido de una fuente: si no logramos el sonido que queremos cambiar de micrófono (de ser posible), cambiar la posición del micrófono ya sea moviendo en vertical u horizontal. Rotar el micrófono del eje un poco hacia un costado, tan solo algunos grados bastan. Inclinar el micrófono unos cuantos grados para sacarlo del eje y cambiar la respuesta frecuencial. Si no funciona el micrófono de condensador, probar uno dinámico ya que a veces es necesario tener una respuesta en frecuencia limitada para obtener el sonido indicado (tal es el caso de las guitarras eléctricas).
Grabar con ecualización: Las ideas detrás de ecualizar al grabar son dos: una es tener el sonido casi terminado ya en la etapa de la grabación, para simplificar el proceso de mezcla. El segundo motivo es que los ecualizadores de consolas o externos en hardware tienen un ancho de banda mucho más grande que el que tiene el sistema digital, ya que para digitalizar una señal se limita el ancho de banda de la misma y se trabaja con filtros para lograrlo. Por ello el único momento en el que tenemos la señal analógica original es en la grabación y al ecualizar en este punto tendremos otra respuesta armónica, que si usamos el mismo ecualizador una vez la señal ya fue digitalizada.Sin embargo para poder usar esto y obtener un buen resultado tenemos que saber exactamente que es lo que buscamos, antes de siquiera pensar en agarrar el ecualizador.
Partes y funcionamiento de un ecualizador
Vista de un ecualizador digital típico, tomado de la D.A.W Pro tools.
Los ecualizadores son dispositivos electrónicos o digitales que modifican la respuesta en frecuencia y fase de una señal de audio, con una serie de parámetros pre definidos por el fabricante. Con un ecualizador podemos atenuar o amplificar una zona frecuencial dada, para resaltar o esconder alguna característica del sonido original que tenemos. Por ejemplo podemos resaltar el ataque o el cuerpo de un tambor o podemos atenuar la sibilancia de una voz para que no moleste en la mezcla.
Sin embargo todo cambio en una señal conlleva algún tipo de problema asociado, los ecualizadores por la forma en la que funcionan inducen cambios en la respuesta en fase de la señal. Esto significa que si los hacemos actuar de una manera muy agresiva sobre la señal lo que vamos a obtener sea probablemente un sonido anti natural si lo comparamos con el sonido fuente.
Es por eso que debemos conocer cada uno de las curvas de ecualización y los parámetros que podemos modificar de las mismas:
Tipos de curvas de ecualización:
Curva Shelving
El nombre proviene de la palabra Shelf, que significa estante, ya que la curva que se forma es similar a como se ve un estante. Este tipo de curva sirve por lo general para aumentar la energía en bajas y altas frecuencias, ya que se incrementa el nivel por igual a un conjunto de frecuencias.
Por lo tanto nos serviría para darle más peso a un bombo o bajo, dando más energía a sus fundamentales y armónicos de primer orden. De la misma manera nos sirve para dar más brillo o frecuencias agudas a un elemento en particular, por ejemplo los overheads de la batería o un hi hat, etc.
Se los suele usar tanto a nivel de mezcla como masterización, ya que a veces en el mastering es necesario «inflar» un poco el sonido cuando nos referimos a los graves o dar un brillo final a la mezcla para que se asemeje a las producciones comerciales.
Ejemplo de curva Shelving de baja frecuencia.
Ejemplo de una curva del tipo Shelving de frecuencias agudas.
Veamos los parámetros de este tipo de curva:
Frecuencia o Frequency: Depende un poco del fabricante del ecualizador, pero por lo general se refiere a la frecuencia de corte del ecualizador. Es decir la frecuencia en la que la energía ha decaído 3 dB. En este caso la caída de 3 dB del ajuste máximo que elegimos con la ganancia. Los 3 dB son equivalentes a la mitad de la potencia eléctrica.
Ejemplo del parámetro frecuencia en un ecualizador shelving. En este caso una ganancia a frecuencia mayor.
Ganancia o Gain: Es la cantidad máxima de amplificación o atenuación que provee la curva, si se trata de una atenuación la ganancia se expresa con números negativos por ejemplo -6 dB. Si fuese una amplificación se expresa con números positivos +6 dB por ejemplo.
Ejemplo del parámetro ganancia, dentro de un ecualizador Shelving. En este caso una atenuación
Ancho de banda o Q: En el caso de los ecualizadores shelving este parámetro determina cuantas frecuencias abarca la ecualización. Es decir si además de la frecuencia central que seleccionamos se abarca una gran cantidad de frecuencias (un Q pequeño). O por otro lado si la ecualización abarca un ancho de banda menor ( Q grande). Además existe la posibilidad al usar números de Q grandes de cambiar la forma de la curva a lo que se conoce como shelving resonante, que tiene un valle antes de comenzar la ecualización y un pico al alcanzar la amplitud máxima.
Vista del parámetro Q dentro de un ecualizador del tipo shelving. Notar que se forma una curva resonante de agudos.
Vista de una curva shelving resonante de baja frecuencia. En celeste remarcado el efecto resonante.
Curva Peaking / Bell o campana
Lleva el nombre ya que la forma gráfica que forma la curva es similar a una campana. Se usa para corregir alguna zona frecuencial o armónico molesto sin alterar demasiado el resto de las frecuencias o para corregir o generar ecualizaciones sustractivas y limpiar ciertas zonas frecuenciales.
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También nos ayudan a resaltar una zona frecuencial específica, como por ejemplo el kick del bombo, el ataque de una caja/tambor, la presencia de las cuerdas en una guitarra o bajo, el sonido del martillo contra las cuerdas de un piano, etc.
Son los preferidos para hacer ecualizaciones correctivas o de limpieza ya que si el ecualizador es de buena calidad se generan menos problemas de fase. Veamos los parámetros de esta curva:
Ganancia o Gain: Al igual que para la curva shelving, da cuenta de la amplificación o atenuación en dB. Ganancias grandes con anchos de banda pequeños suelen sonar mal o poco musicales.
Vista del parámetro ganancia dentro de una curva peaking. Remarcado en rojo la sección del ecualizador.
Frecuencia o Frequency: Es la frecuencia central con la cual se efectúa la ganancia seleccionada. Siempre que se usa un ecualizador se afectan otras frecuencias aledañas, por eso este parámetro se modifica en conjunto con el ancho de banda o Q.
Vista del parámetro frecuencia dentro de un ecualizador con curva de campana o peaking.
Ancho de banda o Q: Es el equivalente a la cantidad de frecuencias que el ecualizador afecta a ambos lados en esta curva. Se mide con los puntos de caída de 3 dB de la curva, a ambos lados. Un número grande de Q significa que el ecualizador es más selectivo, es decir afecta menos frecuencias aledañas. Por otro lado al aumentar el número del Q vamos a tender que el ecualizador produzca mayores cambios en la fase de la señal y por lo tanto puede sonar más plástico, por lo menos en las amplificaciones.
Ejemplo del parámetro Q dentro de la curva peaking o campana. En este ejemplo un Q más grande que en las otras imagenes.
Curva Bandpass o pasa banda
Existe otro tipo de curva que se forma al aplicar dos filtros para limitar el ancho de banda de la señal, uno pasa altos H.P.F en combinación con un filtro pasa bajos o LP.F. Es un tipo especial de curva y no siempre se encuentra en los ecualizadores típicos, mas bien se puede formar manualmente.
Parámetros de la curva:
Frecuencia de corte inferior: Lo que es equivalente a la frecuencia de corte del filtro pasa altos o H.P.F. Es la frecuencia a la cual el nivel ha caído 3 dB o la mitad de la potencia eléctrica.
Frecuencia de corte superior: Lo que es equivalente a la frecuencia de corte del filtro pasa bajos o L.P.F. Es la frecuencia a la cual el nivel ha caído 3 dB o la mitad de la potencia eléctrica.
Pendiente o Q: Es la razón de cambio de la atenuación del filtro en la frecuencia, ya sea pasa bajos o altos. Es decir son los decibeles por octava que el filtro atenúa, ya sea hacia arriba de la frecuencia de corte (filtro pasa bajos) o debajo de la frecuencia de corte (filtro pasa altos).
Ejemplo de una curva del tipo Bandpass, formada por dos filtros con una pendiente de 12 dB/ Octava. Un filtro pasa altos con frecuencia de corte en 100 Hz y un pasa bajos con frecuencia de corte en 5 kHz.
Tipos de ecualizadores
Las curvas de ecualización antes mencionadas por lo general vienen incluídas dentro de un ecualizador que puede ser del tipo: paramétrico, semi-paramétrico, gráfico y control de tono. Veamos cada uno en la práctica:
Control de tono: Este es el ecualizador más simple que vamos a encontrar en audio y consta de un filtro para agudos y otro para bajas frecuencias, con una pendiente predefinida. Lo que se controla es la frecuencia de corte de los filtros, para atenuar más o menos frecuencias.
Ecualizador gráfico: Toma su nombre del hecho que se puede ver la curva que creamos gráficamente. Son en esencia una cantidad de curvas del tipo campana o peaking que va a depender de la cantidad de frecuencias que presente el ecualizador. La frecuencia de la etiqueta que tiene el ecualizador es por lo general la frecuencia central de la campana. Las frecuencias se solapan permitiendo una respuesta en frecuencia plana cuando no están activadas. Por otro lado mientras más bandas tenga el ecualizador más complicado es que suene bien, debido a los problemas de fase asociados a valores de Q altos.
Ejemplo de un ecualizador gráfico de 31 bandas. Imagen tomada de: http://en.wikipedia.org/wiki/File:Behringer_3102_equalizer.jpg
Semi- Paramétrico: Son ecualizadores del tipo bell o campana a los que se les puede modificar 2 parámetros. Específicamente nos permiten modificar la ganancia máxima y la frecuencia centro de la curva, sin embargo tienen el ancho de banda predeterminado por el fabricante.
Paramétrico: Son ecualizadores con curva del tipo Bell o campana a los que se le puede modificar todos sus parámetros. Es decir podemos cambiar la frecuencia central de la curva, el ancho de banda o Q y la ganancia máxima a la frecuencia central. Se puede presentar en consolas con una o dos secciones paramétricas, por ejemplo los medios bajos (L.M.F) y los medios agudos (H.M.F). Tal es el caso de los ecualizadores de las consolas SSL, entre otras.
La técnica para buscar una zona frecuencial problemática consiste en hacer un barrido frecuencial. Esto se logra colocando una ganancia muy alta con un ancho de banda intermedio, luego vamos moviendo la frecuencia hasta encontrar la zona que más enfatiza el problema. Finalmente atenuamos una cierta cantidad de decibeles, hasta que mejore el problema sin afectar demasiado la señal. Podemos refinar la búsqueda frecuencial achicando el ancho de banda y volviendo a hacer el barrido hasta encontrar nuevamente la zona problemática.
Vista de la sección paramétrica de ecualización de la consola SSL-E 4000.
Enmascaramiento frecuencial
El enmascaramiento se produce cuando hay dos sonidos presentes que tienen un rango frecuencial similar, el oído tenderá a prestarle más atención al que más fuerte suene por tanto enmascarando al otro.
Podemos entonces decir que hay una frecuencia enmascarante y una enmascarada. Cuanto mayor nivel tenga la frecuencia enmascarante mayor será el ancho de banda de frecuencias enmascaradas.
Por este motivo se dice que los bajos enmascaran a los agudos, ya que si tenemos una frecuencia enmascarante baja con un nivel importante y otra enmascarada de mayor frecuencia, se va a tender a escuchar la baja frecuencia sobre la alta.
Cuando tenemos que combinar varias señales de audio vamos a tener que limitar su rango de acción en lo que respecta a la frecuencia, si no las frecuencias graves van a tender a enmascarar a las agudas. Al mezclar por ejemplo la guitarra con el bajo en una mezcla, vamos a tener que tomar una decisión en cuanto a cual será el instrumento que tenga predominancia en los graves y actuar en consecuencia.
Para este fin el primer elemento en la cadena de procesamiento que nos permite remover el exceso de energía frecuencial son los filtros de audio. Luego podemos complementar con ecualización del tipo sustractiva, para limpiar aún más las frecuencias «sobrantes»
Técnicas de ecualización en la mezcla
Hasta ahora vimos las herramientas disponibles pero no como usarlas en el contexto de mezcla. Una cosa es ecualizar una señal en solitario y otra muy distinta es hacer que esa señal logre «entrar» en la mezcla.
Veamos algunas técnicas y sugerencias para usar en nuestras mezclas:
Preferir la ecualización sustractiva: Siempre que tengamos que limpiar una zona frecuencial que suene mal o que tenga «turbiedad», es conveniente usar ecualización sustractiva. Esto por que cuando mezclamos necesitamos mantenernos lejos de la distorsión y una de las mejores maneras de hacerlo es bajando los faders o atenuando frecuencias. Para ello por lo general se emplean ecualizadores paramétricos, en conjunto con la técnica del barrido para encontrar la zona problemática. Luego se atenúa la señal hasta no modificar el timbre, se sugiere usar el botón de bypass o desabilitación para hacer pruebas A/B en todo momento de la ecualización.
Ejemplo de una curva de ecualización sustractiva, ubicada en la zona de los medios bajos.
Anchos de banda medianos o grandes: Cuando hacemos una ecualización del tipo musical, es decir queremos que algo suene mejor, es preferible usar anchos de banda medianos o grandes. De manera que además de ecualizar la frecuencia central estemos agarrando la octava e intervalos musicales. Esta técnica es fundamental para la ecualización aditiva.
Ejemplo de un ecualizador con un ancho de banda mediano/ grande. Es preferible usarlos para ecualización sustractiva.
Limpiar la zona turbia: Hay una zona frecuencial que suele ser complicada de tener controlada que son los medios bajos entre 150-500 Hz aproximadamente. El problema es que muchos instrumentos musicales tienen sus fundamentales en esta zona frecuencial, por lo que se tiende a acumular energía fácilmente. Para mejorar este problema se sugiere usar ecualización sustractiva para limpiar esta zona, pasando por todos los elementos que suenen «tierrosos».
Ecualización Aditiva: Preferir esta ecualización cuando tengamos que darle color o acentuar una zona frecuencial a algún elemento en particular. Por ejemplo acentuar el kick del bombo (3-6 kHz aprox), el golpe de la caja/tambor, etc. No hay que abusar de la ecualización aditiva porque podemos pasarnos al árido terreno de la distorsión.
Pensar en el Ying/Yang: Así como el blanco es el contrario del negro, existe un concepto en mezcla que dice que si necesitamos hacer que una señal suene más aguda, le quitemos contenido en graves y ya va a sonar más aguda en contraste. Lo mismo con los graves, si queremos que algo suene con más cuerpo quitemosle agudos. Podemos lograr esto ya sea con filtros o con las curvas shelving. Además al usar este precepto estamos ayudando a limpiar la mezcla ya que se trata de ecualizaciones sustractivas.
Ecualizar en mono: Una técnica muy interesante que a veces nos puede facilitar el reconocimiento de las zonas problemáticas frecuenciales es ecualizar escuchando en mono. Lo que buscamos es llevar al límite el problema sumando el contenido de ambos canales. En este punto podemos buscar los elementos que escuchemos que tapan a otros en la mezcla y procurar una ecualización sustractiva para buscarles una zona libre. Lo más probable es que cuando pasemos el monitoreo a estéreo la mezcla se escuche mucho mejor que antes.
Los medios: Todas las frecuencias son importantes pero la zona más importante es la de las frecuencias medias ya que este es el rango de frecuencias que la mayoría de los auditores van a escuchar, por una lado poca gente tiene equipos que reproducen bien los graves y por otro lado se sabe que a bajos niveles el oído tiene mucha mayor sensibilidad en los medios por el fenómeno de la resonancia. Entonces tenemos que asegurarnos que esta zona contenga toda la información necesaria para que nuestra mezcla no pierda potencial.Un ejercicio interesante para graficar mejor este punto es escuchar mezclas de nivel mundial quedándonos solo con los medios, nos vamos a dar cuenta que están pensadas para que gran parte de la información esté en esas frecuencias y es por eso que podemos escuchar una buena mezcla en un celular y que no suene tan distinta a la mezcla en los parlantes.
Ecualizacion complementaria: Cuando tengamos en la mezcla elementos complementarios que hacen lo mismo musicalmente, vamos a tener que usar una ecualización distinta para cada uno ya que el oído percibe el estéreo por diferencias en el timbre, entre otras cosas. Si a uno de los elementos le resaltamos cierta zona frecuencial, al otro probemos con una zona más baja en frecuencias o más alta.
Ejemplo del uso de dos ecualizadores con ecualizaciones complementarias. En este caso se uso una ecualización contraria.
Conclusiones
Hicimos un repaso por las herramientas y las técnicas de ecualización. Algunas de las cosas que mencioné acá estaban en otros artículos pero considero que tener todo a mano es más práctico.
Lo que nos tenemos que llevar de acá es que no hay que ecualizar por hacerlo sino que hay que hacerlo inteligentemente. Para eso lo mejor es empezar a ecualizar en la misma grabación o mejor aún desde la misma ejecución del instrumento ya que muchas veces nos vemos en la mezcla tratando de compensar por las falencias interpretativas del músico o de la microfonía.
En este ánimo tenemos que lidiar con el enmascaramiento y tomar decisiones que pueden parecer drásticas por si solas pero que en contexto hacen que las cosas ocupen su lugar.
Siempre que sea posible es conveniente usar la ecualización sustractiva y usar la aditiva con cuidado. Usando el contraste frecuencial para lograr mezclas con el mayor headroom posible.
Finalmente, tenemos que prestarle especial atención a las frecuencias medias porque es allí donde está la mayor cantidad de información en las mezclas, más aún en la era en la que nos encontramos donde escuchamos música en dispositivos que suelen ser incapaces de reproducir bien las frecuencias graves.
Como siempre, usen estos consejos en sus mezclas para sacar sus propias conclusiones. Un saludo y ¡A mezclar!
El exceso de «eses» es algo innegablemente molesto, y es uno de los asuntos que tenemos que afrontar a la hora de grabar y procesar voces. El «de-essing» se suele asociar casi exclusivamente con la post-producción y muchas veces se asocia erroneamente con algún plugin que por arte de magia se libera de todas las benditas eses con un solo click.
La realidad es que el balance de las «eses» en nuestras grabaciones es algo que tenemos que cuidar desde la etapa de grabación e incluso desde la propia elección del micrófono que vamos a usar
En este artículo sobre de-essing vamos a tratar de mostrar las cosas que tenemos que tener en cuenta a lo largo de todo el proceso de producción. Empecemos por entender mejor el problema:
Prevenir antes de lamentar
Hoy en día existen plugins para reducir o atenuar el exceso de «sibilancia»en una grabación vocal y lo hacen muy bien. Sin embargo este tipo de herramienta son un parche para un problema que puede ser afrontado mucho antes. Con esto me refiero a la etapa de grabación, es acá donde tenemos que hacer todo lo posible para tener un sonido de voz frecuencialmente balanceado.
El desafío yace en que todas las voces son distintas y una de las cosas que las hace distintas es la frecuencia y el nivel con el que se producen las eses en cada uno. Por lo tanto hay que hacer lo posible por no enfatizar algunas zonas frecuenciales desde la elección del micrófono/preamplificador y su posición. Par darnos una idea la sibilancia tiene un rango frecuencial aproximado que abarca desde los 2- hasta los -8 kHz.
Los micrófonos presentan una especificación llamada respuesta en frecuencia que nos da información vital respecto a como se van a comportar en este dominio. Con esta información podemos tomar decisiones o saber a priori como va a sonar un micrófono, si tiene zonas de énfasis frecuenciales o de atenuación.
Por lo general los micrófonos suelen tener desviaciones de lo que sería una respuesta lineal o plana y en muchos casos ofrecen un realce en las frecuencias altas, que pueden recaer en la zona de las eses, por lo tanto realzando también estas frecuencias.
Respuesta en frecuencia
Veamos la comparativa de algunos legendarios micrófonos vocales: algunos de condensador, otros dinámicos y de cinta. Para que la comparación sea justa comparamos las respuesta en frecuencia con el mismo patrón polar en todos los modelos (salvo los micrófonos de cinta, que son figura en 8), elegimos el más usado para grabar voces por su rechazo posterior. El patrón cardioide.
Neumann U-87 Ai (Multi patrón polar)
Se trata probablemente de uno de los micrófonos de alta gama más usados en estudio para múltiples instrumentos y asimismo en voces. Observemos que tiene un realce centrado en los 9 kHz pero que llega hasta los 6 kHz, es decir cae en la zona de las eses vocales. El realce es de 2.5 dB aproximadamente.
Micrófono de condensador Neumann U 87. A la derecha de la imagen se puede observar la respuesta en frecuencia del micrófono y los realces que tiene en alta frecuencia.
Neumann TLM 103 (Patrón polar Cardioide)
Otro micrófono de alta gama de la misma firma pero de un rango de precio menor que el anterior. Podemos observar el realce centrado en los 10 kHz, pero en esta ocasión llega hasta los 3 kHz prácticamente. Por otro lado el realce es de 4 dB aproximadamente.
Micrófono de condensador de la firma Neumann modelo TLM 103. A la derecha la respuesta en frecuencia con sus respectivos realces en alta frecuencia.
AKG C 414 XLS (Multi patrón polar)
Micrófono clásico para usos en el estudio y especialmente en las voces. También tiene varios realces en las altas frecuencias y uno de al menos 2 dB en la zona de las eses.
Micrófono de condensador AKG 414. A la derecha se observa la respuesta en frecuencia del micrófono.
Rode NT1-A
Micrófono de condensador de muy buena calidad y muy usado en el Home studio para múltiples funciones. Podemos observar que el micrófono tiene varios realces a lo largo del espectro audible y en especial en las altas frecuencias llegando a los 4.5 dB a los 15 kHz aproximadamente.
Micrófono de condensador cardioide NT1 A de Rode. A la derecha la respuesta en frecuencia del micrófono.
Micrófonos dinámicos
Tal vez estos micrófonos no aparezcan en muchas fotos de estudios de grabación pero hay cantantes que prefieren por comodidad de monitoreo grabar en la sala de control y terminan usando un micrófono dinámico como estos. Por otro lado son micrófonos mucho menos sensibles que sus pares de condensador.
Shure SM-58
Este es tal vez uno de los micrófonos más usados en contexto de sonido en vivo para voces. Podemos observar los realces en altas frecuencias que tiene el principal comienza en 2 kHz y llega hasta 8 kHz. Abarca por lo tanto la zona de inteligibilidad de la palabra y de las eses vocales, en este caso es un realce de 5 dB aproximadamente.
Vista del micrófono dinámico vocal clásico SM 58 de Shure. A la derecha la respuesta en frecuencia del micrófono.
Shure SM-57
Otro micrófono legendario tanto en usos de sonido en vivo como en estudio para múltiples fuentes. Si observamos los realces que incorpora podemos ver que la curva principal comienza en los 2 kHz y llega hasta los 10 kHz con un máximo de unos 7 dB aproximadamente.
Vista del micrófono dinámico legendario Shure SM-57. A la derecha la respuesta en frecuencia.
Micrófonos de cinta
Otro tipo de micrófonos que suelen tener una respuesta en frecuencia distinta a los de condensador o dinámicos clásicos, son los de cinta. En este caso el patrón polar del micrófono es figura en 8.
Royer R-121 (Patrón polar figura en 8)
Micrófono de alta gama de cinta útil para numerosos tipos de fuentes sonoras; entre ellas la voz. Observemos que la respuesta en frecuencia del micrófono presenta una leve caída en altas frecuencias, comenzando en los 10 kHz en adelante. Esto quiere decir que este micrófono suaviza la respuesta de la voz en esa zona frecuencial.
Vista del micrófono de cinta de la firma Royer R-121. A la derecha la respuesta en frecuencia del micrófono.
SE Electronics X1 R (Patrón polar figura en 8)
Este es un micrófono de cinta de bajo coste con una respuesta en frecuencia totalmente distinta al anterior. En este caso la respuesta tiene un realce centrado en los 6 kHz, justamente en la zona problemática.
Vista del micrófono a cinta de Se electronics X1R, de bajo coste. A la derecha la respuesta en frecuencia.
Lo que podemos intuir de observar las respuestas en frecuencia de los distintos micrófonos presentados, mas allá de la gama de precios, es que todos son distintos. Por lo tanto no hay un micrófono que cubra todas las necesidades que podamos llegar a tener. En el caso del tema de las eses, algunos van a tender resaltar esta zona frecuencial y el problema se puede hacer mayor si la zona de mayor realce coincide con la frecuencia donde tiene las ese nuestro cantante.
Se sugiere por tanto, siempre que sea posible, probar con distintos micrófonos escuchando los resultado y buscar el que mejor se comporte para nuestra situación. De esta manera nos evitamos o minimizamos el uso de técnicas destructivas en la mezcla.
Del mismo modo si nos encontramos en una situación con un cantante que tiene mucha sibilancia y encima tenemos un micrófono que tiene un realce en esta zona, procuremos no usar un preamplificador valvular, ya que estos también presentan un incremento armónico en las altas frecuencias.
Modificar la posición del micrófono
Si el problema persiste al cambiar de micrófono o solo disponemos de un micrófono, todavía tenemos opciones. Tal vez la más práctica es modificar la posición del micrófono respecto al cantante.
La posición mas intuitiva para colocar un micrófono suele ser directamente en frente de la boca del cantante con la cápsula alineada con la misma. Esta forma tal vez sea la mejor para tener el mayor nivel de captura pero al mismo tiempo es una catapulta para la sibilancia.
Por eso se sugieremodificar la posición del micrófono para sacar del eje de la boca del cantante a la cápsula de manera de reducir la sibilancia. La explicación detrás de esto es que las frecuencias agudas son muy direccionales debido a su longitud de onda pequeña. Por ello si movemos la cápsula del micrófono donde justo recibe todas estas frecuencias, un poco más arriba o abajo o hacia los lados ya estamos ayudando mucho al tema.
Otra opción para el mismo fin es rotar el micrófono unos grados hacia cualquier lado, para sacar al cantante del eje de la cápsula. También sirve alejar un poco el micrófono del cantante. Podemos también usar un filtro anti pop, en especial para mantener al cantante a una distancia fija que nosotros disponemos como la distancia en donde se minimizan las eses.
Indagando otrasopciones para hacer este artículo me encontré en Gearslutz una técnica que consiste en colocar un lápiz en medio de la grilla del micrófono, ajustada por una goma o cinta. La idea es hacer que las frecuencias de la sibilancia incidan sobre el lapiz y se desvíen, ya que por la longitud de onda el lápiz se transforma en un obstáculo importante. Aclaro que nunca la probé pero es tan sencilla que probando no perdemos nada.
Truco/técnica del uso de un lapiz sobre la grilla del micrófono, para reducir la sibilancia de un cantante. Fuente: Gearslutz
Si prevenir es mejor que curar, curar es mejor que morir:
Cuando ya tenemos la voz con exceso de eses grabada, tenemos que acudir a otros métodos para atenuar este problema e intentar hacer que no sea notorio para el oyente. Lo que podemos hacer en primera instancia es identificar la forma de onda de las eses en nuestra pista vocal. Vamos a notar que la forma de onda es de muy alta frecuencia y también que no todas las eses son molestas.
Una vez identificada la forma de onda e identificados los lugares donde se producen las eses molestas, vamos a proceder a solucionar el problema usando alguno de los siguientes métodos:
Métodos manuales
1. -Automatizar el nivel
La primera forma de reducir el problema es con automatización de nivel en la pista ofensiva. Para ello tenemos que develar la pista de automatización de volúmen en nuestra D.A.W, usualmente esto se puede encontrar en la visualización de la pista en cuestión. Vamos a ver que están las opciones de : forma de onda (waveform), volume (volúmen), paneo (Pan), etc.
Vista de la pista de automatización de nivel dentro de una D.A.W. La línea blanca es donde podemos cambiar el nivel por partes o general.
Lo que tenemos que hacer es ir hacia cada ese molesta y seleccionar la duración de la misma, por eso hay que identificar primero la forma de onda para saber la extensión. Luego tenemos que reducir el nivel en la pista de automatización en una cierta cantidad de decibeles. Como sugerencia podemos comenzar con 3-4 dB de atenuación e ir aumentando hasta conseguir el efecto deseado. Sin duda es un método bastante eficaz, sin embargo toma un tiempo importante en hacer esto con toda la canción.
Ejemplo de como automatizar el nivel de una ese. Se localiza donde está el problema y se reduce el nivel por la extensión correspondiente.
2.- Usar una pista extra para las eses
Un método interesante consiste en crear una pista extra en la que vamos a colocar los fragmentos de la región de audio de la voz en los que tenemos las eses molestas. Luego en esta pista podemos atenuar el nivel, ecualizar para reducir los agudos, sin afectar a la pista de la voz.
Uso de una pista extra dedicada para las eses. En la imagen es la pista inferior.
Un par de sugerencias antes de usar este método: Primero asegurarse de que al arrastrar la región contengamos el movimiento (en Pro Tools esto se hace manteniendo la tecla shift apretada) y no la movamos del lugar exacto en donde estaba. Es muy fácil que se nos mueva el mouse y hacer un caos al hacer este tipo de ediciones.
Vista del tratamiento de varias eses con esta técnica. Sin duda la flexibilidad es muy grande de este modo.
Segundo siempre que hagamos cortes a las regiones de audio debemos usar fades para reducir los ruidos o distorsiones que se pueden producir por cortar o mover el audio. Los fades pueden ser cortos de duración y con 3-5 milisegundos suele bastar para no tener problemas de ruidos.
Vista del uso de fades o fundidos de entrada y salida.
Referenciar nuevamente
Como la mayoría de las cosas en audio no hay nada absoluto, mas bien las cosas son relativas a algo. Este es el caso con la sibilancia de nuestras producciones, por ello ya que vamos a necesitar comparar nuestra grabación contra alguna producción comercial de alta calidad en lo posible, para saber en donde estamos parados con respecto a la sibilancia.
Para esto tenemos que importar la referencia a nuestra sesión en la D.A.W por conveniencia y reducir el nivel de la pista, ya que se trata de una canción ya masterizada. Tenemos que bajar el nivel hasta que subjetivamente se parezca al de nuestra mezcla, para no ser engañados por la no linealidad de nuestros oídos.
Si usamos la referencia desde un programa de reproducción de música o de streaming, tenemos que asegurarnos de hacer el proceso de igualar el nivel ya que esto provoca una diferencia muy grande al oído.
Usando herramientas digitales
La siguiente alternativa es el uso de plugins especializados para tratar las eses, llamados De-essers. En pocas palabras un De-esser es un compresor que es activado por un cierto rango de frecuencias que pueden ser modificadas para la ocasión en particular. Los hay de banda ancha, es decir que reducen el nivel de todo el espectro de señal cuando aparece la frecuencia en cuestión. Por otro lado el de-esser puede reducir el nivel solo de las frecuencias altas , cuando aparecen las eses.
Son una buena alternativa aunque a veces se va a notar que hemos procesado la señal. Por eso hay que usarlos con cautela y ajustando bien los parámetros. Antes de colocar el de-esser es recomendable haber identificado la zona frecuencial que están las eses en el cantante en particular.
Para ello lo mejor siempre es el entrenamiento auditivo, pero si nos cuesta mucho reconocer la zona frecuencial, podemos hechar mano a un analizador de espectro para obtener la frecuencia con más facilidad. Recordemos que va a depender del cantante pero usualmente va a estar entre los 2kHz-8 kHz.
Vista de un analizador de espectro para ayudarnos a encontrar la zona de sibilancia.
Lo que tenemos que hacer es insertar el de-esser en la pista a tratar, teniendo en cuenta que como las eses son sonidos de bajo nivel, si comprimimos la pista estos sonidos van a subir de nivel y a emparejarse con el resto. Por lo tanto deberíamos colocar el de-esser al final de la cadena o después de las etapas de compresión.
Plug in de de-essing de la D.A.W Pro tools. En este caso el plugin no tiene un umbral si no el parámetro range.
Vista del plugin para de-essing de Waves.
Parámetros del de-esser
Threshold: Tal como los compresores el umbral es el punto desde el que comienza a actuar el dispositivo, en el circuito de Side chain o activación. Hay que reducir el umbral hasta que la reducción de las eses sea suficiente. Cuidar de no bajar mucho el umbral ya que puede producir sonidos sin brillo.
Range: En algunos plugins se especifica el máximo posible de atenuación y es con lo que logramos atenuar. Mientras mayor sea el valor más vamos a atacar el problema, peros i nos pasamos vamos a obtener un sonido sin brillo.
Attenuation: Medidor de la atenuación lograda con los parámetros escogidos. Con este parámetro nos ayudamos a saber si cuando no hay eses también estamos atenuando el nivel. De ser así hay que re ubicar el umbral más arriba para no atenuar en otros lugares.
Frequency: Dependiendo de la manera en que trabaja el plugin puede ser la frecuencia central en la que actúa la atenuación o la frecuencia de donde comienza la atenuación. Esto va a depender del filtro que tiene en el circuito detector el compresor.
Side chain: Seleccionamos como actúa el circuito de detección del de-esser , ya sea que usa un filtro pasa banda que centra la zona frecuencial en cuestión. O si es un filtro pasa altos que atenúa desde una frecuencia dada en adelante.
Monitor o listen: Con esto escuchamos la señal sobre la que va a actuar el de-esser cuando estamos en el circuito detector o side-chain.
Usando automatización
Un de-esser de calidad bien ajustado debería ser suficiente para la inmensa mayoría de los casos. Sin embargo, si observamos que además de atenuar las eses estamos quitando el brillo a otras partes que no tienen eses podemos automatizar el de-esser.
Si bien es posible automatizar varios parámetros dentro del plugin, se recomienda ajustar todos los parámetros de frecuencia y sidechain primero. Para solo automatizar el umbral, de tal manera de que solo se active el plugin con las eses molestas. Este método suele ser uno de los mejores pero requiere revisar toda la canción detenidamente en busca del problema y ajustar cada uno.
Ventana de automatización dentro de Pro Tools. En verde se resalta el parámetro a automatizar, en este caso el umbral.
En la práctica es similar a ajustar el nivel de las eses con la pista de automatización de nivel, solo que en vez de manejar el nivel manejamos el umbral del de-esser. De esta manera solo actuamos sobre lo que queremos sin tocar lo demás.
Ejemplo de una automatización del umbral de un de-esser. La idea es similar a automatizar el nivel, solo que cambiamos el umbral del de-esser.
Conclusiones
Muchas veces me encuentro en la situación de mezclas que sonarían muy bien, de no ser por un nivel de sibilancia totalmente distrayente y que derrumba todo lo construído por otro lado, es en esas circunstancias en las que viene muy bien el saber como solucionar o paliar este problema.
Como vimos en el artículo es preferible, como en casi todo, prevenir estos problemas desde la fuente. Ya sea mediante la elección del micrófono para complementar la voz y no exagerar las sibilancias, sumado a una buena elección de preamplificador.
Si eso no es posible o no es suficiente, podemos probar con algunas de las sugerencias para reducir el efecto de las eses, ya sea moviendo el micrófono o el cantante del eje del micrófono, sin duda son pequeños cambios pero que ayudan mucho.
Por último si las anteriores opciones no se consideraron o tenemos todo ya grabado, nos quedan algunas alternativas tanto manuales, como en plugins. Lo importante al usar estas técnicas es saber cuando nos pasamos de largo y dejamos sin vida a una voz.
La única forma de dominar estas herramientas y técnicas es poniéndolas en práctica!!
¿Como hacen estos tipos? ¿Serán los equipos que tienen o será que yo vengo fallado? Esas mezclas: claras, llenas de detalles, libres de distorsión y yo acá despachando mezclas insulsas a dos manos.
Si este monólogo interno te identifica en lo más mínimo estás en el lugar correcto, en este artículo vamos a hablar de como configurar la estructura de ganancia en nuestras mezclas, proceso conocido como «gain staging» en inglés.
Empecemos por hablar de la distorsión en las mezclas y como podemos encarar el problema:
La distorsión: nuestra gran enemiga
Antes de poder abordar el tema en específico tenemos que entender que es lo que estamos evitando y por qué. En términos coloquiales, lo que queremos evitar son las mezclas «pasadas de rosca» que distorsionan y en el peor de los casos con clipping digital.
En esencia la distorsión es un cambio en la señal que estamos tratando producida por la no linealidad de los dispositivos que usamos. Esto porque no existe un dispositivo capaz de amplificar linealmente una señal de manera infinita, a partir de cierto punto empiezan a introducir distorsión.
La distorsión puede venir en diversos sabores, por ejemplo puede ser un cambio en la fase a la salida de un cierto dispositivo lo que seria llamada como una distorsión de fase. También podemos encontrarnos con una distorsión en la respuesta en frecuencia/nivel de la señal que tal vez es la que más tenemos asociada como distorsión audible. Este tipo de distorsión consiste en la suma de una cantidad de armónicos a la señal que estamos tratando que dependiendo del grado de distorsión puede ir desde un poco hasta una cantidad infinita teórica de armónicos si hablamos de la distorsión por clipeo o recorte de onda.
Vista de la transformación sufrida por una onda senoidal al ir sumando armónicos a la misma. Al sumar una cantidad importante de armónicos se transforma en una onda cuadrada. Animación tomada de: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:SquareWave.gif
Pensemos cuando subimos el «nivel» de nuestro equipo de música, pasado un cierto nivel vamos a empezar a escuchar como la señal se comienza a «ensuciar» y a perder detalles ya sea reverberaciones, detalles internos de la mezcla, etc. Lo que pasó es que el equipo paso de su etapa en que es más lineal (solamente aumenta el nivel) a su etapa no-lineal (en la que además de subir el nivel se agregaron una cantidad de armónicos que antes no estaban a la señal).
Un caso especial de distorsión y tal vez el que peor suena es la distorsión por recorte de la señal o clippeo. Esta distorsión se produce cuando la señal llega al límite de capacidad del sistema y rebasa este punto, debido a que el sistema no puede reproducir los niveles superiores a ese punto debe «recortar» la forma de onda que rebasa dicho punto transformando la señal en una onda cuadrada mientras dure el tiempo en la que se rebasa este punto.
Vista de una onda senoidal arriba y una onda cuadrada de la misma frecuencia y similar amplitud. La onda cuadrada fue generada por clipping digital.
Este tipo de distorsión también existe en la mezcla y lo que sucede típicamente es que al ir acercándonos al punto de recorte de la forma de onda vamos perdiendo progresivamente las cualidades antes mencionadas y se van reemplazando por las de un sonido «rasposo» y ruidoso cada vez que la señal llega a la amplitud que significa distorsión.
El problema en las mezclas digitales es que es muy fácil llegar a distorsionar si no se toman algunas precauciones y/o estratégias al momento de dejar un cierto margen para mantenerse lejos de la distorsión y especialmente del recorte de la señal o clipping.
Ejemplo de audio:
Podemos escuchar la diferencia entre el sonido de una onda senoidal o tono puro y una onda cuadrada. La onda senoidal tiene un sonido similar a un pitido mientras que la onda cuadrada suena mucho más distorsionada.
Alejándonos de la distorsión: el headroom
El nivel máximo que puede tolerar una mezcla digital es el 0dB Full Scale, esto puede resultar engañoso ya que en las consolas analógicas existe un 0 dB y al mezclar se puede rebasar de este punto sin inducir distorsiones audibles. Es más, mientras mejor es la consola más decibeles podemos rebasar de este punto sin sonar distorsionados.
Todo el nivel que la consola pueda tolerar por encima del 0 dB hasta la distorsión se llama Headroom, concepto que podemos denominar como «resto». Este principio de las consolas analógicas se puede aplicar en la mezcla digital siguiendo algunos principios de ajustes de nivel óptimos de la señal, tanto en la grabación como en la mezcla.
La lógica en el sistema digital es generarnos este resto o Headroom yendo hacia los decibeles negativos y ajustando la ganancia de cada canal de la mezcla para tener un margen aceptable y que al sumar todas las señales aún mantengamos este margen y siempre estemos lejos de la distorsión.
El sistema de referencia K-20 para mezcla
Si bien uno puede darse el headroom por si solo, existe un sistema de referencia en lo que respecta a niveles nominales y niveles de monitoreo para mezcla llamado K-20 sugerido por Bob Katz, prestigioso ingeniero de mastering. El sistema consiste en el uso de un medidor de nivel del tipo RMS o promedio, en el que el 0 dB está calibrado para caer 20 decibeles menos que el 0 dB digital o Full scale, por lo tanto cuando la señal marque 0 dB en realidad está a -20 dB.
Además si estamos trabajando con el estándar de nivel de línea de salida profesional (+4 dBu), vamos a tener que cuando la señal esté en -20 dB estaremos en los +4 dBu que es igual al 0VU que es el nivel nominal operativo de consolas, ecualizadores, compresores y demás dispositivos periféricos profesionales con los que podemos interconectarnos.
Si bien el sistema K de monitoreo consta de una parte de referencia de nivel, además contempla el uso de un nivel estandarizado de presión sonora que corresponde con la zona en la que los oídos son más «planos» en la respuesta en frecuencia.
La idea finalmente consiste en ajustar la ganancia de cada canal en la mezcla para que las señales RMS caigan en el K-20, de esta manera cuando sumemos todas las señales de la mezcla mantendremos el margen o resto en todo momento, produciendo mezclas consistentes y que no estén sobre comprimidas.
Vista de un medidor de nivel calibrado en K-20, para mezcla.
Vista del medidor de nivel Dorrough de Waves. En rojo se resalta la selección de referencia 20, que equivale al K-20. En celeste se resalta la sección del medidor que corresponde al -20 o 0 dB de la escala.
El ajuste de la estructura de ganancia:
Es el control de nivel de nuestra señal o conjunto de señales que componen la mezcla en toda la cadena de procesamiento, manteniendo el mismo nivel desde el comienzo hasta el fin de la misma. La idea detrás de esto es poder tener el suficiente headroom o resto en la mezcla siempre y no sufrir de los males de la distorsión.
Para lograrlo podemos usar cualquier plugin que nos permita manejar la ganancia por separado de tal manera de poder subir o bajar una cantidad importante de decibeles la señal para que se ajuste al nivel óptimo de referencia.
Tenemos que tener en mente que nos vamos a encontrar con dos tipos de señales en mezcla: las RMS o promedio (voces, guitarras, piano, bajo,cuerdas, etc.) y las peak/pico (baterías, percusiones varias). Esta división se hace necesaria ya que el medidor RMS no va a ser capaz de darnos una lectura certera de las señales del tipo peak y un medidor peak no va a ser capaz de mostrarnos lo que sucede con las señales promedio. Veamos el procedimiento para llegar a un nivel nominal para los distintos tipos de señales
Señales Pico/Peak
Se recomienda que las señales con mucha transiente/transitorios ej. baterías, percusiones,etc. se manejen con un nivel de – 6 dB peak (Esto significa que desde el 0 dB FS la señal esté 6 decibeles por debajo) en promedio. Es decir que la señal esté la mayoría del tiempo por ese valor, por momentos va a tener un nivel inferior y por momentos superior.
El tipo de medidor que vamos a necesitar es un medidor del tipo peak, es decir con una respuesta muy rápida o instantánea. Es recomendable colocarlo en el master fader y luego solear una por una las señales que tenemos que medir. Para esta tarea podemos usar los medidores que vienen incorporados en las D.A.W ya que estos suelen ser medidores del tipo Peak.
Para este fin las D.A.W nos permiten ver a que nivel llegó la señal, si clipeó. Con esta información podemos ajustar la ganancia de la pista como corresponda para obtener el nivel deseado.
Vista de la ventana de mezcla de la D.A.W Pro tools. En celeste se observa la lectura del nivel de picos de cada canal (Pk). En violeta se resalta el medidor de nivel de picos que viene en cada canal.
Si por ejemplo al medir nuestra señal tiene un nivel superior al recomendado, vamos a usar el plugin de ganancia para reducir el nivel, en el caso de Pro Tools usamos el plugin trim. Si tenemos que la señal está casi en 0dB FS vamos a tener que reducir en 6 dB su nivel, es decir colocar el valor – 6dB en el plugin de gain.
Vista de un plugin para el manejo de la ganancia, llamado trim. En el se observa un ajuste de – 6dB.
Señales RMS o promedio
Para todo el resto de señales que tienen una envolvente con mayor sostenimiento y release, ej. la voz, guitarras, piano, bajo, etc. se recomienda llevar las señales a -20 dB rms o promedio.
Para ello vamos a necesitar un medidor de nivel en modo RMS, average o promedio colocado en el master fader. Lo que vamos a observar es que este tipo de señales tiene mayor tiempo de duración y por lo tanto la medición o lectura es más lenta y a veces puede ser engañosa.
La estrategia consiste en solear una pista por vez y mantener el medidor del master fader abierto, de tal manera de poder ajustar la ganancia de la pista para que ronde los -20 dB rms o si estamos en el sistema K-20 rondará el 0 dB del medidor.
Vista del medidor de nivel PAZ meters de Waves. En violeta se observa la opción para lectura RMS. En azul la barra de medición RMS
Manteniendo el nivel en toda la cadena
Una vez tenemos el ajuste de ganancia correcto para cada tipo de señal en cada canal nos queda mantener ese mismo nivel en toda la cadena de procesamiento y es tal vez ahí donde está el desafío más importante.
Con mantener el nivel nos referimos a que cuando usemos una instancia de procesamiento igualemos la salida para compensar por el aumento que le dimos. Si usamos por ejemplo un ecualizador para boostear alguna zona frecuencial, compensar ese aumento a la salida.
Si bien esto se puede hacer matemáticamente disminuyendo la salida con una cantidad específica de decibeles que se aumento en la ecualización, también se puede hacer a oído o subjetivamente.
La idea es usar el botón de bypass que tienen los plugins y escuchar atentamente cuanto sube o baja el nivel de salida de la señal después de procesada. Luego compensamos ya sea subiendo el nivel o bajandolo, hasta que a nuestro oído ambas señales estén igualadas. El mismo principio se aplica con los compresores, si hubo una determinada cantidad de decibeles de compresión no debemos ajustar numéricamente si no hasta que suene igual que la entrada.
Vista del compresor CLA-76 de waves. En rojo se observa el botón de bypass para desactivar el plugin y evaluar el nivel de entrada vs salida. En celeste se observa la sección de entrada y salida. La idea es ajustar la salida para que el nivel sea igual a la entrada.
¿Para qué voy a ecualizar o comprimir entonces si no va a haber aumento de nivel? ¿Se anulan dichos procesos?
El truco está en que si por ejemplo ecualizamos la señal cambiamos el su contenido frecuencial y por tanto hacer que suene diferente, más allá de si sube el nivel o no. Si le aumentamos graves a un bajo pero luego igualamos el nivel de salida en realidad cambiamos el sonido que es lo que buscábamos en primer lugar, por que de otra manera podríamos usar el fader.
Lo mismo aplica para la compresión, si bien en los libros y manuales nos dicen que hay que compensar los decibeles que se comprimieron esto no siempre es necesario. Si comprimimos un tambor de batería para emparejar el nivel de los golpes, una vez lo hicimos no necesitamos subir el nivel desde el make up gain del compresor, si hiciera falta subir el nivel del tambor final lo podemos hacer desde el fader.
Ahí radica el cambio de paradigma al mezclar, en vez de subir el nivel de las cosas buscamos mantener el margen o resto todo el tiempo, para que al final podamos usar los faders para dar los planos finales que necesita la música en específico.
Vista de la sección de entrada y salida de un ecualizador de precisión típico.
Nivel nominal de mezcla
Si seguimos los pasos anteriores y nos aseguramos que las señales del tipo peak/pico estén por los – 6dB FS y las señales promedio estén por -20dB rms, vamos a llegar al nivel óptimo de mezcla sin hacer mucho más.
El nivel de la suma de todas las señales en la mezcla óptimo recomendado debe rondar en promedio los -20 dB rms o promedio y no debe llegar al 0 dB FS, es decir no debe clipear. Lo bueno es que al seguir las sugerencias anteriores se llegan a estos valores casi sin esfuerzo.
Si bien estas son recomendaciones muy válidas hay veces que una mezcla queda un poco más fuerte o más baja que estos niveles y no debería causar mayores inconvenientes, siempre y cuando sean valores razonables. T
Conclusiones
Si hay algo que escucho seguido en mezclas en todos los estilos es el llevar todo al límite, lo que indefectiblemente nos lleva a un solo lugar: la distorsión. Es algo con lo que todos en algún momento peleamos y es tal vez una de las herramientas o estrategias que harán que nuestras mezclan suban de nivel.
En este artículo nos centramos en las etapas de ganancia y los niveles recomendados para tener una mezcla lejos del ruido y de la distorsión pero esto no quiere decir que estos aspectos no deban preocuparnos al momento de grabar.
Estas técnicas de niveles óptimos operativos se aplican o deberían aplicar al momento de grabar, para obtener la mejor relación señal ruido y señal distorsión posibles. Para luego poder plantearse una mezcla en los mismos términos.
Yo solía pensar que estas técnicas eran algo matemáticas y rígidas en el contexto artístico de una mezcla o grabación, sin embargo una vez las adopte y me familiaricé con ellas me fue mucho más fácil llegar a buenos resultados en términos de distorsión y detalle en la mezcla,
Por eso sugiero que pongan en práctica estas técnicas de ajustes de nivel y de seguro se llevarán más de una sorpresa en cuanto puede mejorar algo con estos simples lineamientos.
Tener acceso a un sesionista entrenado y a una batería de calidad en una sala con un acondicionamiento acústico acorde sería desde ya un sueño, lastimosamente una gran mayoría de los músicos que producimos nuestra propia música no contamos con esa posibilidad y por eso tenemos que acudir a programar baterías usando algún tipo de instrumento virtual como EZ Drummer, Addictive Drums, Battery y usando en general cualquier batería virtual.
Este artículo tiene como finalidad introducir el tema a las personas que tienen dudas al respecto, no es un tutorial avanzado sino que cubre lo necesario para empezar a hacer nuestras propias pistas de batería. Aclaro que voy a usar el EZ Drummer pero que los ejemplo son extensibles a la mayoría de los plugins de ese tipo por lo que no deberían tener problemas para hacerlo con el plugin que tengan a disposición.
¿Cómo funcionan los plugins de baterías virtuales?
Los plugins de baterías virtuales actuales funcionan con muestras de sonido, que por lo general fueron obtenidas de baterías de alta gama y en estudios profesionales de grabación. Las pistas que vienen con estos plugins vienen por lo general pre-procesadas es decir que el sonido está casi terminado en términos de ecualización y compresión.
Estos instrumentos virtuales de batería funcionan de la siguiente manera:
El usuario «programa» los golpes en el lugar donde tienen que ir considerando la grilla de tiempo. Esto se hace con MIDI, los golpes pueden ser introducidos dentro del secuenciador o usando algún controlador MIDI externo como teclados, pads, máquina de ritmos entre otros.
El usuario elige el sonido de batería que más le parezca para el contexto.
Una vez lista la pista, el instrumento virtual reemplaza los golpes por las muestras de sonidos que como comentamos ya están preprocesadas. Al estar estas muestras pre-procesadas, el sonido que vamos a escuchar se aproxima bastante al sonido de una batería de alta gama microfoneada.
Este es el mecanismo de funcionamiento de este tipo de programas explicado de la manera más sencilla posible, cuando hablamos de «programar» golpes hablamos en realidad de generar patrones donde a cada golpe se le asigna un cuerpo de la batería.
Otro punto a tomar en cuenta es que la edición es no destructiva, permitiéndonos así cambiar los patrones, sonidos y casi todos los parámetros que pueden ser modificados sin necesidad de repetir el proceso.
Antes de empezar: Ya no estamos en los 80
Uno de las cosas más importantes que tenemos que saber antes de ponernos a programar ritmos de batería es que la persona más apta para hacer bien este trabajo es justamente un baterista y en un caso ideal, uno bueno que incluso pueda tocar igual o mejor en la vida real que en el instrumento virtual.
¿Vaya paradoja no? La verdad es que cualquiera puede hacer un ritmo de batería aceptable pero no cualquiera puede hacer sonar un plugin como una batería real. Lo que tenemos que tratar de evitar a toda costa es que nuestras pistas de batería terminen sonando frías e hiper robóticas a la usanza de las primeras máquinas de ritmos que salían en los años 80 y maravillaban a todo el mundo.
Entonces, si la persona ideal para programar baterías es un baterista ¿Como podemos hacer para acercarnos a ese lugar? Sencillo, tratando de pensar como un baterista. No es algo fácil o que pueda suceder de la noche a la mañana pero es a lo que tenemos que apuntar si queremos lograr pistas de batería que suenen reales.
¿En que nos tenemos que fijar?
Los acentos
Otro tema de vital importancia para lograr un sonido más parecido al real son los lugares en donde van los acentos musicales. Por ejemplo si programamos un ritmo de batería y hacemos que todos los golpes de hi hat o del tambor/caja/tarola iguales, vamos a terminar con una interpretación demasiado perfecta que va a sonar a robótica, que no es lo que se busca.
Las variaciones en el nivel o volúmen entre los golpes es tal vez uno de los aspectos que separan a una batería bien programada de una que no lo está. La idea para mejorar este aspecto es prestarle atención a como tocan los ritmos los buenos bateristas y como matizan los golpes para poder replicar eso en nuestros patrones.
La técnica:
No es poco común escuchar pistas de batería literalmente imposibles de tocar (crash, hihat, ride y tambor sonando al mismo tiempo por ejemplo) o patrones que serían muy difícil de ejecutar para un ser humano por una cuestión de posición de brazos, velocidad y limitaciones técnicas propias de no ser un robot.
Es una buena costumbre revisar los patrones que programamos y fijarnos si no se nos escapó alguna parte imposible de tocar.-
El pulso o mapa de tempo y la métrica de compás
Antes de pasar a programar la batería, necesitamos tener definida la estructura de la canción, la cantidad de compases que tiene cada parte, el pulso que vamos a usar.
Esto es vital ya que sobre el pulso que escojamos va a estar todo lo demás atado, ya sea por lo que grabemos encima o por el uso de la grilla para programar la batería. Cuando definimos un pulso fijo para la canción y lo colocamos dentro del secuenciador al comienzo de la canción, pasamos a tener una referencia de qué compás es el que estamos transitando, entre otras cosas.
Vamos a poder copiar y pegar un ritmo múltiples veces y hacer variaciones sobre eso, podremos editar la performance de los otros elementos de la grabación además que tendremos una referencia visual del tiempo en nuestra D.A.W. Si tenemos cambios de pulso dentro de la canción debemos programarlos primero en el secuenciador, para que el instrumento virtual los reconozca y se ajuste el ritmo que coloquemos allí.
Lo mismo va para la métrica de compás que usemos en la canción, debemos especificarle al secuenciador si el compás es de 4/4 o 6/8, etc. Es de mucha importancia al igual que con el pulso tener definido con claridad esto de antemano, para poder mantener ordenada la sesión. Si hay un cambio en la métrica de la canción, hay que recordar de incorporarlo en la D.A.W para que la grilla siga el cambio.
Aclaro por si las dudas de que el pulso lo podemos cambiar en cualquier parte del proceso pero es mejor tratar de definirlo de antemano por lo menos a grosso modo porque eso va a cambiar la forma en la que hagamos las cosas.
La perfección es nuestra enemiga:
Que nuestra batería no suene como una caja de ritmos de la banda sonora de un juego de NES depende en gran parte del hecho de introducir imperfecciones en cuanto al tempo. En algún tipo de software le llaman «humanize» a la introducción de dichas imperfecciones.
Lo más recomendable es introducirlas por nuestra cuenta y tratar de hacerlas únicas. Algunos consejos:
No se recomienda poner los golpes mucho antes del tiempo que les correspondía en la grilla ya que esto hace sonar «ansiosa» a la batería y puede ser incómodo para el escucha.
Poner los golpes un tanto retrasados puede contribuir a un estilo relajado.
Prestar especial atención a la conjugación de hihat tambor/bombo ya que es raro que un ser humano les pegue a ambos al mismo tiempo. La variación no debe ser notoria pero tiene que ser considerada.
Introducir ligeras variaciones de tempo puede ser una buena idea. Lo mismo aplica para variaciones más drásticas, algunos bateristas cuando no tocan con metrónomo suelen acelerar las partes de mayor emoción de las canciones. Introducir este factor puede ayudarnos a humanizar la batería.
Estos son solo algunos de los factores que tenemos que considerar para lograr baterías que suenen reales.
Eligiendo la batería a usar
Otra cuestión no menor es saber elegir que sonido de batería complementa la canción, el estilo e incluso el género musical. Los plugins de instrumentos virtuales modernos nos permiten elegir entre varios sets de batería pre armados, e incluso cambiar o elegir componentes dentro del mismo set.
La sugerencia en este punto es probar cual es el que más cerca suena a lo que necesitamos y elegirlo de antemano. Hay que prestarle especial atención al tambor y al bombo ya que son los elementos que más veces suenan en la mayoría de los estilos musicales.
Es necesario que le prestemos mucha atención al género musical para el que queremos programar el ritmo de batería, si se trata de un tema que emula a los Sex Pistols la idea no es usar una batería que suene moderna sino algo que sea estilísticamente acorde a la música que pretendemos emular.
Un detalle a tener en cuenta es que cada vez que cambiamos alguna selección de la batería, el programa toma un tiempo en cargar el sonido, por lo tanto puede pasar que hayamos cambiado un sonido y estemos reproduciendo un ritmo, sin embargo que no suene. Bajo el mismo concepto si cargamos una sesión dentro del secuenciador con ritmos ya programados el programa toma un tiempo hasta reproducirlos completamente.
Vista de una batería del plugin EZ Drummer, esta es una de las opciones para escoger.
Vista de uno de los juegos de batería del instrumento virtual EZ Drummer.
Ejemplo de otro set de batería dentro de EZ Drummer. Recordemos que la batería que elijamos se puede cambiar luego de haber programado los ritmos, haciendo de la elección un asunto muy flexible.
Ejemplo de ritmo de batería:
Ritmo simple y luego con variaciones primero en las notas fantasma y finalmente en el acompañamiento con Ride.
Ejemplo de ritmo con otra batería:
Mismo ritmo pero con otra combinación de cuerpos y platos en la batería.
Ejemplo de ritmo con una tercera batería:
El mismo ritmo de antes pero con otra batería totalmente distinta.
¿Notan lo mucho que cambia el sonido al elegir distintas combinaciones de cuerpos o al elegir una batería distinta? Es importante elegir con cuidado y dedicarle el tiempo que sea necesario a esta etapa.
¿Cómo programar un ritmo en el secuenciador?
Si bien esto va a variar un poco de secuenciador en secuenciador, vamos a dar unos lineamientos que son generales al momento de programar una batería virtual. Lo primero que tenemos que hacer es crear una pista de instrumento virtual en el secuenciador. Esto se debe a que no vamos a estar trabajando con audio o grabación de audio si no con plugins que interpretan un mensaje MIDI y hacen sonar al instrumlento virtual con esas características de altura, amplitud y duración.
Vista de la creación de una pista de instrumento virtual, para programar la batería.
Ejemplo de como buscar un plugin de instrumento virtual y en este caso el EZ Drummer, dentro de Pro tools.
El siguiente paso es colocar como inserción el instrumento virtual de baterías que vamos a usar, por ejemplo Addictive Drums, EZ Drummer o el que tengamos a nuestra disposición. El paso siguiente es ir hacia la ventana de edición MIDI , para programar los ritmos.
Al abrir la ventana de edición MIDI, vamos a ver que se comparten varias funciones con la ventana de mezcla, por ejemplo Solo, Mute, además de las funciones o modos de edición como Slip, Grid, etc. Como nota el modo que más sirve para la creación de los ritmos es el modo grilla o grid, cuando lo tenemos habilitado vamos a poder copiar y pegar un rítmo que tengamos programado para acortar los tiempos de producción.
Vamos a observar que podemos ver la grilla en negras, corcheas, semi corcheas, etc. Esto nos sirve para el nivel de precisión con el que vamos a poder mover las notas o en este caso los golpes de lo que programemos. El nivel de precisión de la grilla se elige en función de la combinación de golpes más «rápida» que tengamos. Si tenemos un fill de semicorcheas usaremos semicorcheas, si tenemos alguna parte que use fusas usaremos fusas etc.
Para localizar el cuerpo que queremos programar nos tenemos que dirigir a lo que se denomina como piano roll. Este es el piano que se observa a la izquierda por lo general y que si tocamos encima de él hace sonar el elemento o sonido que acciona al escribir o dibujar una nota en la dirección horizontal al mismo. Este proceso se puede acelerar si contamos con un controlador MIDI.
Vista de la ventana para la edición de MIDI en la que programaremos los ritmos en la batería virtual.
Si queremos que suene un bombo en el tiempo 1 y 3 del compás tenemos que buscar en el piano roll donde se encuentra el bombo y luego dibujar una nota en la cuadrícula en el tiempo 1 y 3 del compás a elección. Si es que tenemos la grilla habilitada en negras va a simplificar mucho el poder colocar los golpes en tiempo. Repetimos luego el mismo proceso con el tambor/caja/tarola y con el Hi hat y cualquier otro elemento que vayamos a colocar.
Luego podemos colocar los acentos sobre los golpes que tengan que estar más fuerte que otros. En ese sentido puede ser clave el ajustar los niveles del hi hat para hacer que en los tiempos débiles (2-4) tenga un nivel menor por ejemplo. El parámetro que tenemos que modificar se llama velocity y tiene que ver con el nivel de los golpes. Cuando editemos este parámetro nos daremos cuenta que los golpes aparecen como barras verticales y se superponen hacia arriba.
Para editar los velocities de un cuerpo en particular, por ejemplo el bombo, tenemos que seleccionar en el piano roll el elemento. Luego los velocities de este elemento se resaltan y se pueden editar o cambiar.
Vista de la parte de edición de los Velocities dentro de la ventana de edición MIDI. Notar que a las barras verticales a la derecha son los distintos niveles de distintos golpes en varios cuerpos de la batería.
Este procedimiento es básicamente todo lo que necesitamos saber para empezar a programar nuestras baterías virtuales. Una forma recomendable de trabajar es dividir los temas en secciones de «x» cantidad de compases y trabajar los patrones en función de eso, introduciendo pequeñas variaciones entre los patrones para que el ritmo no se vuelva monótono.
Como entrenamiento es recomendable programar todos los ritmos que necesitemos para familiarizarnos con la interfaz y con las posibilidades que nos da el software. Una vez tengamos bien claro como hacer esto podemos ahorrar mucho tiempo usando patrones ya programados que suelen estar muy bien hechos:
La librería de ritmos
Para ahorrar tiempo, podemos usar las librerías de ritmos y fills o redobles que vienen incorporadas con este tipo de programas. Las librerías se componen de patrones que suelen ser ejecutados por bateristas profesionales.
Para hacer uso de este recurso tenemos que dirigirnos al EZ Drummer y entrar en la parte de «Open Grooves». Allí se nos presentan las librerías de ritmos que tiene incorporadas el programa, lo que podemos encontrar son ritmos por estilo por ejemplo para Rock/Pop, Funk/Rock, Motown, Ballad, etc.
Vista del plugin EZ drummer. En verde se observa la sección que abre la librería de ritmos.
También podemos escoger entre las distintas métricas de compás, para que el ritmo de la librería se ajuste a la métrica de la canción, también se nos sugiere el pulso en el que funciona bien el ritmo, esto viene determinado por una cuestión de estilo ya que el ritmo en si va a sonar igual.
Como detalle una vez elegido el tipo de ritmo con la métrica de compás y el pulso sugerido, tenemos como opción elegir entre si es tocado con hihat, ride o en negras o corcheas. Lo que posibilita un universo interesante de opciones para hacer cambios entre partes de canción o canciones.
Vista del abanico de posibilidades que encontramos en la librería de ritmos del plugin EZ Drummer.
Ejemplos de ritmos de librería:
Un ejemplo tomado de librería que consta de un ritmo básico con un fill en el medio continuado por el mismo ritmo.
Otro ejemplo tomado de librería, esta vez de un ritmo en 4/4 con sensación de 6/8.
Copiar y pegar
Una de las grandes ventajas de programar una batería es que podemos tener un puñado de ritmos básicos que se repiten a lo largo de la canción con variaciones solamente en los lugares en donde entran los redobles o fills.
Podemos entonces programar un ritmo de 1 o 2 compases y repetirlo por digamos 8 u 16, incluso podríamos hacer los ritmos por sección. La introducción tiene un ritmo, la estrofa otro, la parte B otro y el estribillo otro. Con esta función podemos tener una batería sonando en cuestión de minutos y podemos grabar un demo sin perder mucho el tiempo en cosas menores.
Luego si el pulso era el que íbamos a usar podemos entrar en detalle con cada sección de ritmo y perfeccionar lo que ya tenemos o incluso cambiarlo totalmente si es que no fue lo que necesitaba la canción. En este punto podemos hacer que cada fill sea único y pulir todos los detalles de la batería en la canción, para llevar nuestros demos o producciones a otro nivel.
Vista del secuenciador con 1 compas de batería programada. lista para ser copiada.
Vista de un ritmo programado en EZ drummer de 1 compás copiado a 4 compases contiguos.
Usemos las librerías pero no las usemos:
Nada canta «batería virtual» como el abuso de las librerías predeterminadas. Muchas veces pasa que escuchas un tema que tiene baterías virtuales y te podes dar cuenta de que plugin usaron en función de los fills o ritmos. Esto por si solo no es algo malo pero si queremos hacer algo realmente único es recomendable que usemos las librerías pero modificándolas o para tomar ideas y replicar algunas partes pero tratando de conservar la originalidad.
Algo interesante con las librerías es prestar atención a las imperfecciones que tienen los ritmos para analizar como se programa una batería creíble, pensemos que tenemos acceso a una toma hecha por un baterista profesional en MIDI cosa que nos facilita mucho el análisis.
Dicho esto, para maquetas o preproducciones el uso de librerías es lo más acertado ya que nos van a ahorrar muchísimo tiempo, ahora si es para un proyecto final no es recomendable abusar de las librerías para no delatarnos.
Baterias multipista
Si queremos sacarle mayor provecho al procesamiento posible de una batería, necesitamos contar con la versión multipista de la misma. Afortunadamente se puede hacer esto en los plugins de baterías virtuales. Para ello tenemos que ir a la ventana de mezcla dentro del plugin y buscar la sección de las salidas de cada canal.
Por defecto observaremos que la salida está direccionada a Trk 1 que es la salida estéreo que usamos para escuchar el ritmo programado. Lo que tenemos que hacer es cambiar eso y colocar Multichannel, al hacer esto cada una de los canales se direccionará a una salida distinta estéreo.
Vista de la mezcladora interna de EZ Drummer. En celeste resaltado la selección de la salida de los canales en estéreo o a TK1.
Tanto el bombo (Kick), como el tambor/caja/tarola (Snare Top) y (Snare Bottom), el hi hat, los Overheads y Room van a una salida estéreo cada uno. Los toms por su parte comparten la salida estéreo, lo cual tiene sentido ya que difícilmente suenen todos al mismo tiempo
Vista de la mezcladora interna de EZ Drummer. Se resalta la selección de las salidas para el modo multipista o Multichannel. Una vez seleccionado las salidas de las pistas en la mezcladora cambian.
Una vez direccionadas las pistas vamos a tener que crear 7 pistas de instrumento estéreo para cada una de las salidas, luego vamos a tener que colocar en cada una de las entradas de las pistas su correspondiente entrada de EZ Drummer o el plugin a usar.
Al hacer estos pasos tenemos la posibilidad de ecualizar, comprimir y nivelar cada instrumento de la batería por separado con todos los beneficios que podemos obtener de esto. Además podemos colocar al tambor su propio reverb y asignarle un nivel independiente del resto de la batería; también podemos hacer asignaciones o duplicados para usar técnicas de compresión avanzadas con Side chain.
Vista de las pistas estéreo de instrumentos creadas, con sus respectivas entradas que vienen de EZ Drummer. También se observa que ahora en cada pista tenemos la posibilidad de hacer las inserciones y envíos auxiliares normales de cada canal.
Conclusiones
Si bien podemos hablar muchísimo sobre el tema de programar baterías y ritmos, quisimos hacer una introducción al mundo de las baterías virtuales para los que aún no se han sumergido en este.
La utilidad de este tipo de herramienta es indudable, nos permite disponer de una batería creíble en caso de no contar con la posibilidad de grabar una batería real.
Son además una herramienta imprescindible para pre-producciones o grabar demos, en cuestión de minutos podemos tener una batería aceptable para que podamos explayar nuestras ideas encima de la misma, esto es invaluable y nos permite conservar la frescura del demo pero al mismo tiempo imaginarnos como sonaría lo que estamos tocando en contexto.
Finalmente hay que prestarle mucha atención a los factores que hacen que una batería suene real, si queremos usar nuestras pistas programadas para un proyecto serio es recomendable que la batería suene lo suficientemente original y que le dediquemos a ello todo el tiempo necesario.
El mundo de la producción musical no se caracteriza por carecer de discusiones pasionales sobre lo que es mejor y lo que es una porquería sin valor alguno. El problema es que casi nada en la vida es blanco/negro y existen grises que debemos considerar para sacar nuestras propias conclusiones.
Es por eso que vamos a tocar uno de los temas sobre los que más se discute en el mundo del audio: ITB vs OTB, o lo que es lo mismo: Mezclas Digitales vs Mezclas analógicas. La idea del artículo es conocer los aspectos positivos y negativos de cada forma de mezclar para poder sacar conclusiones desde ahí.
Vamos a lo nuestro y empecemos con algo de historia:
Un poco de historia y contexto del audio digital
Si bien el formato de archivos digitales y los primeros medios digitales usados en el audio profesional existen desde hace bastante tiempo, no fue hasta mediados de los años 90 que se masificó el uso de sistemas con la suficiente capacidad de procesamiento equivalente para un estudio profesional de mezcla. Es decir la capacidad de tener 24 pistas simultáneas para mezclar sin problemas de procesamiento. Los primeros sistemas que se usaban dependían de procesamiento externo a la computadora, por las limitaciones de hardware de los sistemas que se podían conseguir de manera masiva en esa época.
En ese sentido se populariza Pro Tools (antes llamado Sound Designer), un secuenciador que además de las características comunes a los secuenciadores de la época incorporaba procesamiento DSP externo. Esto permitía procesar una cantidad de pistas comparable a la de los sistemas de cinta además de una gran cantidad de instancias de procesamiento en tiempo real como compresores, efectos de tiempo, ecualización.
Esto como era de esperarse logro imponer a la plataforma como un estándar para los estudios de grabación o de mezcla y mastering pero era muy costosa para el usuario ocasional o amateur.
A mediados de la primer década del siglo XXI, las computadoras habían evolucionado mucho y podíamos encontrar en muchísimos hogares computadoras con la capacidad de procesamiento suficiente como para trabajar sesiones respetables, naciendo así lo que hoy conocemos como «homestudio» o estudio de grabación digital casero.
Hoy en día casi cualquier computadora puede manejar una sesión de mezclas equiparables a las de un estudio profesional básico sin problemas. Además, el precio de un sistema con la capacidad de procesar sesiones enormes se ha reducido drásticamente dando la posibilidad de acceder a nuestro propio estudio casero con poco dinero y lograr cosas que hace 30 años no hubiese soñado ni el más optimista de los músicos.
Mala reputación
En los comienzos del audio digital de uso comercial, en concreto a finales de los años 80 y comienzos de los 90 se consideraba que lo digital sonaba frío, metálico, sin vida y el concepto quedo estigmatizado hasta nuestros días.
Pasado el tiempo y con la mejora en el diseño e implementación de los conversores AD/DA (analógico-digital/digital-analógico). Específicamente la mejora en el diseño de los filtros que se necesitan para limitar el ancho de banda del audio antes de realizar la conversión a digital, se mejoró notablemente el sonido resultante. Los defectos antes mencionados por los que el audio digital adquirió una muy mala reputación tenían que ver con el rizado o ripple que provocaban los filtros que se usaban y que alteraban la respuesta en frecuencia y fase del audio en la banda pasante que es la importante al final de cuentas.
Ahora, lo de sonar frío o metálico es algo que se sostiene hasta el día de hoy y algo de cierto puede llegar a haber en esa afirmación, el problema es que el sonido de lo digital avanzo muchísimo y hoy por hoy se puede decir que estamos a años luz de la calidad del audio digital en sus inicios, tenemos VST o emuladores como el Kemper Profiler que nos pueden dejar boquiabiertos con la manera en que suenan.
Por esta razón lo mejor es que cada uno saque sus conclusiones y favorezca el método de mezcla que más le convenga en la batalla ITB vs OTB. Analicemos las ventajas y desventajas de la mezcla ITB.
ITB (In The Box mixing)
Mezclas In The Box: No todo lo que pasa adentro de la caja es malo
Cuando nos referimos a mezclas ITB o «in the box», nos referimos a mezclas que se hacen solamente en el dominio digital o usando solo las opciones que nos pueden brindar el secuenciador y los plugins. En este caso la «caja» no es otra cosa que una analogía referida a la torre de nuestro CPU o el cuerpo de nuestra notebook en donde se procesará todo.
A diferencia de un pasado no tan lejano, hoy por hoy la oferta de secuenciadores y plugins es muy variada. Podemos encontrar desde compresores, limitadores, ecualizadores de diseño propio hasta emulaciones de circuitos considerados imprescindibles e incluso emulaciones de canales de consola.
Algo que es necesario entender sobre las mezclas digitales, es que las mismas han cambiado. En el pasado la idea pasaba por usar los plugins para todo aquello que no se podía lograr usando solo equipamiento analógico y hoy por hoy lo que se busca es una mezcla de lo mejor de ambos aspectos, el comportamiento digital de precisión y el comportamiento analógico de ciertas funciones.
Es decir se usan plugins de precisión para algunas tareas en las que el resultado es mejor con ellos, por ejemplos filtros de fase lineal, ecualización correctiva quirúrgica, compresión multibanda, etc. Y se usan plugins que emulen o tengan cierto comportamiento similar a la de su par analógica para cuestiones como compresión musical, ecualización aditiva, procesadores de tiempo, etc.
Pasemos a ver cuales son las ventajas de las mezclas digitales:
Ventajas de las mezclas digitales o ITB:
Ruido casi inexistente: El ruido inherente del sistema digital es prácticamente nulo y por lo general atribuible a la sala de grabación o a los propios medios con los que se graba como el micrófono o el preamplificador.
Lo mismo sucede en la mezcla ya que el único ruido que se produce es el ruido por la acumulación de errores en los cálculos necesarios para cualquier instancia de procesamiento y dicho ruido es poco probable de ser audible en caso de grabar y mezclar a 24 bits, usando buenas estructuras de ganancia y principios de mezcla.
Son repetibles: La posibilidad de replicar en una mezcla lo que hicimos el día anterior es una de sus ventajas más importantes y uno de los factores que más tiempo nos ahorra en comparación de su contraparte analógica. Hay que decir que puede ser una desventaja también porque contribuye con el fenómeno de inseguridad y de tener varias versiones distintas de una mezcla que en realidad no cambian.
Se pueden hacer cambios no destructivos: Esto implica la posibilidad de introducir cambios con los que no nos tenemos que comprometer o dicho de otra manera podemos volver atrás con un click del mouse o un atajo de teclado, a diferencia del mundo analógico donde los cambios suelen ser destructivos y difíciles o en algunos casos imposibles de revertir.
Importar los datos de otra sesión: Otro aspecto en favor de las mezclas digitales es el hecho de permitirnos importa datos de otra sesión y acelerar los tiempos. Supongamos que tenemos que mezclar 10 canciones de un mismo proyecto, las mezclas se van a parecer entre si y por eso la posibilidad de aplicar la misma cadena de procesamiento para tener un sonido base similar. Esto nos posibilita tener un hilo conductor a la hora de mezclar un disco y que el sonido final sea homogéneo, de tal manera que no todo este peso recaiga sobre la masterización.
Múltiples instancias de un procesador: Esto quiere decir que si tenemos un plugin, podemos usarlo las veces que consideremos necesarias. Supongamos que tenemos un buen plugin que emula al LA-2A, podemos usarlo en 10 pistas al mismo tiempo de ser necesario ¿Se imaginan lo que costaría hacer eso en una mezlca analógica?
El sistema mantiene la respuesta con múltiples escuchas: El sistema de reproducción digital al no producir un desgaste sobre el medio de reproducción con cada vez que se reproduce el material, permite múltiples escuchas tanto en la grabación como en la mezcla sin pérdidas en la respuesta en frecuencia u otro componente del audio.
Esto en contraste con los sistemas completamente analógicos que presentaban el desgaste propio de la cinta.
Automatización total: Sabemos que para que una canción tenga «movimiento» y se mantenga atractiva durante toda la duración de la misma, debe presentar cambios. Es en ese sentido que en la mezcla intentamos ayudar los cambios ya existentes en la canción, por ejemplo cambiando la ecualización que usamos en la estrofa en algún elmento respecto del estribillo o colocando más reverberación en una parte en particular del tambor o caja de la batería. En los secuenciadores actuales podemos automatizar prácticamente todo y si bien la automatización es algo que proviene del dominio analógico, en las mezclas digitales se hace muchísimo más sencilla.
Desventajas de las mezcla digitales o ITB:
El sonido: A decir verdad las mezclas ITB no suenan necesariamente peor que las OTB (depende muchísimo del contexto) pero es cierto que hay cosas que no se pueden hacer en las mezclas ITB como ser exigir un compresor demasiado sin que introduzca problemas sonoros audibles.
La curva de aprendizaje: No es que sea intrínsecamente más difícil hacer mezclas digitales sino que la combinación de habilidades necesarias para la producción musical (grabación, mezcla, masterización) hace que tengamos que saber un poquito de todo. Además la cantidad de herramientas que existen en el mundo digital son tantas que aprender a usarlas puede llevar mucho tiempo, distrayéndonos de lo que importa.En el mundo analógico las cosas pueden ser mucho más sencillas.
Demasiadas posibilidades: Como ya mencioné, el hecho de que las posibilidades sean casi infinitas en el mundo de las mezclas digitales en cuanto a número de pistas, overdubs, instrumentos virtuales etc. es tanto una ventaja como una desventaja. El problema es perder la perspectiva y terminar usando cosas porque las tenemos a mano o llenando nuestras mezclas con elementos innecesarios. Es una paradoja similar a la era de las telecomunicaciones donde hay cada vez menos interacción humana.
La vara es realmente baja: Seamos sinceros, está lleno de música horriblemente grabada y mezclada, esto no se debe a un designio divino sino que el hecho de que cualquiera puede grabar y mezclar pero al ser tan sencillo hacerlo la calidad en promedio disminuye. Aclaro que no estoy pecando de elitista ya que yo mismo empecé de esa manera y unos cuantos cientos de frustraciones más tarde creo que algo decente puedo hacer. Esto no solo aplica al conocimiento sino también al acceso a ciertas herramientas que son imprescindibles para lograr buenos resultados como micrófonos, interfaces de audio, preamplificadores, acondicionamiento acústico y una larga lista de etcéteras.
El auto aprendizaje: El autoaprendizaje es una realidad que vas a tener que afrontar tarde o temprano. Yo estudié Ingenieria en Sonido y hasta el día de la fecha me sigo enseñando cosas o aprendiéndolas a través de terceros. Aunque suene algo nostálgico de una época que no viví, en los años dorados del audio analógico era común la figura del mentor en el estudio, persona que te iba guiando desde ser el que hacía el mejor café con leche a ser un ingeniero en mezcla o masterización. Hoy por hoy uno tiene que ser su propio mentor y eso exige disciplina.
Mezclas analógicas o Out of The Box
Las mezclas OTB son también conocidas como mezclas analógicas
Las mezclas OTB en el sentido más estricto de la palabra son aquellas mezclas en las que solamente se usa equipamiento externo al secuenciador y la computadora. Hoy por hoy muy pocos proyectos se hacen de esta manera y por lo general o bien son proyectos de alto presupuesto o bien están relacionados con la nostalgia vintage o el gusto intransigente por lo analógico, algo que , demás está decirlo, es totalmente respetable.
La evolución del audio analógico
Los procesos de grabación, mezcla y masterización fueron evolucionando con el tiempo. En un principio la mezcla la hacían los músicos, el director de la orquesta y la ubicación de los micrófonos. El concepto de mezcla en si no existía y ya el hecho de poder dejar música para la posteridad era suficiente.
Con la invención de la cinta magnética para grabar audio, se empezaron a hacer las primeras mezclas con las pistas disponibles, ahí se mezclaba usando una pequeña consola de mezclas que daba distintos niveles a las fuentes.
Después y de la mano del bounce vino la grabación multipista. Primero fueron 2, después 4 y así hasta llegar a las 24 pistas que fueron una novedad en los 70 que permitían grabar una batería completa usando varios micrófonos y hacer overdubs encima de eso..
Es en este punto en que las consolas se fueron haciendo cada vez más completas y complejas en funcionalidades. Era necesario poder manejar una cantidad importante de pistas y poder modificar las cualidades tímbricas de la señal, para ello venían con secciones de EQ y filtrado, más adelante vinieron incluso con compresores, limitadores, gates y opciones cada vez más avanzadas como ruteos a subgrupos, inserciones externas, medidores o correlatores de fase y vúmetros en canales, subgrupos y master.
En esta época también se desarrolló en paralelo la posibilidad de automatizar parámetros de la consola o escenas, que son equivalentes a fotos de los parámetros de la consola. Luego se colocaron faders motorizados en los canales para poder automatizar el nivel de las pistas y crear mezclas dinámicas.
Pero la razón por la que la consola era la reina y señora de cualquier estudio de grabación profesional viene dada por algunas características propias del audio analógico. Veamos que es lo que lo hace tan especial.
Consola de mezclas de formato grande de la firma A.P.I. Ejemplo de una consola moderna
Características del audio analógico:
Para entender mejor las mezclas en formato analógico tenemos que repasar algunas de las características del sistema y sus componentes; veamos.
Ruido: Los componentes de un sistema de mezcla analógico tienen un ruido de fondo que va a determinar el rango dinámico máximo de la señal. El ruido es inherente al audio analógico y es bastante alto en los equipos fabricados hace mucho tiempo por una cuestión de tolerancias de componentes electrónicos.
Lo que diferencia a el ruido de las emulaciones del sistema digital, es que cada equipo tiene un ruido distinto ya que los componentes de los circuitos no son iguales por más que las tolerancias de fabricación sean muy bajas.
Entonces tenemos que una consola analógica tiene distinto ruido entre canales y subgrupos, etc. Lo mismo sucede con ecualizadores, compresores y dispositivos externos. En parte este ruido puede ser positivo ya que el mismo enmascara a señales de bajo nivel en la grabación o mezcla que pueden llegar a ser molestas de no estar presente el ruido.
Distorsión: Bajo el mismo principio que con el ruido los dispositivos analógicos generan distorsión de distinto tipo: fase, armónica, etc. Esta distorsión es distinta en cada canal y dispositivo usado, por el mismo motivo que con el ruido.Esto puede ser deseable ya que esas diferencias influyen en como el oído por ejemplo interpreta el estéreo, recordemos que el sistema auditivo reacciona ante diferencias de nivel, de timbre y de fase.Entonces que el timbre y distorsión sea ligeramente distinta entre canales y en el reparto estéreo puede contribuir a una mayor amplitud o apertura en la imágen estéreo, que es por lo general deseable en nuestras mezclas.
Headroom: Otra de las características que definen a los dispositivos analógicos es su headroom, es decir el nivel de señal máximo por encima del nivel estándar ( +4 dBu o 0VU ) que pueden soportar antes de llegar a la distorsión. Ciertas escuelas de diseño analógico logran niveles envidiables de headroom, por ejemplo los diseños de Rupert Neve y su filosofía.
Compresión y cambios en la respuesta en frecuencia: La cinta tiene una cierta pérdida en su respuesta en frecuencia con el uso y desgaste de la misma. Es decir que al ir avanzando en la mezcla se tiende a perder frecuencias agudas.
Tiene además un máximo de nivel de señal que puede aceptar y cuando se rebasa ese nivel empieza a comprimir la señal tal como haría un compresor. Tal vez este es uno de los motivos por el cual ciertos productores favorecen a la cinta para grabar cierto tipo de material material como puede ser el caso de la batería.
Ventajas y contras de la mezcla OTB
Repasemos algunas de las ventajas y desventajas de mezclar fuera de la caja o en analógico:
Ventajas
Musicalidad: Si observamos el comportamiento de los dispositivos analógicos en general podemos darnos cuenta que no tienen la precisión que existe hoy en día en su par digital. Si hablamos por ejemplo de compresores vamos a ver que por lo general el ataque y release de estos son mucho más amigables con la música e incluso en muchos casos los equipos no tienen una nomenclatura en número, si no por ejemplo tiempos de ataque lentos o rápidos.Algo similar ocurre con los ecualizadores de equipos reconocidos, los anchos de banda que manejan son muy grandes y por lo tanto más permisivos a una «mala» ecualización. Por ejemplo anchos de banda de una octava o más son típicos en modelos clásicos. Esto significa que al ecualizar una zona frecuencial también estamos tocando la octava, que es un intervalo bastante musical. Por lo mismo no son tan selectivos y esto puede evitar llegar a hacer sonar mal al ecualizador.
Simpleza al mezclar: Esto es ciertamente relativo pero al no disponer de tantas opciones en lo que herramientas se refiere, nos vemos obligados a simplificar la manera en la que hacemos las cosas y concentrarnos en lo que es importante para tener una buena mezcla: buen balance tanto frecuencial, de panorama y de niveles. Reducimos por lo tanto la cantidad de procesamiento a veces innecesario de nuestra mezcla.
Espacialidad y profundidad: Tal como mencionamos anteriormente la existencia de diferencias en la respuesta entre canales tanto en distorsión como en ruido dan lugar a una tendencia a mayor espacialidad en los elementos de la mezcla. Esto nos permite una mayor separación entre elementos de la mezcla con un menor esfuerzo.
Obliga al entrenamiento auditivo: El no poder ver las curvas de ecualización que generamos en una pantalla o los tiempos de ataque y release de los compresores con la precisión de la D.A.W nos obliga a estar atentos a que es lo que sucede desde el punto de vista del sonido. A la larga entrenamos nuestro oído para reconocer zonas frecuenciales o problemas en el material de la mezcla y poder solucionarlo sin necesidad de ver los parámetros que estamos modificando.
Fuerza la toma de decisiones: Las limitaciones tanto en la cantidad de procesamiento o dispositivos disponibles, como en las cosas que se pueden hacer con los mismos, nos obligan a tomar decisiones respecto a lo que queremos hacer en la mezcla. Muchas veces el tener demasiadas opciones nos hacen divagar con la dirección de la mezcla y no logramos terminar las mezclas.
Sonido cálido: Este adjetivo está vinculado a la generación de armónicos de ciertos dispositivos, en especial los valvulares. Los mismos al generar armónicos pares dan una textura y calidez al sonido que es muy apreciable en ciertas fuentes o tipos de procesadores.Algunos ejemplos de estos circuitos son: el ecualizador EQP1 de Pultec con amplificación valvular, el compresor LA-2A, el compresor Fairchild 670, el compresor Vari- Mu de Manley, entre otros equipos.
Desventajas
La vara es alta: Así como en las mezclas digitales mencioné que la vara era demasiado baja, en las mezclas completamente analógicas la vara es alta. Ahora, quiero aclarar que con esto no me refiero a mezclar con una mesa Behringer y un ecualizador gráfico en conjunto con un compresor de 150 doláres. Sin querer desmerecer esos equipos, si vas a mezclar así te recomendaría mezclar en digital sin pensarlo dos veces. Los equipos que suenan realmente bien y que no nos van a dar dolores de cabeza (ruido, frituras, interferencia) son caros y valen la pena.
Mayor tiempo para mezclar: Hacer un recall, incluso si se trata de unos cuantos equipos, es tedioso y consume mucho tiempo. Pensemos que si tenemos que hacer una corrección de una mezcla en la consola, necesitamos colocar todas las perillas, interruptores y faders en el lugar en el que estaban.
Por si esto fuera poco hay que hacer lo mismo con los dispositivos periféricos como compresores, ecualizadores, etc.
Esta práctica puede llevar en el caso de una mezcla grande varias horas de recall, para recién poder empezar a mezclar nuevamente o a realizar la corrección necesaria.Recordemos que para poder hacer un recall necesitamos haber almacenado todos los parámetros de los dispositivos via fotos, hojas de recall o grabaciones de video.
Ejemplo de 2 hojas de Recall para dos compresores legendarios. A la izquierda la hoja para el 1176 a la derecha para el LA-2A ambos de Universal audio.
No hay automatizaciones: Salvo en las consolas de muy alta gama, las consolas analógicas no proveen de formas de automatización. Si queremos cambiar algo de la mezcla lo tenemos que hacer en tiempo real y hacerlo correctamente. Es por eso que en el pasado se usaban todas las manos que hubieran en el estudio para hacer movimientos de automatización, el ingeniero de mezcla, los asistentes, los músicos y todo el que estuviera cerca.
Parte II: La mezcla digital que emula a la analógica:
Ya hablé bastante de las ventajas y desventajas de las mezclas digitales y analógicas en la batalla ITB vs OTB, ahora voy a hablar un poco sobre los avances que se han dado en la emulación digital de equipos analógicos y como esta nos puede servir a nosotros.
Volviendo al pasado
Al comienzo del audio digital, se buscó hacer todo lo que no se podía hacer con los dispositivos analógicos, es decir evitar el ruido y las distorsiones a toda costa y manipular las mezclas con una precisión inalcanzable para el mundo analógico.
En ese afán se crearon compresores y limitadores con ataques ultra rápidos, limitadores «look ahead», ecualizadores paramétricos con anchos de banda minúsculos, ecualizadores de fase lineal etc.
Todo este desarrollo fue y es muy útil, pero los usuarios notaban que a las mezclas les faltaba ese «je ne sais quoi» que tenían las mezclas analógicas y a raíz de esta necesidad nace el desarrollo de plugins que emulan a los equipos considerados legendarios.
Vista de plugins de emulación de compresores legendarios. Arriba la versión del compresor 1176 de y abajo una versión del compresor LA-2A ambas de Waves.
Ejemplos de plugins de emulación del compresor 1176 por Universal Audio. Se pueden observar tres versiones que simulan distintos modelos del equipo físico original.
Vista de 3 versiones del compresor LA-2A de Universal audio.
La cúspide de la investigación y desarrollo en este sentido son tal vez las emulaciones de canales completos de consolas analógicas legendarias . Ejemplos de esto son las emulaciones de los canales de la consola SSL G-400 y E-4000 disponibles en varios desarrolladores como Waves y las emulaciones de las consolas A.P.I Vision channel strip, Neve 88 RS ambos de universal audio.
El concepto detrás de estas emulaciones es poder usar una instancia de canal de una de estas consolas en cada una de nuestras pistas o canales de mezcla, de tal manera de obtener un sonido unificado en la mezcla.Los canales de este tipo de consolas, de formato grande, se caracterizan por tener una sección de preamplificación seguida de ecualización completa (filtrado, shelvings de agudos y graves, mas 2 bandas paramétricas). Además poseen una sección de dinámica completa (compresor, expansión /compuerta) y finalmente un control del nivel de salida.
Algunos ejemplos de plugins que emulan los famosos «channel strip»:
Vista de dos plugins de emulación de un canal de consola SSL. A la izquierda la versión de la consola SSL G-4000, a la derecha la versión SSL E-4000.
Vista del plugin de emulación de canal de consola de Universal audio Neve 88RS.
Vista del plugin de emulación de canal de consola A.P.I Vision channel de Universal audio.
Entendiendo la emulación digital de equipos analógicos:
Ya mencioné por encima las características del audio analógico, veamos en qué hacen hincapie los plugins digitales de emulación de equipos analógicos:
Distorsión: Una de las características de los dispositivos analógicos de audio en general es su no-linealidad, la señal a la salida tiene otros componentes o cambios en la señal que no estaban a la entrada.Hay varios tipos de distorsión: de fase, distorsión total armónica o THD (Total Harmonic Distortion) y distorsión por intermodulación o IMD (Inter Modulation Distortion).La distorsión de fase sucede típicamente cuando se usa algún dispositivo que cambia algo en el dominio de la frecuencia, por ejemplo un ecualizador. Una vez hicimos una determinada curva de ecualización la zona frecuencial que afectamos también se ve afectada por cambios en la fase de la señal. Estos cambios no son malos en sí y constituyen tal vez uno de los motivos por los que algunos ecualizadores son tan agradables al oído.En general las emulaciones digitales buscan imitar la distorsión que generaba el circuito original. Si bien la distorsión es un fenómeno bastante complejo, algunas emulaciones logran muy bien su cometido.
Vista de un análisis espectral de la distorsión armónica de dos plugins de emulación. Arriba el plugin CLA-76 versión black y abajo la versión blue del mismo plugin. Ambos de Waves. Se puede observar que en la versión blue hay más distorsión y específicamente del tipo par. (Para la medición se genero un tono puro de 1 kHz y se colocó un analizador de espectro a la salida)
Vista del análisis de distorsión armónica de dos plugins de emulación. Arriba el compresor emulación del Fairchild 670, Puigchild 660 de Waves. Abajo el plugin CLA-2A de waves, emulación del compresor LA-2A.
Ruido: Otra de las características de los dispositivos analógicos es el ruido inherente a los circuitos de los mismos. Principalmente tenemos dos ruidos bien distintivos: el ruido de la alimentación y el ruido de los componentes electrónicos. El ruido de alimentación se manifiesta como una frecuencia superpuesta a la salida de la señal de audio y va a depender de la frecuencia de la red eléctrica del lugar o país donde estemos. Puede ser de 50 Hz o 60 Hz, más sus armónicos es decir 100 Hz, 150 Hz y 120Hz,180 Hz, etc.Algunos plugins permiten deshabilitar el ruido de la línea eléctrica para evitar sumar varias instancias de este ruido y ensuciar innecesariamente la mezcla. De todas maneras este ruido está a un nivel muy bajo y salvo que se usen varias instancias del mismo con el ruido habilitado, en el caso de tener la opción, no se va a notar audiblemente. Por otro lado tenemos el ruido que es generado por los componentes del circuito analógico, este ruido es del tipo constante en frecuencia y similar al ruido blanco.Si bien los dispositivos analógicos generan ruido a la salida, este ruido es distinto en cada uno de ellos. Por este motivo hay que tener cuidado al añadir muchas instancias de ruido en estas emulaciones ya que este puede enmascarar detalles y ensuciar el sonido.
Vista del ruido generado por dos plugins de emulación. Arriba el plugin CLA-76 y abajo el CLA-2A, ambos de Waves. Este es el ruido que se encuentra etiquetado como mains o 60-50 Hz dentro de los plugins y que se puede desabilitar.
La opción «Analog» en estos dispositivos hace alusión entre otras cosas a la adición de ruido..
Circuitos de detección (Compresores): Si hablamos de los compresores clásicos que han sido emulados (1176 , LA-2A, Fairchild 670, A.P.I 2500 , DBX 160, etc) uno de los principales aspectos que se tuvieron en cuenta son los circuitos de detección de cada uno de los modelos ya que el mismo es determinante en el carácter del sonido del equipo. El LA2A por ejemplo, tiene un circuito óptico de detección, y un ataque y release más bien lentos mientras que el 1176 que tiene un circuito de detección FET tiene el ataque y el release rápidos
Circuitos de amplificación: Tanto en ecualizadores, como compresores entre otros dispositivos existe una parte que es la que se encarga de amplificar la señal. Que dependiendo del tipo de circuito tiene un carácter y sonido particular.
Comportamiento frecuencial: Si bien cada dispositivo de audio imprime su carácter en el ámbito frecuencial hay algunos dispositivos que claramente modifican la respuesta en frecuencia. Podemos citar los emuladores de cinta y los emuladores de delays analógicos, entre otros.
Los emuladores de equipos de cinta o saturadores nos permiten tener una respuesta con menor contenido en altas frecuencias, controlado por lo general por la velocidad de transporte de la cinta en pulgadas por segundo o IPS (Inches Per Second). A menor velocidad menos contenido en alta frecuencia habrá en el audio. Esta es una forma de suavizar la respuesta de la mezcla en digital y hacer que se parezca más a la del audio analógico.
La tercera posición: la mezcla híbrida
Creo que a esta altura quedó bastante claro que ambos tipos de mezcla tienen sus ventajas y desventajas y es por esta razón que cosechan defensores y detractores por igual. También estoy seguro que sabés que existe una tercera forma de hacer las cosas que es quizás la más común hoy por hoy. Estamos hablando de la mezcla híbrida o lo que es lo mismo, la combinación del mundo digital con el analógico.
En principio se usa el soporte digital como medio de grabacióny edición de las pistas, en la mezcla se usan una mezcla de plugins con dispositivos externos de hardware. Estos dispositivos por lo general son: compresores, ecualizadores, sumadoras de señal, entre otros.
Esta filosofía de trabajo es casi una regla en los estudios de mezcla y estudios de mastering actuales. Imaginate por medio segundo tener que editar a un baterista desastroso cortando cinta milimétricamente con un cutter/estilete como lo tuvieron que hacer algunos en su momento. Imaginate repetir una toma 600 veces porque el cantante no afina demasiado bien, imaginate lo que tendrías que cobrar o los potenciales clientes que te perderías
Hoy por hoy hay un estándar de calidad que es casi imposible de lograr mezclando analógicamente (si el estándar está bien o mal es algo muy discutible y escapa al alcance de este artículo) o que es directamente un subproducto de la existencia del audio digital. El uso del Autotune como un efecto es un buen ejemplo de ese fenómeno.
Por esta razón la mezcla híbrida no es otra cosa que el paso lógico a seguir en una industria que quiere las cosas cada vez más rápido y sonando mejor.
La idea detrás de la mezcla híbrida es incorporar equipos analógicos en algunas partes de la cadena de manera de lograr gran parte de los beneficios de la mezcla analógica pero al mismo tiempo contar con las ventajas de la mezcla digital.
Uno de los fenómenos mas interesantes que surgen a raíz de la mezcla híbrida es el nacimiento del hoy por hoy famoso «formato 500» que no es otra cosa que equipos analógicos en un formato reducido que permite tener una interesante cantidad de equipos ocupando poco espacio. El formato 500 reemplaza de cierta manera a la consola ya que en lugar de obligarnos a comprar 16,24 o 48 canales, podemos tener una consola analógica de calidad con la cantidad de canales que nosotros consideremos convenientes.
Vista del formato de equipos de serie 500. Arriba se observa el llamado Launchbox de A.P.I (Agrupa la fuente de alimentación, los conectores para los equipos). Abajo una selección de equipos en versión serie 500. Tenemos compresores de SSL, Cranesong, Chandler, Ecualizadores Neve y AP.I entre otros.
La idea cuando se arma un sistema híbrido es poder hacer todas las cosas en las que el sistema digital es superior o más conveniente como la edición, el filtrado de las pistas, las ecualizaciones de precisión o correctivas, el uso de limitadores, compresores multibanda, procesamiento de efectos, distorsionadores, etc, dentro de la caja o computadora.
Luego pasar las señales más importantes, como las voces, el bajo, el tambor/caja/tarola, etc, por equipos analógicos que le van a imprimir un carácter especial a estas señales. Ya sean compresores, ecualizadores o excitadores armónicos entre otros.
Todas las automatizaciones de parámetros de plugins, controles de paneo, nivel, silencios, etc, las hacemos en digital y terminamos la mezcla sumando el resultado en un sumador analógico que funciona como los buses de mezcla de una consola y el master fader. Esto va a brindar apertura y profundidad a la mezcla prescindiendo de consola.
Armar un sistema híbrido de mezcla es casi obligatorio hoy por hoy, es la manera más sencilla de obtener lo mejor del mundo analógico sin perder las ventajas de la mezcla digital.
Vista de 3 sumadoras de alta gama. Arriba el modelo Sigma de SSL. Al medio la sumadora de Rupert Neve design 5059. Abajo el sumador de Dangerous Music 2- Bus.
Conclusiones
Hemos visto que los dos sistemas tienen sus ventajas y desventajas, cosas que uno hace mejor que el otro y viceversa. Sin embargo personalmente creo que ninguno de los dos sistemas garantiza una buena mezcla, más bien son el conocimiento de los conceptos, parámetros y el entrenamiento el que consiguen obtener una buena mezcla o resultado en una producción.
Personalmente he tenido la oportunidad de trabajar en ambos sistemas y si bien hay diferencias en cuanto al sonido o las posibilidades técnicas, puedo asegurar que ninguno hace el trabajo por si solo y son las buenas prácticas las que hacen que una mezcla sea buena o no.
Por eso los animo a sacar lo mejor de ustedes con las herramientas que tengan a mano porque es ahí donde radica la verdadera esencia del buen sonido. Uno cuando escucha buena música no dice «que buena SG que tenía Tony Iommi eh» uno hace alusión a la habilidad para crear o de la calidad musical pero es muy raro asociar la buena música con las herramientas por si solas porque si bien son cosas complementarias, son distintas.
Un buen ingeniero de mezcla puede hacer una mezcla en una consola de un millón de dólares, así como en una computadora con los plugins de fábrica, no importa que mezcla es mejor porque eso es accesorio para lo que buscamos analizar, importa que la capacidad de hacer una buena mezcla es mucho más importante que las herramientas con las que la misma se hizo.
Piensenlo, cualquiera puede gastar 5000 doláres en un compresor pero no cualquiera puede hacerlo sonar como un compresor de 5000 doláres.